Internacional

Más de 1.000 trabajadores de ‘The New York Times’ protagonizan una huelga histórica

Los empleados del emblemático periódico exigen subidas salariales acordes a la inflación, mejores planes de pensiones y flexibilidad para teletrabajar. El paro ha durado 24 horas después de veinte meses de negociaciones estériles.

Comentarios
  1. Europeos y españoles podemos sentirnos orgullosos de servir a la gran democracia USA.
    EE.UU. registra en 2022 más de 43.000 personas muertas por armas de fuego.
    ¡Y aún tienen la desfachatez de erigirse como valedores de la democracia y los derechos humanos! ¡Cuánto cinismo!
    La cifra revelada por la Asociación Gun Violence Archive es de 43.600 personas las que perdieron la vida en incidentes de tiroteos acaecidos durante el 2022, el año que ya está llegando a su fin.
    La mencionada asociación ha publicado un informe en el que indica, además, 37.900 personas resultaron heridas en el mismo período de tiempo y por las mismas razones. Esta cifra incluye a 4.400 niños, de los que más de 1.600 resultaron muertos.
    Esto sucede en un país en el que, desde su nacimiento, quienes lo han dirigido no han hecho otra cosa que provocar muerte y destrucción en todo el mundo y en su propio territorio, siempre con el perverso motivo de facilitar las ingentes e insultantes ganancias a un puñado de inhumanos individuos. ¡Y aún tienen la desfachatez de erigirse como valedores de la democracia y los derechos humanos! ¡Cuánto cinismo!

  2. CARCEL DE BELMASH: lugar donde hoy se encierra a Assange y a la libertad de expresión.
    Al otro lado del Atlántico le espera otra cárcel que se convertirá, sencillamente, en su tumba: si los planes de los tribunales estadounidenses prosperan, el fundador de Wikileaks podría sumar hasta 175 años de condena. «La extradición significa la muerte para Julian».
    Criminalización, cárcel y acoso judicial: 12 años de persecución contra Assange y la libertad de expresión
    El periodista aguarda la decisión sobre su posible extradición a EEUU encerrado en la cárcel de Belmash, conocida como «el Guantánamo británico». Una ola de solidaridad llega desde varios puntos del mundo para exigir su libertad.
    Hace 12 años, el periodista Julian Assange pagaba caro su compromiso profesional con la información: el 7 de diciembre de 2010, el responsable de Wikileaks era detenido por primera vez en Londres. El calvario aún no ha acabado: en los próximos días o semanas se sabrá si su siguiente destino será una cárcel de Estados Unidos, donde quieren encerrarle de por vida.
    Blanca Hernández, portavoz de Amnistía Internacional: «la extradición pondría en riesgo los derechos humanos de Julian Assange, pero además tendría unas repercusiones mucho más amplias». En tal sentido, destacó que la extradición y posterior condena en ese país «sería devastadora para la libertad de prensa y para los derechos de la ciudadanía». «No debemos olvidar que Assange publicó información de interés general, lo cual es uno de los cimientos de la libertad de prensa», remarcó.
    Michelle Stanistreet, secretaria general de la Unión Nacional de Periodistas del Reino Unido (NUJ, por sus siglas en inglés) advierte que la extradición de Assange «implicaría graves consecuencias para cualquier periodista que denuncie irregularidades cometidas por el gobierno de Estados Unidos», lo que constituiría «un precedente peligroso y un ataque a la libertad de expresión».
    «Todo periodista tiene derecho a proteger sus fuentes y las autoridades deben poner fin ahora a esta persecución por el bien de la libertad de los medios de comunicación».
    Grandes medios de comunicación se alinean y piden a EEUU poner fin a la persecución de Julian Assange.
    Lula da Silva, Gustavo Petro, AMLO, han alzado su voz contra esta injusticia y han implorado el cese del hostigamiento. (Público)

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