El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido en el palacio de La Moncloa a las 11h de este lunes 29 de abril para anunciar que va a mantenerse al frente del Ejecutivo: «He decidido seguir, seguir con más fuerza si cabe, al frente de la presidencia del Gobierno de España», ha anunciado.
La intervención de Sánchez se produce tras días de silencio total por parte del entorno del presidente, quien solo se ha reunido con su núcleo más cercano. Los miembros del Consejo de Ministros y los socios de Gobierno desconocían cuál iba a ser la decisión final de Sánchez, que, como anunció en la carta publicada el pasado miércoles, se encuentra pasando un mal momento personal tras los ataques mediáticos y políticos contra su esposa, Begoña Gómez, que han desembocado en la apertura de diligencias por parte de un juzgado de Madrid.
Antes de su comparecencia, el presidente ha acudido al Palacio de la Zarzuela para hablar con Felipe VI y comunicarle su decisión, en la cual ha influido, como él mismo ha reconocido, las movilizaciones convocadas durante el fin de semana para dar su apoyo al presidente como en defensa de la democracia. Así, el pasado sábado, unas 12.500 personas, según la Delegación del Gobierno, acudieron a la sede del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid, durante la celebración del comité federal para pedirle al presidente que se mantenga en el cargo. El domingo a última hora de la tarde, alrededor de 5.000 personas recorrieron la distancia existente entre la ronda de Atocha y el Congreso de los Diputados, en Madrid, para mostrar su «amor a la democracia», según el lema de la convocatoria.
Por su parte, más de 10.000 personas, entre ellas centenares de periodistas, han firmado un manifiesto contra «la campaña de bulos, falsedades y acoso contra los miembros de los dos últimos gobiernos de coalición y otras fuerzas progresistas e independentistas, coordinada y financiada por la derecha política, mediática, empresarial y judicial» que «atenta contra las bases mismas de la democracia parlamentaria, y deja inerme al Estado de Derecho».
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) aprobó el sábado una petición mediante la cual hace un llamamiento a todos los periodistas «para que denuncien y rechacen a aquellos compañeros y medios que denigren y desprestigien la profesión y que vulneren el Código Deontológico».
En su carta, Pedro Sánchez expresó su necesidad de “parar y reflexionar: me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor”, aseguró. La demanda de Manos Limpias que ha dado origen a la apertura de diligencias judiciales está constituida por recortes de tabloides de extrema derecha, entre los que incluso se incluyó el bulo publicado por The Objective en el que el digital atribuía una subvención a la esposa del presidente del Gobierno, que, en realidad, había sido adjudicada a otra persona con ese mismo nombre.
El pseudosindicato de Miguel Bernard, por su parte, ha reconocido que su denuncia se basa sólo en informaciones periodísticas “ciertas o no”.
(Noticia en ampliación)