JORGE CALDERA | Aún recuerdo cuando con el nacimiento del periódico El Mundo no fueron pocos los sindicalistas, políticos de izquierda y progresistas en general, que vieron en él una alternativa a un periódico como El País que había tomado “las de Villadiego” -como el PSOE de Felipe González-. El Mundo era la alternativa roja a la cada vez mayor presencia de medios que, aunque autodenominados progresistas, hacían de voceros de intereses cercanos al empresariado y no al pueblo. No duró mucho el espejismo y, más pronto que tarde, comenzamos a ver cómo un periódico alternativo se convirtió en un medio que solo le faltaba la grapa para ser el ABC.
Si El Mundo tomó “las de Villadiego”, laSexta ha pillado “las de Villarejo”. Medio que siempre se ha autodenominado progresista, para la gente de izquierda, plural, “más periodismo”, la luz que guía a los progres por el camino de lo auténtico, un genuino alcázar de la veracidad más verdadera, donde las injerencias de los de arriba no llegan a decidir líneas ni políticas editoriales, se nos ha demostrado otra cosa muy diferente.
Sin ser ingenuos, laSexta está construida como fórmula para llegar a una audiencia de izquierdas huérfana de referentes audiovisuales, ya sea por los abusos en TVE, la tendencia evidente de Antena 3TV y la programación de “pan y circo” a la que nos tiene acostumbrado Tele 5. Por lo tanto, planificada como cadena progre pero ideada por grupos más de derechas que el grifo del agua fría, sus intereses son económicos y también de control, cadena preformativa del ideario colectivo.
Y consiguió el éxito, claro que lo consiguió. Programas progres trufados por algún derechón, donde se daba cabida a información con una visión más plural. Programas donde las trufas se fueron convirtiendo en protagonista del plato y del plató, y donde la información política copió modos de formatos “frívolos” en los que se encontró un Jorge Javier como presentador y una Belén Esteban como tertuliano. Frivolización y espectacularización de formatos políticos, que pasó de dar esta información de forma distinta a ser un mero entretenimiento en prime time. O eso pensábamos, como ilusos.
Hace tiempo que es evidente la cacería mediática y política a dirigentes de partidos nacionalistas catalanes y vascos, y evidentemente a miembros de Podemos. Creo que, a muy pocos de nosotros, nos ha sorprendido escuchar los famosos audios que dejan claro el cómo se construyen noticias, y cómo se dinamita la democracia por medio de la creación de información contra los enemigos políticos. Lo novedoso no es la información, sino que tengamos pruebas.
Claro que laSexta ha hecho mucho daño a partidos y personas, sobre todo porque durante un tiempo se ha trabajado ese rol de imparcialidad y de progresismo, cuando al final ha sido una herramienta creada para desacreditar al enemigo. Estamos acostumbrados y acorazados ante las noticias de OkDiario, de La Razón, de Antena3TV, y de las patochadas de algunos presentadores de Cuatro, pero nos ha costado -a mí mucho, lo reconozco- darnos cuenta que desde los programas espectáculos, los tertulianos enciclopédicos y las entrevista constantes a los Pepe Bono, lejos de hacer periodismo independiente se ha manipulado para acabar con el rival político para lograr la vuelta a la normalidad democrática, a que vuelvan a mandar los de siempre.
Y aunque es cierto que existen medios impresos y digitales que lejos de ser imparciales intentar hacer periodismo desde la verdad (sin ocultar su tendencia ideológica en su editorial) en el ámbito audiovisual andamos bastante solos. Quizá eso explica el porqué cada vez veo -me atrevería a utilizar el plural, vemos- menos televisión y sigo más medios alternativos, entendiéndose el término como que te dan otra visión y no como medios minoritarios, rojos y antisistemas, que es como nos lo intentan vender los grandes medios alineados con el poder económico y político, si es que dichos términos no son cuasisinónimos.
Lo que está claro es que andamos buscando nuestra guía mediática, y vista la experiencia, lo mejor es no buscarla sino construirla, desde cada uno de nosotros, desde una visión crítica a los medios, y desde la valoración de toda la información que nos llegue. Existen evidentemente excepciones, impresos algunos y otros de nuevos formatos híbridos de procedencia radiofónica pero de consumo también audiovisual. Podcast con más reproducción en plataformas de vídeo que de audio y medios digitales donde se hace periodismo, desde la ideología, pero veraz y de calidad.
Hemos de formarnos y prepararnos, dejar de consumir información y dotarnos de herramientas para llevar a cabo una selección de periodistas y medios, y siendo muy críticos con todo aquello que nos llegue.
El Cuarto Poder cuando se mezcla con alguno de los otros poderes deja de ser una herramienta de fiscalización de la actividad económica, política, financiera y social para convertirse en herramientas de marketing donde la mentira es la base.
Como decía el gran Julio Anguita, a comer y a cenar cada uno a su casa.
*Jorge Caldera Serrano es profesor de la Universidad de Extremadura y secretario de Coordinación Ejecutiva de Podemos Extremadura. También es suscriptor de ‘La Marea’
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