Análisis

Somos la antiespaña (I): los árabes fuimos nosotros

"Los divulgadores de mitos disfrutan de un nuevo momento de gloria", asegura el autor después de que un estudio genético haya desvelado que no hay rastro árabe en la población andaluza.

Comentarios
  1. He leído el artículo y vuestras intervenciones y como dijo Machado: “…una de las dos Españas ha de partirte el corazón”. En efecto, hace un par de días vi una entrevista en TV a Iñaki Gabilondo, quien con la edad se ha hecho sabio como todo hombre/mujer con la edad según mi compatriota Gracián, aunque entonces va y se muere. Decía Gabilondo que en la transición coincidimos tres generaciones que creímos poder establecer un nuevo estado democrático basado en el respeto mutuo y el reconocimiento de las naciones culturales que lo componían, realizándose el milagro de que, por ejemplo, Manuel Fraga Iribarne ex
    -ministro de Franco y derechista autoritario donde los haya, se sentara hombro por hombro con Jordi Solé Tura, comunista irredento que emitía durante la dictadura desde Radio España Independiente en Bulgaria (La Pirenaica), para discutir y redactar la Constitución.
    Oído a navegantes: andaluces, vascos, extremeños, catalanes, murcianos, gallegos, etc. creímos de forma mayoritaria en España y ese espejismo duró el poco tiempo, hasta comprobar que “eran los mismos perros con distintos collares”. Como español me pregunto por qué se suele hacer una lectura negativa y despectiva del procés cuando es secundado por la mitad del electorado catalán, en vez de analizar qué se ha hecho mal y corregirlo, para que un independentismo que estaba en cifras del 15% haya subido como la espuma y, atención, de forma transversal y entre los de los ocho apellidos y los García, López, Fernández, González, etc. de entre “los otros catalanes” de Francisco Candel. También me pregunto por qué el PP, partido que creó el citado Fraga Iribarne, yo diría “partido de los señoritos”, ganó por mayoría absoluta las últimas elecciones en el hermoso territorio de Andalucía.
    En cualquier caso, no doy opinión política alguna sino que intento entender el comportamiento antropológico y sociológico de mis compatriotas.
    Creo que el problema nace en la supremacía que ejercemos los unos sobre los otros. En la pérdida de Barcelona de 1714, junto a los catalanes había un batallón aragonés y otro valenciano enfrentándose al potente ejército francés del rey Sol, estando el ejército castellano en la retaguardia. Los gritos de la defensa eran: ¡Viva España!, porque luchaban contra franceses, como Palafox en Zaragoza o Daoíz y Velarde en Madrid. Aquel Borbón francés, nieto del rey Sol, Felipe V, arrasó con los Decretos de Nueva Planta las instituciones históricas de Aragón, Valencia y Cataluña y dejó escrito que lo hacía por “derecho de guerra”. Esta supremacía de una dinastía francesa ha sido secundada desde entonces por Castilla desde su atalaya madrileña.
    Hablemos ahora de Andalucía y de la cultura islámica que la conformó a lo largo de ocho siglos. Pero cuidado con no confundir a propios y extraños, porque el dominio andalusí llego más arriba, hasta el valle del Ebro y la cultura islámica, hegemónica en aquellos tiempos en el Mediterráneo, salpicó en toda la península hasta en el corazón de Castilla y León (ej. La ventana mudéjar en la Torre del Alcázar de Segovia).
    No voy a explicaros cómo explica la historia la España oficial desde el siglo XIX: somos europeos “de toute la vie”, católicos acérrimos, descendientes de reyes godos, dicen los castellanos, pertenecientes al imperio de Carlomagno, dicen los catalanes, etc. y en las humanidades hispánicas, excepción hecha de las universidades de Sevilla, Granada y Salamanca, se “tapan” las vergüenzas de cuando fuimos un puntal de la cultura islámica, que entonces era LA CULTURA.
    Le decía el otro día a mi sobrina Yasmín que si se dieran premios Nobel históricos, habría muchos españoles entre los laureados, como el judío Maimónides o el musulmán Averroes, ambos andalusíes. Sin duda alguna, ese olvido histórico es fruto de la Leyenda Negra creada por las potencias europeas que envidiaban la preponderancia española y que nos ha sumido en el espejismo de que aquellos bárbaros del norte eran mejores. Observad la crítica de ese síndrome en un poema de Salvador Espriu:

    ASSAIG DE CÀNTIC EN EL TEMPLE

    Oh, que cansat estic de la meva
    covarda, vella, tan salvatge terra,
    i com m’agradaria d’allunyar-me’n,
    nord enllà,
    on diuen que la gent és neta
    i noble, culta, rica, lliure,
    desvetllada i feliç!
    Aleshores, a la congregació, els germans dirien
    desaprovant: «Com l’ocell que deixa el niu,
    així l’home que se’n va del seu indret»,
    mentre jo, ja ben lluny, em riuria
    de la llei i de l’antiga saviesa
    d’aquest meu àrid poble.
    Però no he de seguir mai el meu somni
    i em quedaré aquí fins a la mort.
    Car sóc també molt covard i salvatge
    i estimo a més amb un
    desesperat dolor
    aquesta meva pobra,
    bruta, trista, dissortada pàtria.

    Está escrito en su lengua, el catalán, que todo español que se precie de serlo, hace por entender en vez de despreciarlo. Como dice el profesor de la Universidad de Sevilla, Emilio González Ferrín, “dicen que a Edad Media es obscura, porque está escrita en árabe y no lo entienden”.
    En definitiva, se ignora de forma estúpida una edad de oro islámica española que llevó a las luces del Renacimiento y de rebote se trata a Andalucía como si fuera la tía tonta de la familia, cuando los genes andalusíes nos corren por las venas. Ni árabes, ni amazighes (bereberes), ni godos, ni cristianos, ni moros, Somos una rica mezcla de sangres y culturas que nos hacen pueblos singulares y atractivos. Tofos españoles y españolas, por encima del himno, la bandera, la liturgia que monta la oligarquía en el poder y los supremacistas que pretenden mandarnos, porque son blancos, cristianos, descendientes del Cid Campeador o quizá de forma más pragmática: ladrones y criminales que se hermanan con todo tipo de poder internacional,

  2. A este personaje que ha publicado el comentario de que los españolitos del sur que tienen cara de moros… Si les cambias la ropa etc. etc…
    Perdona? Tienes alguna idea de historia? Va a ser que no. Infórmate cuántas culturas se asentaron en Andalucía, no sólo la musulmana. Desde tartesicos, fenicios, griegos, suevos, alanos, vikingos. Si, vikingos, llegaron a lo que hoy es Sevilla y parte de Andalucía. Claro está que antes fueron los Iberos.
    Por no hablar de Godos, romanos…
    Si te pasas por Andalucía comprobarás los diferentes rasgos genéticos que portan sus gentes: piel blanca, ojos azules claros, rubios pelirrojos… Pieles mediterráneas, ojos verdes, castaños. Mucha diversidad genética.
    Creo que con tu comentario has intentado ridiculizar a Andalucía y su variada cultura.
    O quizá te has confundido porque desconoces la historia y has confundido a los «españolitos de Andalucía con los bereberes o con la etnia gitana, o con mejicanos…
    Vete a saber. Culturizate por favor.
    Todas las etnias y culturas son dignas como para que alguien haga como has hecho tu ese menosprecio.
    Saludos de una andaluza de ojos verdes, piel muyyy blanca y de 1.72 de estatura.

  3. A estos estudios geneticos hay que tomarlos con pinzas. Todo depende del gen o region del ADN que se estudia. Yo hice filogenia molecular muchas veces, y menudo regiones geneticas, algoritmos y paramestros distintos que uno use dan resultados distintos. Un caso ejemplo es el del origen de los irlandeses, que depende a que gen le preguntes.

    Lei el estudio en cuestion. 150 individuos del sur, 17 regiones tandem del cromosoma Y. Eso es como hacer una encuesta electoral a 150 individuos con la unica pregunta «¿Se fue ud de vacaciones este año?». ¿Puede algo asi ser conclusivo de algo? Tambien es ironico que las distancias geneticas del mismo estudio ponen a la gente de Marruecos dentro de Europa y a los griegos dentro Africa, pero el autor concluye que los Españoles estan dentro de Europa y los Moros en Africa. Es contradictorio y descabellado. El estudio no es conclusivo de nada, es confuso y hasta contraproducente a las conclusiones que obtiene.

    ¿Quieren saber realmente? ¿Quieren sacarse la duda? Hagan comparaciones de genomas completos, y encuesten no a 150, a mas, miles. El resultado va a ser la coherencia cultural, historica, visual y sentido comun. Ninguna sub-poblacion de homo sapiens habita un lugar lleno de recursos durante tanto sin tener un exito reproductivo tal  que deje una impronta terrible.

    Por otro lado, la cultura (comportamiento) impacta sobre los genes si tenemos en cuenta a la nueva ciencia de la epigenetica. 700 años de Islam y costumbres nor-africanas creanme se grabaron a fuego en las celulas de los españoles, incluso sobre aquellos que no tienen rastro genetico bereber. Muchos gallegos rubios tienen mas de bereber que muchos marroquies; y eso hoy es ciencia y se llama epigenetica.

  4. Buen artículo. De acuerdo con lo esencial. Pero no creo que Roca Barea esté creando una leyenda blanca. Solo debela las falsedades de la leyenda negra, cosa muy necesaria. Otra cuestión es que la estén instrumentalizando algunos políticamente. Estoy harto de que en España la historia se politice, que es lo que hace usted en el cierre de su artículo. Politizar sus conclusiones. Más investigación histórica y menos soflamas, por favor. Y va por todos los historiadores españoles, que todos politizan absurdamente sus trabajos. Es ver un compañero de claustro hablando de Historia y salgo huyendo…

  5. Jajajajaja ahora los españolitos ya están libres de impurezas, a los del sur, los lavaron con Ariel, que lava más blanco, lo malo va a ser canviarles la cara y la fisonomía de moros que tienen, si los vistes como ellos son igualitos, pero bueno, todo sea por la pureza de la raza, menudo artículo, raza aria pura

  6. Buen articulo. Hace tiempo que viajo por la peninsula Iberica. Siempre que lo hago hacia el sur me encuentro la falta de una cultura que vivio en esa zona durante siglos. Es como se hubiese borrado toda huella de su esplendor. Preguntas a los habitantes de algunos pueblos sobre su creacion y estos dicen que es musulman el origen, pero nada mas. Ni quien lo creo, ni quien eran sus habitantes, su idiosincracia en aquella epoca. Me entristece que sean sus antepasados los olvidados. Pero eso si el cristianismo lo ha engullido todo y ha borrado las huellas de una epoca que ellos ni conocen ni conocerán.

  7. Haceros una pequeña matizacion, el reino de leon hasta la llegada de los trastamara(isabel en concreto) tiene el mismo rey q galicia en muchas ocasiones, en otras no, pero son dos reinos completamente distintos con sus respectivos fueros, el imperator se nombra cuando alfonso raimundez(alfonso vii) hereda de su padre las posesiones de borgoña(raimundo de borgoña, primer marido de urraca) , pero primero este fue coronado en santiago por el conde de traba y el arzobispo xelmirez rey de galicia, despues ya se corona como rey de castilla y leon y luego emperador por las posesiones europeas.

  8. El Catecismo de la Iglesia enseña que “el amor y el servicio de la patria forman parte del deber de gratitud y del orden de la caridad” (art 2239), pero como habrá quien nos diga que su patria es Cataluña o Vasconia yo voy a hacer las siguientes reflexiones. A mi como cristiano (no como ciudadano, qué conste) la unidad constitucional de España me importa un bledo, la razón es obvia me niego a defender un patriotismo basado en una constitución laica, proabortista y homosexualista. Ahora la cosa cambia cuando medito en la Gesta Española de una nación católica que alumbró la evangelización del Orbe . ¡Cuanta razón tenía Berta Pensado cuando decía que era curioso que los enemigos de Cristo y de España a lo largo de la historia hayan sido los mismos! Esto nos lo confirma el gran apologista Messori : Messori: «El vuestro es un país extraño, donde se olvidan las verdaderas glorias de vuestra historia» Posdata :En algunas librerías del País Vasco y Cataluña no se venden sus libros por «españolistas».
    Para ilustrar lo que digo : La masonería catalana a favor de la independencia de Catalunya http://infocatolica.com/blog/friocaliente.php/1309220840-la-masoneria-catalana-a-favor

  9. Sí, la religión, el opio del pueblo, aún en el siglo XXI.
    Eterna aliada del poder, sea monarquía sean dictadores, sean genocidas, no importa lo que sean con tal de que no enseñen al ser humano a ser libre, como los maestros republicanos a quienes en innumerables ocasiones la iglesia denunció y persiguió con saña hasta conseguir que los asesinaran. Siempre gana la iglesia frente a la cultura. La religión es mucho más peligrosa, mucho más que la monarquía.
    Muy interesante leer versiones de la historia distintas de las oficiales que me llevan a entender algo de nuestro presente.
    Dicen que la historia se repite una y otra vez hasta que comprendemos la lección que lleva consigo.
    Hay una historia novelada de una mora altoaragonesa del siglo XVII, que a través de su vida queda reflejada aquella sociedad. «Esperando el cierzo» del escritor altoaragonés Anchel Conte. Tan hermosa como triste.
    Esperando el cierzo es la historia de una mujer mora entre cristianos y renegada de su fe entre los musulmanes. Su vida transcurre entre Huesca y Orán, pasando por los calabozos de la Inquisición en Zaragoza, a comienzos del siglo XVII. Es la historia de una mujer a la que no se le permite tener un lugar como propio, a la que se le aparta de lo que ama, condenada al destierro y la soledad, con el paisaje como constante y doloroso telón de fondo. Es la eterna historia de los heterodoxos, de los diferentes, de las personas que, por el mero hecho de existir, despiertan la repulsa de los temerosos y los intransigentes. Anchel Conte, utilizando una poderosa voz narradora –llena de sensibilidad y de lirismo–, denuncia la crueldad y la violencia de una época en que la mujer era una mercancía de cambio.

    (Esperando el cierzo es una magnífica novela donde la historia es a la vez un reflejo del presente y de la dignidad humana.
    Esperando el cierzo es la historia de una mujer mora entre cristianos y renegada de su fe entre los musulmanes. Su vida transcurre entre Huesca y Orán, pasando por los calabozos de la Inquisición en Zaragoza, a comienzos del siglo XVII. Es la historia de una mujer a la que no se le permite tener un lugar como propio, a la que se le aparta de lo que ama, condenada al destierro y la soledad, con el paisaje como constante y doloroso telón de fondo. Es la eterna historia de los heterodoxos, de los diferentes, de las personas que, por el mero hecho de existir, despiertan la repulsa de los temerosos y los intransigentes. Anchel Conte, utilizando una poderosa voz narradora –llena de sensibilidad y de lirismo–, denuncia la crueldad y la violencia de una época en que la mujer era una mercancía de cambio).

  10. Gran trabajo.
    Este país sería muy diferente si TODOS aceptáramos que vivimos en un territorio influido históricamente por múltiples pueblos o civilizaciones que, lejos de ocultarlas e ignorarlas, tendríamos reivindicar como propias y aprovechar su legado.
    El relato interesado y la manipulación sistemática de los hechos históricos siempre ha sido, y sigue siendo, una lacra para este país. Impide el avance colectivo, destruye complicidades entre pueblos, genera odio absurdo y al final, nos llevará a la autodestrucción.

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