“Los plásticos tienen un gran porvenir”, fue la predicción del señor McGuire para Ben en su fiesta de graduación en la película “El Graduado” (1967). Llevaba razón. Hoy, unos 50 años más tarde, los plásticos están en la ropa, los móviles, los coches, los supermercados, y también en los océanos. Las campañas de diferentes organizaciones ecologistas denuncian este hecho desde hace años y sitúan la polución que supone para los mares como uno de los principales problemas medioambientales del presente. Por consiguiente, en la Cumbre del Clima de Naciones Unidas, el listón está alto: ¿Qué otro encuentro internacional, sino la COP, podría ser un referente de soluciones creativas para organizar un evento sostenible?
Según el último informe de Greenpeace al respecto, la única solución sostenible para los plásticos de un solo uso es deshacerse de ellos. Una gran parte de estos residuos acaban en los océanos, perjudicando a los ecosistemas marinos y contaminando playas. El próximo año, su producción llegará a las 500 millones de toneladas, un 900% más que en 1980.
Es cierto que los organizadores de la cumbre han tomado algunas medidas. Se regaló una botella de cristal a todos los participantes, que se puede rellenar en los dispensadores de agua distribuidos por todo el recinto. Además, según la estrategia de sostenibilidad de la COP25, todos los caterings del evento priorizan los cubiertos reutilizables o hechos de materiales compostables. Durante los primeros días del evento, es fácil observar el esfuerzo para cumplir este objetivo. Poco a poco han sido retirados los cubiertos de plástico de la cafetería en la Zona Verde y los sobrecitos de salsas en el Burger King han sido reemplazados por dispensadores. Asimismo, las habituales latas de refrescos tuvieron que hacer sitio a botellas de vidrio, como afirma una camarera de una de las cafeterías de IFEMA.
Plásticos en la COP 25
A pesar de todas las medidas tomadas, no hay que buscar mucho para encontrar tapas de plástico en los puestos de café. También saltan a la vista los embalajes de plástico de la cadena Deli&Cia. 100% reciclable, se lee en los contenedores. En toda la COP, los organizadores hacen un esfuerzo para animar los participantes a separar la basura correctamente. En los carteles informativos aparecen imágenes de embalajes 100% compostables, pero a diferencia de los plásticos convencionales, estos brillan por su ausencia. No es de extrañar porque todavía no existe el plástico compostable. Un estudio de la Universidad de Plymouth afirma que el deterioro completo de estos materiales no está comprobado, y Greenpeace advierte que son una invitación para las multinacionales a seguir usando plásticos desechables, presentándolos como alternativas sostenibles.
“Es excelente ver esfuerzos para reducir el plástico en la COP25, pero aún así, se ve mucho en las cafeterías. Además, hay un problema creciente por sustitutos como los vasos de papel, tratados químicamente, y por lo tanto, no reciclables”, opina Grazyna Pulawska, gerente mayor de proyectos de la Fundación Asia-Europa (ASEF). Es cierto: los vasos de papel son omnipresentes en la COP25, tanto en los dispensadores de agua como en los espacios que proveen café gratis para despertar a los participantes exhaustos de la cumbre. “No estamos listos para organizar una COP libre de plásticos,” añade Pulawska.
Pocos eventos
La Fundación Asia-Europa es de las pocas instituciones que organiza eventos para confrontar este problema en el ámbito de la COP. En dos semanas de charlas y negociaciones hay solo tres eventos destinados explícitamente al uso de plástico. Uno de ellos es la mesa redonda sobre estrategias ‘3R’ –reducir, reciclar, reusar– en Europa y Asia. Rápidamente se pone de manifiesto la complejidad del problema. Se ponen sobre la mesa asuntos como los envases de plástico que requiere el comercio transnacional, las grandes inversiones en sistemas de reciclaje que luego requieren un constante flujo de plástico para su amortización, y las millones de toneladas de basura despachada de Europa a Asia, donde, al igual que en Europa, no es reciclada adecuadamente.
En España el porcentaje de envases reciclados oscila entre el 25% y el 80%, según la fuente. Este hecho plantea dos retos más: lo que pasa con nuestros residuos no es para nada transparente. Y el problema no se resuelve tan solo con separar la basura correctamente.
“La solución tiene que ser multidimensional”, explica el doctor Lewis Akenji, director ejecutivo de la consultoría estratégica Seed y ponente del coloquio de estrategias 3R. “Tenemos un largo camino por delante, y solo empezamos a entender la complejidad del asunto.”
Una Contracumbre sin plásticos
Mientras tanto, en la Cumbre Social por el Clima, organizada en la Universidad Complutense por diferentes colectivos, la comida se sirve en platos de porcelana con cubiertos de metal. Los alimentos, procedentes de diferentes fuentes locales, son entregados en cajas de madera, como afirma Hannah Gómez, del colectivo El Ambigú, que se encarga del catering junto a la organización suiza KochKollektiv. Las regulaciones de higiene casi les obligaron a usar cubiertos de un solo uso, cuenta Francisco del Pozo Campos, activo en el colectivo de logística de la Cumbre Social, pero al final consiguieron permiso para usar el lavavajillas profesional de la cantina de la universidad. De esta forma lograron organizar un evento libre de plásticos desechables. En solo cuatro semanas, y sin patrocinadores.
¿Es ésta una solución integral al problema del plástico? “Es muy importante que nos aseguremos de que tengamos mucho menos plástico en la sociedad,” afirma Lewis Akenji. Pero también advierte de una “perspectiva reduccionista” y enfatiza que “necesitamos una combinación de las medidas 3R. (…) Cuanto más lo hablemos, mejor entenderemos la complejidad del problema y encontraremos soluciones adecuadas.”
Fundación porCausa, Climática y Youth Press Agency han colaborado en la publicación de este artículo.