Economía

Subvencionar el negocio de la guerra: 15 millones en ayudas públicas para las mayores fábricas de armas

Cuatro de las cinco mayores fábricas de armas de España se han llevado más de 15 millones entre 2019 y 2023. Indra Sistemas ha sido la más agraciada, con 6,14 millones.

Comentarios
  1. VERGÜENZA, VERGÚENZA y VERGÚENZA.
    En lugar de apostar por la paz, la cooperación, el entendimiento entre los pueblos…
    Verdaderamente el espíritu del diablo está rigiendo hoy el Planeta Tierra.
    Dicen que las fieras matan sólo lo que necesitan para su subsistencia así que nos pueden dar lecciones de humanidad a los seres racionales.
    Decía Martín Luther King: «Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos».¿qué diría hoy?
    Las personas con valores estorban hoy más que nunca en el mundo, ya quedan pocas, y las que quedan, los medios de comunicación las silencian.

    EL ENIGMA DE LA IMPORTACIONES MILITARES DE ESPAÑA DESDE ISRAEL
    Un laberinto de cifras y secretos.
    Alejandro Pozo, investigador del Centre Delàs, coautor del informe «Negocios probados en combate», destaca la dificultad de obtener cifras fiables en este ámbito. «Es totalmente lo opuesto a una política de transparencia», afirma.
    Un informe de Amnistía Internacional de 2019 resaltó el secretismo que rodea a las ventas de armas israelíes, dificultando el rastreo de dichas transacciones.
    El país no ha ratificado el Tratado sobre el Comercio de Armas, lo que le ha permitido vender material a zonas en conflicto, incluso bajo embargos internacionales, como en Myanmar. La prensa ha reportado que empresas israelíes suministraron material a Myanmar hasta 2022, a pesar de declaraciones gubernamentales de haber detenido estas ventas en 2018.
    La balanza comercial entre España e Israel muestra una notable disparidad: mientras Israel es un cliente menor de las empresas españolas, es uno de los principales proveedores de armas, componentes y tecnología militar a España.
    De 2011 a 2021, España importó material de guerra de Israel por al menos 268 millones de euros, según informes del Ministerio de Defensa. Esta cifra podría ser mucho mayor, dada la naturaleza oculta de muchas de estas transacciones.
    La compra de material militar a Israel no solo fortalece su modelo militar y de seguridad, sino que también contribuye a mantener económicamente viable la ocupación de territorios. Los productos «probados en combate» de Israel, como los misiles Spike recientemente adquiridos por España, utilizados en Gaza, son un ejemplo de cómo el conflicto armado sirve como escaparate y campo de pruebas para el material que luego se comercializa globalmente.
    La influencia de Israel en el mercado global de defensa se extiende a la diplomacia, como se evidenció recientemente cuando suspendió las ventas de material de defensa a Colombia tras la negativa del presidente Gustavo Petro de calificar de terrorismo un ataque de Hamás.
    https://canarias-semanal.org/art/35407/el-enigma-de-la-importaciones-militares-de-espana-desde-israel

  2. “La izquierda no se ha planteado parar el desmadre de la industria de la guerra»
    (Arcadi Oliveres – El Salto)
    Los países que tienen guerras curiosamente jamás han fabricado armas. Si vemos qué es lo que hace Yemen, Siria, Afganistán, Sudán del sur, Libia…, veremos que no fabrican nada. Las armas que utilizan en las guerras proceden mayoritariamente de países ricos, entre ellos España. Somos causantes de la guerra. Como resultado de ello, cerramos injustamente nuestras fronteras para que no vengan, pero para eso también hay que emplear la violencia.
    En España la objeción fiscal al gasto militar nació en 1983, a raíz de la incorporación en la OTAN el año anterior. En aquel momento se habló de que para homologar todas las fuerzas armadas españolas, con sistemas de la OTAN, hacía falta incrementar mucho el gasto militar, presupuesto de tecnología, presupuesto de fabricación de armas, etc… Nos dimos cuenta de que esto era una barbaridad y empezamos a practicar la objeción fiscal, siguiendo el paralelismo con lo que ya se hacía de la objeción de conciencia al servicio militar.
    Había personas que no querían participar en la preparación de la guerra con su cuerpo y su esfuerzo y por tanto se declaraban objetores de conciencia. Entonces lo mismo pasa con los que no querían participar con su dinero en la financiación de la guerra. Eso significa que en sus impuestos, que es donde se puede actuar, se deja de pagar el porcentaje que el ministerio de defensa tiene en el gasto en los presupuestos del estado. Si el gasto militar es un 4% de los presupuestos y a mí me toca pagar 100, pagaré 96 porque tampoco quiero dejar de abonar esta cantidad al estado. De manera que lo que se hace es elegir una ONG o alguna acción social, entregar esos dos euros restantes y decirle a Hacienda: “A mí me tocaría pagar 100 pero como dos se los van a gastar muy mal, ahí tienen los otros 96”.
    Evidentemente el acto no está reconocido por la ley y si te cogen, que no siempre pasa, pueden exigirte esa cantidad. Hasta ahora tú dejabas de pagar los dos euros, te los reclamaban y además te añadían una multa o unos gastos de embargo y acababas pagando ocho.
    Hay una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en la que al objetor le dijeron que debía pagar solo el reembolso pero no la multa.
    Con buen criterio, la sentencia advertía que Hacienda solo puede imponer una multa cuando por parte del declarante ha habido voluntad de engaño. Es evidente que el objetor no la tiene porque desde el primer día acude con el recibo de la ONG o asociación a la que ha donado. Una sola sentencia no crea jurisprudencia pero entiendo que hay que ir acumulándolas para que, al final, esto sea así.
    La objeción financiera es negarse a poner el dinero en un banco para que acabe invirtiéndose en armamento, empezando por el BBVA que es el que más invierte en esta industria.
    Creo que nunca ha habido un planteamiento serio por parte de las fuerzas progresistas, si es que lo son, para parar el desmadre de la industria de la guerra. Por desgracia, el tema del gasto militar es un tema de estado y los partidos políticos nunca han entrado en profundidad en esta cuestión. Es moralmente ilegítimo tener este gasto militar, que no se debería reconocer jamás. Esto no se han atrevido a ponerlo en cuestión ni los partidos de derechas ni los de izquierdas, ni aquí ni en muchos otros países.

  3. Fonsi : pero si tú eres uno de esos que circula por los barbechos y va en alpargatas al curander@ , ¿ carreteras y médic@s , para qué ……….? ,je ,je . Fonsi , Fonsi : no nos vengas con mandangas a estas alturas ; que tú eres uno de esos a los que os van » las mamandurrias » , de tú ya sabes……….
    Salud.

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