Tener información sirve para estar curados ante los relatos interesados, porque cura ante la amnesia y la desmemoria de la que se sirven muchos para intentar pastorear las voluntades. El PSOE, Sumar, Podemos, IU y cualquier partido con responsabilidades de gobierno se plegarán ante una petición militar concreta de EEUU y la OTAN de manera absoluta. Todos, absolutamente todos, cuando han estado en el Gobierno han tenido que tragarse las palabras, los valores, las propuestas y la ideología para callarse ante la soberanía militar cedida.
El PSOE hará lo que le diga la OTAN porque cree en ello, no importa lo que piense sobre el genocidio de Israel, y Sumar e IU no harán nada porque no tienen fuerza para nada más; y si quieren seguir en el Gobierno, tendrán que ceder y plegarse. Lo mismo que hizo Unidas Podemos en su momento. Cualquiera que haya participado en un gobierno en España no tiene ninguna legitimidad moral para señalar al resto por hacer lo mismo que ellos hicieron. Ninguna legitimidad porque las pruebas son devastadoras.
El gobierno de Pedro Sánchez no puede presentarse como referente internacional en la crítica al genocidio de Israel por haber ido a decirle a Benjamin Netanyahu que está mal matar inocentes y que hay que respetar el derecho internacional mientras participa por la vía de los hechos en la represión del pueblo de Palestina siendo parte de la estructura militar y la industria que fomenta la agresión contra los gazatíes.
En La Marea publicamos cómo una frase de Pedro Sánchez que reconocía que Israel no estaba cumpliendo el derecho internacional humanitario obligaba a España a suspender el envío de armas a Israel según la legislación común europea –que prohíbe la exportación de material de defensa y de doble uso a los países que incumplen el derecho internacional humanitario–. Nadie del Gobierno quiso responder preguntas al respecto de esa obligación de suspensión de la exportación, y el Ejecutivo sigue enviando ese material a Israel incumpliendo la legislación. Es imposible mantener una posición coherente en España estando en el Ejecutivo al estar supeditado a los intereses de las potencias aliadas como EEUU.
Si para alguien de izquierdas las actuaciones en política exterior son una línea roja, no puede aceptar entrar en un gobierno como el de España, subyugado a instituciones supranacionales, porque eso supone que es incompatible la política que España está obligada a hacer, o que hace de manera voluntaria por los partidos mayoritarios, con el respeto a los valores fundamentales de los derechos humanos. El posibilismo y el pragmatismo institucional implican asumir esa contradicción: quien no quiera asumirla tiene que decidir que la política institucional estatal le estará vetada en el gobierno. Es una opción como otra cualquiera, muy respetable, pero lo que no es respetable es el cinismo de quienes se atreven a juzgar con severidad, cuando no tienen carteras azules del Consejo de Ministros o puestos de alta responsabilidad institucional, el mismo comportamiento que tuvieron estando en el Gobierno.
La misión en el Mar Rojo
Jose Julio Rodríguez, el eterno paracaidista de Podemos y exJEMAD, reaccionó de manera escandalizada ante la misión internacional en el Mar Rojo para garantizar el comercio internacional ante la amenaza yemení en el Golfo de Adén y el Estrecho de Bab-el-Mandeb: “Y ahora nos lo explicarán… Es muy difícil de justificar lo injustificable. #NoEnNuestroNombre«. Claro, a los que conocemos el pasado militar de este señor se nos ponen los ojos como platos. José Julio Rodríguez era el JEMAD cuando se instauró la Operación Centinela y la Operación Atalanta. Una operación militar internacional que opera en el Golfo de Adén, el mismo sitio en el que operará la nueva misión, y en las aguas territoriales de Somalia para garantizar los intereses pesqueros internacionales.
José Julio Rodríguez visitó como JEMAD en 2009 y 2010 al destacamento Orión, que se encontraba desplazado en Yibuti, en el mismo Estrecho de Bab-el-Manded donde se desarrollará la nueva misión. Las notas de prensa del Ministerio de Defensa no dejan espacio para la negación de la memoria. La operación actual en el Mar Rojo es una ampliación de la que llevamos haciendo desde 2008 para garantizar que nuestra flota pesquera expolie los recursos de Somalia. Es una derivación de las tropas españolas ya presentes en la misma zona en la que nuestro país lleva operando de manera ininterrumpida desde el año 2008.
Precisamente por no suponer un cambio sustancial en la misión no es preciso que el Congreso apruebe el envío de tropas, porque llevan años allí y ya se sometió a votación. Más de 15 años con militares desplazados en Somalia y Yemen para hacer lo mismo que se va a hacer ahora y que ha generado escándalo en los mismos que han callado de manera vergonzante cuando tenían responsabilidades en el Gobierno. Nunca jamás se puso sobre la mesa el final de esa operación.
La misión en el Mar Rojo de ahora es una vergüenza porque es una estrategia imperialista que trata como colonias a las naciones más desfavorecidas en el marco de la operación genocida de Israel contra Gaza. La misma vergüenza que era la que dirigía José Julio Rodríguez y se ha realizado de manera lineal con gobiernos del PSOE y el PP y con el último gobierno de coalición de Unidas Podemos y ahora con el de Sumar. Ninguno ha levantado la voz estando en el Gobierno, solo lo hacen cuando salen para fingir que les importa.
Podemos, ayer, acudía al pleno en el Congreso con camisetas para que cese el envío de armas a Israel. Una loable causa que defienden ahora que ya no están en el Ejecutivo, como si la ocupación de Israel y las operaciones de castigo contra Palestina hubieran comenzado en octubre de este año. Pero cuando Ione Belarra no llevaba camisetas y era ministra del Gobierno, este humilde periodista preguntó a la misma Ione Belarra si podía contestar unas preguntas sobre el envío de armas de su gobierno a Israel mientras era investigado por el TPI y cuál era la posición de Unidas Podemos y de su ministerio al respecto. Nunca contestó.
En aquel momento no le interesaba demasiado la paralización del envío de armas porque era parte responsable de ese envío. El artículo que escribí versaba sobre el voto a favor de Unidas Podemos en el gasto militar y el envío de armas a Israel y Arabia Saudí. Durante el periodo de su partido en el gobierno, Podemos votó también a favor del envío de armas en el Parlamento Europeo a Ucrania por valor de 500 millones de euros el 7 de abril de 2022 y Podemos votó a favor de ampliar la presencia de la OTAN en los países del entorno de Rusia en una resolución del Parlamento Europeo con fecha de 1 de marzo de 2022. Todo aquello con lo que ahora se declaran indignados se ha hecho con su voto y participación.
Pero había más. En el periodo en el que Pablo Iglesias fue vicepresidente del Gobierno e Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales, se exportó a Israel armamento de manera industrial. En el año 2021 se exportó a Israel 17.736.842 euros con 69 licencias que incluían armas con cañón y armas automáticas. Bombas, torpedos, cohetes y misiles. Visores de armas, ordenadores de bombardeo, equipo de puntería para cañones y sistemas de control para armas. Aeronaves no tripuladas y vehículos aéreos teledirigidos.
En el año 2022 exportó a las Fuerzas Armadas de Israel (IDF), por valor de 13.010.804, bombas, torpedos, cohetes, misiles. Carros y otros vehículos militares armados y vehículos militares equipados con soportes para armas o equipos para el sembrado de minas. Meses después de la venta de armamento en 2021, el Gobierno de Israel volvió a realizar una campaña de castigo contra Gaza que acabó con 24 muertos, entre los que se encontraban seis niños. En marzo de 2021, cuando España vendía armas a Israel con Pablo Iglesias de vicepresidente e Ione Belarra de ministra, el Tribunal Penal Internacional abría una investigación contra Israel por crímenes de guerra sin que ningún miembro del gobierno de Unidas Podemos pidiera que se parara de enviar armas a Israel. Es el mismo Tribunal Penal Internacional al que ahora que están fuera del gobierno dicen que quieren llevar a Benjamin Netanyahu.
No hay ninguna diferencia entre Sumar y Podemos al respecto. Los ministros de Sumar no tienen como prioridad las actuaciones de España en política internacional y se subsumirán de manera absoluta a las decisiones en política internacional del PSOE. No habrá diferencia alguna, ni presión al respecto para cambiar la posición con respecto a la OTAN ni a la presencia militar de España en misiones como las del Mar Rojo en el presente, ni la del Golfo de Adén desde 2008. Tampoco habrá ningún cambio sobre la posición de España con Marruecos y la represión del Sáhara Occidental, y al respecto de la posición ante Israel y EEUU no se irá más allá de políticas de declaraciones como las que ha habido en esta crisis.