Ejemplo de mala praxis periodística recogida en el informe ‘Periodistas contra el racismo’.
Folklorización: este es otro de los escollos en lo concerniente a la presentación del pueblo gitano en los medios. Amenudo se cae en una folklorización que se produce como consecuencia de la citada homogenización. “Se tira del estereotipo, incluso para hablar de cosas buenas, y eso también es negativo”, se lamenta Pedro Aguilera . Sin embargo, cuando llega el momento de atribuir a las comunidades gitanas aquellas aportaciones culturales que nacen en su seno, los medios recogen cable: “Una diseñadora gitana que triunfa en París pasa a ser una diseñadora española. No se menciona que Joaquín Cortés es gitano, pero sí la procedencia étnica de la familia que se ha peleado en un bar ”, critica Aguilera. Un doble rasero que, por una parte, invisibiliza las aportaciones de los gitanos y las gitanas a la cultura y la historia; y por otra, los encuadra en estereotipos, los discrimina y los margina.
De hecho, la falta de conocimiento por parte de la población no gitana –que no de existencia– de referentes gitanos y gitanas es una de las consecuencias directas de este fenómeno. Tamara Puig, activista gitana, educadora social y una de las autoras del informe Periodistas contra el racismo. La prensa española ante el pueblo gitano 2021 , explica: “(…) no faltan referentes gitanos, sino que los medios los den a conocer. Y que se den a conocer bien: no solo desde la superficialidad o el discurso de la superación , pasado de vueltas”. Y esta es, precisamente, otra de las observaciones de los gitanos y gitanas: hay que superar el discurso de “Primera mujer universitaria gitana de + añadir localización”.
Otra pregunta que se debería hacer desde el periodismo es: ¿la población gitana necesita a alguien que les salve? La respuesta es no. Otra de las críticas es el paternalismo y el buenismo que destilan algunas coberturas. Puig, lo tiene claro: “No se nos tiene que salvar ni proteger de nada; ni siquiera cuidar. Muchos reportajes quieren crear consciencia y lo único que hacen es fomentar el estereotipo . No hay mala intención detrás, pero resulta negativo. Hay que abordar la realidad del pueblo gitano desde una perspectiva de derechos fundamentales, no desde la caridad o la pena”, concluye.
Beatriz Carillo apuesta por un trabajo y un compromiso transversal por parte de los medios de comunicación para que desemboque en “una consciencia pública y colectiva (…). Los medios de comunicación son instrumentos de propaganda muy importantes y funcionan como notarios del uso del lenguaje. Hay muchísimas cosas a mejorar y también hay muchas prácticas que deben desaparecer”, explica para lamarea.com.
La información de sucesos y el lenguaje, en el punto de mira
En los tres últimos informes de Periodistas contra el racismo. La prensa española ante el pueblo gitano (ediciones 2019, 2020 y 2021) se destaca que la información relativa a los sucesos suele ser la más problemática, un auténtico talón de Aquiles de la prensa española. Tamara Puig destaca la importancia del lenguaje que se usa cuando se abordan este tipo de noticias: “(…) robo , tiroteo , asesinato, patriarca, reyerta , clan . .. Son palabras peyorativas que se asocian, en la mayoría de los casos, al pueblo gitano. Las tenemos que desterrar”, dice. Además, este tipo de informaciones suelen ser pobres en contexto y pobres en fuentes gitanas. Las imágenes que se usan no suelen ser deontológicamente correctas (no se suele pixelar a los y las protagonistas), se dan datos innecesarios que vulneran la protección de las personas implicadas y no se suele rectificar en caso de que sea necesaria un rectificación.
Ejemplo de mala praxis periodística recogida en el informe ‘Periodistas contra el racismo’.
Asimismo, la disolución de fronteras entre géneros (información y opinión) que se ha producido en los últimos años y el uso cada vez más común en la prensa de un lenguaje adjetivado, subjetivo, con apreciaciones innecesarias y cargado de contenido hace que sea difícil encontrar informaciones puramente informativas , hecho que va en detrimento de una información neutral. En la información de sucesos este fenómeno es claramente evidente.
¿Cómo se trabaja desde los medios para combatir el antigitanismo?
Sin embargo, no todo son malas noticias y ya hay quien trabaja desde los medios para cambiar el paradigma de lo descrito anteriormente. Dos buenos ejemplos son Sarah Babiker, de El Salto , y Meritxell Rigol, periodista independiente , las dos vinculadas a Rromani Pativ . Ambas destacan que es necesario mirar hacia el pueblo gitano más allá del apartado de sucesos y de los reportajes en los que se muestra la pobreza o la vulnerabilidad. También insisten en la necesidad de superar la folklorización. “Uno de mis primeros reportajes sobre comunidad gitana en El Salto lo ilustré con una foto de una bailaora”, reconoce Babiker. Lo rectificó en cuanto se dio cuenta, pero asegura: (…) Es muy difícil desquitarse de determinados mecanismos o imaginarios con los que hemos sido socializadas desde pequeñas”. Por eso es necesario deconstruirse. Meritxell Rigol lo hace escuchando e intentando aprender. “(…) desde la humildad y la consciencia de que desconocemos la realidad; y con predisposición para entender y aprender. Es algo básico”, explica para lamarea.com.
En el abordaje de temas concernientes al pueblo gitano, Rigol asegura que es fundamental tener en cuenta el contexto histórico que atraviesa estas comunidades . “Si hablamos de población gitana y sistema educativo, no podemos obviar la parte material, los altos índices de pobreza de esta población. Tenemos que tener una mirada contextualizada y tener en cuenta la discriminación histórica que atraviesa esta minoría perseguida, criminalizada y marginalizada hasta el día de hoy”. Para la periodista catalana también es muy importante incorporar fuentes gitanas que ayuden a entender qué está pasando y, sobre todo, porqué; algo con lo que coincide Sarah Babiker.
Buscar nuevos temas, nuevas voces expertas en diferentes ámbitos y visibilizar la diversidad del pueblo gitano con el objetivo de ayudar a romper estereotipos son algunas de las recomendaciones que hacen estas dos periodistas.