Sociedad

La Fiscalía pide 11 años para tres neonazis por intentar matar a un hombre con una camiseta del Rayo Vallecano

La víctima estuvo ingresada 12 días en un hospital e impedido durante 121 días, además de haber sufrido secuelas de por vida.

Comentarios
  1. Historiadores e historiadoras alertan de la invisibilización y la tergiversación de la memoria histórica en los libros de texto. Reclaman para el alumnado, que sabe más del nazismo que del franquismo, un currículum estatal que incluya la represión del régimen o la lucha antifranquista.
    Enrique Díez Gutiérrez, profesor titular de la Facultad de Educación en la Universidad de León, asegura que se quedó atónito cuando llevó a sus alumnos de primero de carrera a ver el documental El silencio de otros. Y no tanto por lo que en él se cuenta, una pieza que navega por las historias de represaliados y represaliadas del franquismo y la lucha de las familias en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación, sino por los comentarios tras el visionado. “Nadie nos había explicado nada de esto”, le comentaron a este profesor, que, movido por esta frase y el déficit palpable sobre memoria histórica con el que el alumnado llega a la universidad, se ha dedicado a hacer un repaso de los libros de texto de Historia….
    https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/exhumando-historia-clase-memoria-historica-aula?utm_source=Semana%2020/05/2022&utm_medium=email&u

    Enrique Gómez, ARMHA:
    Está por hacer aún la historia oficial que, desde nuestra democracia, rescate del olvido a esas personas que fueron asesinadas sólo por su ideología, sin formación de juicio o con parodias que no respetaban los más elementales principios jurídicos.
    No es lógico que un camarero de Mieres o un librero de Zaragoza, por su pertenencia a una asociación memorialista, tenga que responder a las legítimas demandas de un familiar de una víctima del franquismo. ¿Donde está el Estado? Recuperar la historia de estas personas injustamente asesinadas por militares, fuerzas de orden público y paramilitares al servicio de estas instituciones, es un deber de un Estado que verdaderamente quiera tildarse de democrático.
    No se construye bien sobre las ruinas, hay que limpiar el suelo, restañar las heridas recuperando del olvido, despejando el suelo para poner buenos cimientos que aseguren una convivencia democrática perdurable. Condenar franquismo en sede parlamentaria, crear un Libro Blanco sobre la represión, tomar medidas a partir de las conclusiones de dicho libro para normalizar la recuperación de la memoria de esos ciudadanos y ciudadanas, debería llevarlo adelante el Estado, no unas asociaciones privadas, por eso, libros como el de Ana son tan importantes, rellenan huecos de nuestra historia que conviene no olvidar pues, si no, podemos volver a cometer los mismos errores.

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