BUENOS AIRES | Argentina viaja por un túnel que aún no se sabe dónde desembocará. La mayoría de las encuestas que vaticinaban una ventaja de Javier Milei por encima de Sergio Massa, se equivocaron en el orden. En esta primera vuelta, ha sido el candidato Massa (Unión por la Patria) quien ha conseguido el mejor resultado, con un 36,4% de los votos. El ultraliberal Milei (La Libertad Avanza) ha tenido que conformarse con el segundo lugar y el 30,07%. Finalmente, Patricia Bullrich obtuvo el 23,8% de las papeletas, mientras el cuarto y quinto lugar han sido para el candidato de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País), con el 6,8%, y para Myriam Bregman, del Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad, quien se ha quedado con el 2,6%.
Con este resultado, Milei se desdibuja en su fuerza arrasadora anti casta y tendrá que medirse en segunda vuelta el próximo 19 de noviembre con el oficialista y actual ministro de Economía, Sergio Massa.
Argentina cumple 40 años de democracia. Y en estas elecciones fue a las urnas para elegir a representantes para la presidencia y vicepresidencia, además de 130 escaños en el Congreso Nacional y un tercio del Senado, con 24 miembros en ocho provincias. Tres gobernaciones también eligieron representantes. La más importante fue la Provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof, actual gobernador peronista y kirchnerista, fue reelegido en el cargo con más del 45% por ciento de los votos en ese territorio que es el más disputado por tener el 37 por ciento del padrón nacional.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aguarda el recuento de votos para definir si irían a segunda vuelta los candidatos Jorge Macri (Juntos por el Cambio) y Leandro Santoro (Unión por la Patria).
Las elecciones de 2023 permanecerán en la memoria de la ciudadanía argentina como unas de las más inciertas, sorpresivas y emocionales. En primer lugar, por la apatía electoral. Estas elecciones presentaron una tasa de abstencionismo nunca antes vista desde el regreso de la democracia, en 1983. De acuerdo a datos de la Cámara Nacional Electoral, en las PASO, las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del mes de agosto, votó el 70,4% del padrón argentino, y en este octubre se llegó al 77,6%. Pero un dato persiste y es notorio: algo más de 9 millones de personas no concurrieron a ejercer su derecho de voto en esta elección. ¿Apatía? ¿Castigo hacia la clase política?
El escenario electoral argentino de este 2023 también está marcado por figuras políticas nuevas y situaciones inesperadas. El ultraliberal Javier Milei, que había obtenido un impactante resultado en las elecciones primarias PASO con el 30%, no consiguió imponerse a sus rivales este domingo 22 de octubre. El escorpión Milei se desvaneció y no logró moverse de ese 30% obtenido hace dos meses. “Milei es un candidato que no da garantías de gobernabilidad y presentó fallas éticas, errores en la estética de sus apariciones públicas de show artístico que lo único que hizo fue afianzar a sus electores fieles, pero no logró ampliarse a otros potenciales electores”, asegura el sociólogo Eduardo Fidanza en entrevista con una radio local argentina. Por otro lado, el equipo que le rodea se asemeja más a una comparsa bizarra que a un futuro gabinete, y sus miembros proponen portar armas y que los hombres puedan renunciar a la paternidad.
En el cierre de campaña de La Libertad Avanza de la semana pasada, el inspirador de Javier Milei, el economista Alberto Banegas Lynch (hijo) lanzó una propuesta: cortar relaciones con el Vaticano. Los valores institucionales que cuestiona Milei y la insistencia en una “sociedad de mercado” por encima de ideas de lo “colectivo” parecen no haber convencido por completo a los argentinos para llevarlo a un triunfo rotundo. Importante remarcar que, para vencer las elecciones en esta primera vuelta de octubre 2023, el candidato vencedor debería haber obtenido un 45% de los votos, o un 40% con una diferencia del 10% con el segundo candidato. Ninguno de esos escenarios ocurrió y, por lo tanto, Massa y Milei irán a segunda vuelta el próximo 19 de noviembre.
También es notorio que en estas elecciones haya triunfado un candidato como Massa, actual ministro de Economía en una situación agravada por la situación inflacionaria y una fragmentación interna del peronismo y kirchnerismo en que él se posiciona con una identidad propia llamando a la unidad nacional. El escándalo de corrupción de Martín Insaurralde, ex jefe de ministros, funcionario del gobernador Axel Kicillof, que apareció en imágenes en un lujoso yate por Marbella en plena campaña electoral, tampoco parece haber impactado en la figura de Sergio Massa.
Dos escenas cierran la noche de este 22 de octubre. Milei se ha dirigido a sus seguidores desde su centro de campaña. Ha apelado a la libertad, al cambio y ha arremetido contra el kirchnerismo como nunca antes, asegurando que esa fuerza “representa el populismo versus la república (de La Libertad Avanza)”. El canditado ultra ha comenzado a suavizar su discurso contra la tercera fuerza de Patricia Bullrich, Juntos por el Cambio, quien sacó el 23% y forma una coalición nacional de radicales y tendencias de centro derecha entre cuyas filas se encuentran el ex presidente anti kirchnerista Mauricio Macri. “Cambiamos o nos hundimos. Tenemos que trabajar juntos para terminar con el kirchnerismo”, ha desafiado Milei con voz ronca y un guiño a Juntos por el Cambio.
Massa desde su centro de campaña, ha subido solo al escenario. Cristina Kirchner no estaba; Alberto Fernández, tampoco. Se ha mostrado emocionado y, con relativa calma, se ha dirigido a sus seguidores, quienes le han recibido con efervescentes bombos y gritos. El actual ministro de Economía se ha referido a los principios de protección del Estado: “La grieta se murió y empieza una nueva etapa el próximo 10 de diciembre”.
Argentina es un país de extremos, de polaridades ideológico-partidistas, de emociones que se jugarán por dos modelos de país en la segunda vuelta del próximo 19 de noviembre, como si fuera el último latido de su vida.
