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Por una memoria histórica anticolonial y antifranquista

La réplica de la cabeza de Franco clavada en el monumento al legionario es «un gesto que busca desmantelar la invisibilidad social que tiene el pasado colonial en nuestro imaginario», escribe Yeison F. García López.

Comentarios
  1. La también penosa P$(—)€ ha traicionado tantas veces a la gente que confiamos y fielmente ( más bien de manera ignorante y autómata ) les votábamos , que no veo motivo ni causa alguna para que no traicionen o vendan a cualquiera que tenga la mala suerte de cruzarse en su camino de socialismo inexistente .
    Salud.

  2. Vale. Pero ¿sabe usted que durante la guerra civil algunos políticos republicanos sugirieron que el Gobierno de la República diese la independencia a Marruecos y Azaña se negó? El colonialismo estaba en gran parte de la izquierda (así como la torpeza estratégica: dar la independencia a los marroquíes habría restado una formidable y feroz fuerza a su ejército).

  3. ACALLAR A LOS PERIODISTAS CRITICOS.
    Acoso de Marruecos a Ignacio Cembrero
    El 13 de enero de este nuevo año 2023 está prevista la celebración del juicio contra el periodista Ignacio Cembrero por una demanda interpuesta contra él por el Reino de Marruecos. Es ¡la cuarta vez! que el régimen alauita pretende taparle la boca a uno de nuestros mejores y más veteranos profesionales de la información, conocedor como pocos de los asuntos del Magreb y Oriente Próximo. No lo conseguirán.
    Al igual que ya sucediera con otros periodistas -el diplomático, escritor y periodista Ali Lmrabet, por ejemplo, sabe mucho de esto-, Ignacio Cembrero viene siendo insistentemente hostigado por la Monarquía alauita y su Majzén, para quienes representa una terrible amenaza. Y no por no hacer bien su trabajo sino precisamente por ejercerlo con normalidad y profesionalidad, como han resaltado sus compañeros. El entorno del monarca alauita no cesa en su empeño de impedir la labor profesional de Cembrero. La información facilitada por diversos medios ha permitido señalar a los servicios secretos de Marruecos como los responsables de que el nombre de Ignacio Cembrero estuviera entre los afectados por el espionaje del software israelí Pegasus, el único nombre español que ha trascendido de una lista de 50.000 potenciales objetivos que incluía a 180 periodistas.
    Ante la nueva demanda judicial marroquí, Cembrero ha lamentado la indiferencia de las autoridades españolas y el hecho de que éstas permitan que un periodista español sea acosado y hostigado judicialmente. De hecho, el Partido Socialista es la única fuerza política que no ha respaldado a este profesional con ocasión de esta cuarta demanda marroquí (las tres anteriores fueron archivadas).
    La máquina de intoxicación, propaganda y compra de voluntades del régimen alauita no solo extiende sus tentáculos entre los miembros del Parlamento Europeo, como se ha puesto en evidencia con el Qatargate. Pregunten también en la Comisión o en el Consejo, con la cuestión del Sáhara Occidental y los acuerdos UE-Marruecos. Lo que ha salido ahora a la luz es solo, probablemente, la punta del iceberg, como reconocen las autoridades belgas y comunitarias.
    “Marruecos está utilizando el Mundial para blanquear la ocupación del Sáhara y sus acuerdos con Israel”, explicaba el activista saharaui Taleb Alisalem.
    En Rabat consideran a Cembrero un subversivo peligroso y por eso lo persiguen con tanta contumacia, porque su trabajo deja al descubierto las grietas del falso relato que pretenden imponernos como verdad establecida. Y para que otros posibles subversivos aprendan la lección.
    A los de flaca memoria histórica y democrática hay que volver a recordarles que Ignacio Cembrero fue fulminantemente apartado de su puesto en el diario El País sin explicaciones. Su cese fue motivado por las protestas del Gobierno de Marruecos ante el Gobierno español por los artículos de Cembrero en dicho diario. Los principales medios informativos internacionales, perplejos, se hicieron eco de la situación; pero en España, en cambio, el silencio fue prácticamente absoluto. Mientras echaba a Cembrero del periódico, Juan Luis Cebrián, presidente ejecutivo de El País, recibía el premio Eisenhower “por su defensa de la libertad de expresión”… ¡Qué ironía!, al tiempo que ocultaba en sus Memorias la más mínima referencia a la entrega del Sáhara a Marruecos.
    El pueblo saharaui, desde hace casi medio siglo viene soportando el terror del colonialismo marroquí, con su permanente represión estructural, producto necesario de la ilegal ocupación manu militari del territorio saharaui, causante de tanta miseria y tanto sufrimiento humano. Y con la complicidad de nuestros ejemplares gobernantes. El colonialismo también tiene perniciosos efectos menos visibles, como la lenta imposición a una sociedad de una historia que no es la suya. Es el equivalente sociopolítico de un lavado de cerebro -señala el Nobel de Literatura Abdulrazak Gurnah-, la conquista de un territorio que es, en última instancia, mucho más valioso que el territorio geográfico de la colonia ocupada: el territorio mental. Es lo que pretende Marruecos, imponer su relato, someter y sobornar si preciso fuere.
    https://arainfo.org/ante-el-acoso-de-marruecos-a-ignacio-cembrero/

  4. La indigna historia del PSOE con el Sáhara: De la victoria final a la traición total.
    Fue en diciembre de 1976, en el primer Congreso en España del Partido Socialista Obrero Español tras la dictadura franquista: los socialistas rechazaron el acuerdo de Madrid de 14 de Noviembre de 1975 por el que se entregó el Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania y exigieron “el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui”.
    El Congreso, con Felipe González al frente, expresó su “apoyo moral y material al Frente Polisario en su lucha por la libertad e independencia” y denunció la guerra de “conquista, rapiña y exterminio impuesta al pueblo saharaui por sus ocupantes”.
    Y fue un 14 de noviembre de 1976 cuando Felipe González dijo a los saharauis en los campamentos de Tinduf que habían recibido “muchas promesas nunca cumplidas”, pero que él se comprometía con la Historia, y pronunció esa frase que ha quedado para la historia de las traiciones: “Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final”.
    Felipe González, el mismo que dijo que el Polisario era “el guía recto hacia la victoria final del pueblo saharaui” y con el que firmó en 1976 un comunicado conjunto, se olvidó de sus palabras e inició la traición socialista, que continuó José Luis Rodríguez Zapatero y culminó el actual secretario general del PSOE y presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
    https://canarias-semanal.org/art/33754/el-psoe-y-el-sahara-occidental-de-la-victoria-final-a-la-traicion-total

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