Internacional

Ariane Lavrilleux: el periodismo no es un crimen

La periodista fue detenida e interrogada durante 39 horas por publicar una investigación sobre la presunta colaboración de los servicios secretos franceses en el asesinato de civiles en Egipto. No reveló sus fuentes. Toda la prensa, en bloque, salió en su defensa.

Comentarios
  1. EL «CASO PABLO GONZÁLEZ»: PERIODISTA SECUESTRADO EN POLONIA CON EL SILENCIO CÓMPLICE DE ESPAÑA
    La Indiferencia del Gobierno progresista español ante la vulneración de sus derechos más elementales.
    Pablo González es un periodista de origen ruso-español que se encuentra en detención preventiva en Polonia desde el 28 de febrero de 2022, acusado de espiar para Rusia sin que se haya presentado evidencia alguna en su contra.
    González, nacido en Moscú en 1982 como Pavel Alekseevich Rubtsov, es nieto de uno de los «niños de la guerra», aquellos que se exiliaron a Rusia durante la Guerra Civil española. Tras el divorcio de sus padres, se trasladó a España con su madre, donde fue registrado como Pablo González Yagüe. Es licenciado en filología eslava y máster en estudios estratégicos y seguridad internacional, especializado en el mundo postsoviético.
    El periodista con nacionalidad española ha trabajado como reportero freelance para varios medios, incluyendo la Sexta TV, Público, Gara, EFE y Voice of America English News.
    En febrero de 2022, mientras informaba sobre la situación en Ucrania, fue detenido por militares ucranianos, acusado de ser un espía ruso y expulsado del país. Posteriormente, fue arrestado nuevamente en Polonia mientras continuaba su labor periodística.
    La detención de González ha estado marcada por la falta de transparencia y violaciones a sus derechos fundamentales. Ha estado incomunicado y aislado, sin asistencia ni protección consular, y su abogado español ha sido impedido de integrar su equipo de defensa. Además, ha estado sujeto a condiciones de detención inhumanas, como estar en su celda 23 horas al día y someterse a cacheos humillantes.
    El gobierno español, por su parte, se ha desentendido por completo de la situación de este periodista con nacionalidad española y el ministro de Asunto Exteriores, José Manuel Albares, evita responder a los escasos colegas de Pablo González que le han preguntado por esta situación. La fiscalía polaca ha mantenido en secreto las acusaciones, y no ha habido presión ministerial suficiente para facilitar las visitas y la comunicación con González.
    Después de más de dieciocho meses en prisión preventiva en régimen de aislamiento, González sigue esperando un juicio, sin fecha fijada y sin pruebas públicas presentadas en su contra. Su equipo de defensa ha recurrido las decisiones de prolongar su detención preventiva.
    La Comisión Europea ha «recomendado» su traslado a España en espera de juicio, aunque sin tomar cartas reales en el asunto.
    Mientras tanto, la campaña que denuncia la grave injusticia e ilegalidad que se está cometiendo Pablo González en Polonia es silenciada por los grandes medios de comunicación que también han ignorado, en su mayoría, el sangrante caso de este periodista.

  2. Que no maten la verdad eliminando periodistas.
    LIBERTAD JULIAN ASSANGE Y PABLO GONZALEZ.
    Los casos de Julian Assange y Pablo Gonza?lez demuestran que los derechos humanos en el Occidente son una farsa cuando te metes con los poderosos.
    Julian Assange lleva ya ma?s de cuatro an?os en la prisio?n de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, a la espera de ser extraditado a Estados Unidos. Alli? se enfrenta a un juicio por presunta revelacio?n de secretos y a una condena de 175 an?os de ca?rcel. Antes de Belmarsh, soporto? siete an?os de cuasi pri- sio?n en la embajada de Ecuador en Londres. En ese momento, tambie?n esta- ba siendo procesado por una supuesta violacio?n en Suecia; la investigacio?n se abandono? despue?s de nueve an?os sin que se presentaran cargos…
    Ma?rtir del Occidente «libre»

    El «delito» de Julian Assange esta? ma?s claro que el agua. Dijo la verdad, demasiado a menudo, demasiado alto, y en algu?n momento el suelo se calento? bajo los pies de los poderosos. Por muchas razones, el caso de Julian Assange es un caso de flagrante fracaso de la justicia y un esca?ndalo para los derechos humanos en Europa. En ningu?n otro caso se acumulan tanto las rarezas y los fallos del sistema judicial. El hecho de que Julian Assange sea probablemente el periodista ma?s importante de las u?ltimas de?cadas, denunciante de una serie de cri?menes de guerra y corrupcio?n al ma?s alto nivel del Estado, premiado muchas veces y nunca refutado, convierte su caso en un juicio poli?tico y a e?l en un ma?rtir del Occidente libre. Que esta? sufriendo un martirio, en el «Guanta?namo brita?nico», ya lo sen?alo? hace an?os el ex Representante Especial de la ONU para la Tortura, Nils Melzer. Julian Assange esta? sometido a una cruel tortura psicolo?gica que lo corroe y empeora cada vez ma?s su salud. Sus manipuladores en Estados Unidos aceptan que morira?. El caso Assange es tambie?n una advertencia a los colegas periodistas para que no se excedan en la bu?squeda de la verdad.
    Julian Assange se ha convertido en un baro?metro de los derechos humanos en un Occidente supuestamente tan libre….
    El caso de Julian Assange ilumina con dureza la tarea ci?vica que ninguno de nosotros puede eludir. Tenemos que salvar una democracia moribunda y todo lo que va unido a ella: una prensa enferma, un poder judicial partidista, el decai?do espi?ritu democra?tico. So?lo si se invierten las condiciones actuales tendremos, nosotros y Julian Assange, nosotros y Pablo Gonza?lez, una oportunidad de libertad. So?lo en la medida en que luchemos por nuestra libertad, liberaremos tambie?n a Julian Assange pieza a pieza. La mejor manera de hacerlo es siguiendo su esclarecedor ejemplo y denunciando los abusos con toda claridad. Confiemos en que la luz del sol de la transparencia es el mejor desinfectante que tenemos a nuestra disposicio?n. So?lo asi? los derechos humanos volvera?n a brillar y se revelara?n como lo que realmente son: derechos garantizados y exigibles del individuo frente al Estado, en lugar de frases untuosas en tiempos de vacas flacas….
    https://insurgente.org/5-de-julio-por-la-libertad-de-julian-assange-y-pablo-gonzalez-mesa-redonda-y-concentracion-en-jerez-del-la-fra/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.