A Israel continúa sin gustarle lo que dice el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Tras calificar como insoportable la cifra de palestinos muertos, desde el pasado 7 de octubre, en unas declaraciones realizadas tras su encuentro con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el líder del PSOE ha dicho este jueves que tiene «serias dudas de que Israel esté cumpliendo con el derecho internacional humanitario«. Ante ello, Israel ha llamado a consultas a su embajadora en España –es decir, deja su representación diplomática en el aire– y ha llamado también a la embajadora española en Israel para «tener una conversación de reprimenda».
La tensión entre España e Israel, por tanto, continúa creciendo. Pero no es, sin embargo, la primera vez que Sánchez lanza esa duda. Durante su sesión de investidura, no dudó. Realizó una afirmación: «Exigimos el alto el fuego inmediato de Israel sobre Gaza y el estricto cumplimiento del Derecho internacional humanitario que hoy, claramente, no se está respetando». La frase en sí implica reconocer que España está incumpliendo la normativa de exportaciones de armas, que exige el respeto al derecho internacional humanitario.
También el primer ministro belga, Alexander De Croo, había expresado una idea similar: «Creo firmemente que tenemos que hacer un llamamiento a Israel para que cumpla con sus obligaciones en materia de derecho internacional». Tras estas declaraciones, el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, llegó a acusar a Sánchez de «apoyar el terrorismo de Hamás», una acusación que también hizo suya el PP en España.
«Israel actúa y seguirá actuando según el derecho internacional y continuaremos la guerra hasta la liberación de todos los secuestrados y la eliminación de Hamás en Gaza. Solo hay un factor responsable de la masacre del 7 de octubre y de la situación actual en Gaza, y es la organización terrorista Hamás, que comete crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad contra los ciudadanos de Israel y los residentes de la Franja de Gaza», ha escrito Cohen.
Las declaraciones de Belarra
El origen del enfado de Israel con España comenzó tras una intervención de la entonces ministra en funciones Ione Belarra, quien pidió a Sánchez llevar ante la Corte Penal Internacional a Israel por los bombardeos y el bloqueo sobre Gaza, considerados por la secretaria general de Podemos como crímenes de guerra. Belarra fue, además, la única ministra del entonces Gobierno que acudió a una manifestación celebrada en Madrid en apoyo al pueblo palestino, en la que también estuvieron presentes otros dirigentes de Sumar e Izquierda Unida.
«Israel condena enérgicamente las recientes declaraciones de algunos miembros del Gobierno español», escribió la Embajada de Israel en España en un comunicado. El Ministerio de Exteriores español respondió en otro comunicado de manera inmediata: «El Gobierno de España rechaza tajantemente las falsedades vertidas en el comunicado de la Embajada de Israel sobre algunos de sus miembros y no acepta insinuaciones infundadas sobre ellos».