El ambiente en el Congreso de los Diputados es de día histórico, un concepto que se ha repetido demasiadas veces en los últimos tiempos. El patio que da acceso al hemiciclo hervía en las horas previas al inicio del debate de investidura, y alcanzó el culmen durante la llegada del presidente en funciones, Pedro Sánchez, en torno a las 11.30 horas. En los exteriores, decenas de personas comenzaban a concentrarse para mostrar su rechazo a la investidura y a la amnistía pactada con los partidos independentistas.
En su discurso, de algo más de una hora y media de duración, el candidato a la reelección ha comenzado presentado su proyecto político cono una alternativa de progreso frente «a las ideas reaccionarias» de los partidos de la derecha y la extrema derecha: «Toca apostar por el avance o por el retroceso», ha afirmado. En ese primer bloque, el líder del PSOE ha asegurado que la ciudadanía española eligió en las pasadas elecciones generales entre dos propuestas; por un lado, la de «las derechas retrógradas» negacionistas del cambio climático y de la violencia de género, y que «desprecian a quienes aman de forma distinta a ellos». Y, por otro lado, la de «unas fuerzas progresistas dispuestas a seguir avanzando».
En un discurso duro, Sánchez ha denunciado que Alberto Núñez Feijóo, tras los comicios autonómicos y municipales de mayo, abrió la puerta de las instituciones a la extrema derecha en hasta 5 comunidades autónomas, dándoles la posibilidad de «influir en la vida de 12 millones de españoles». Entre algunos gritos de «mentirosos» procedentes de la bancada de la oposición, el candidato a la investidura ha desgranado algunas de las medidas llevadas a cabo por el Partido Popular y VOX en territorios como Aragón, Extremadura, Islas Baleares, Comunitat Valenciana y Murcia.
Frente a ello, ha defendido y destacado los avances logrados por el gobierno de coalición en estos últimos tres años y medio: «Defender la igualdad de los españoles es subir el salario mínimo interprofesional, aprobar una reforma laboral que protege a los trabajadores; es revertir los recortes, es eliminar los copagos farmacéutico y recuperar la universalidad del sistema sanitario público. Igualdad es que haya un millón de estudiantes con beca, la subida de las pensiones respecto al IPC o aprobar impuestos a la gran banca y a las energéticas para hacer frente a todas esas medidas», ha espetado entre aplausos de la bancada socialista.
Asimismo, ha sacado pecho por los «buenos» datos económicos logrados por su ejecutivo: «Somos el país de Europa que más crece y el que tiene los datos más bajos de inflación».
Gratuidad del transporte público
Sánchez ha tardado 45 minutos en comenzar a enumerar las medidas que llevará a cabo su gobierno si la Cámara le otorga la confianza para ser investido presidente, tomando como base el documento firmado entre PSOE y Sumar. Respecto al mercado de trabajo, el candidato ha prometido una transformación del tejido productivo «en clave verde y digital» aprovechando los 115.000 millones de euros de los fondos europeos. así como «más y mejores» trabajos con el objetivo de alcanzar el pleno empleo. Para ello, el futuro gobierno pondrá en marcha un nuevo estatuto de los trabajadores y legislará para que el salario mínimo interprofesional alcance el 60% del salario medio.
Con el objetivo de hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo, el líder del PSOE ha anunciado que el nuevo ejecutivo extenderá la bajada del IVA de los alimentos hasta junio de 2024 y aprobará la gratuidad del transporte público para menores, jóvenes y personas en paro a partir del 1 de enero del próximo año para ser «un referente en sostenibilidad medioambiental». Dentro de este paquete de medidas, Sánchez se ha comprometido a revalorizar las pensiones respecto al IPC y a aumentar los recursos dedicados a la dependencia.
El presidente en funciones ha reconocido que las medidas de la pasada legislatura en materia de vivienda fueron «incipientes» y para seguir trabajando en este ámbito ha anunciado más fondos para el bono del alquiler joven y la entrada en el mercado de 183.000 viviendas públicas de «alquiler asequible».
La crisis climática ha sido un eje central del discurso del candidato, que ha informado de su intención para que, a finales de esta década, un 50% del consumo eléctrico esté cubierto con energías renovables. Para ello, entre otras medidas, favorecerá las comunidades energéticas y favorecerá el autoconsumo para triplicar la potencia instalada actual.
«Negociación» frente a la «imposición»
Durante todo su discurso, voces individuales de la derecha y la ultraderecha reclamaban al candidato que hablara de la amnistía pactada con Junts per Catalunya para exonerar a los investigados y condenados por el procés catalán. Ha habido que esperar a las 13.15 horas para que Sánchez hiciese referencia a la crisis política de Catalunya, aunque con críticas directas a las «recetas» del Partido Popular.
Frente a la «imposición» de la derecha, el presidente en funciones ha propuesto apostar por la»negociación»: «En el nombre de España, en el interés de España, en defensa de la concordia entre españoles, vamos a conceder una amnistía a las personas encausadas durante en el procès catalán», ha afirmado. No obstante, ha asegurado entender que haya ciudadanos en contra de esta medida, pero cree que es la única forma de «cerrar la brecha del 1 de octubre» y de convencer a los independentistas «de que España es también un buen país para ellos».
El líder del PSOE ha remarcado que la amnistía «es perfectamente legal» y está amparada por la Constitución. Además de ello, ha recordado los pactos de la derecha en el pasado con los nacionalistas y los indultos llevados a cabo por parte del PP cuando estaba en el Gobierno, «1.400 de ellos en un solo día«.
El candidato ha estado arropado principalmente por su partido, si bien el Gobierno en funciones al completo ha aplaudido su intervención, incluidas Ione Belarra e Irene Montero, cuyo partido ha anunciado hoy que las bases de Podemos avalan el voto positivo de la formación a la investidura del candidato Sánchez.
