No es ninguna sorpresa que el gasto militar real exceda con creces lo oficialmente consignado a esa partida. Tampoco que el dispendio final supere con mucho lo presupuestado. Ni siquiera llama la atención que el de Defensa sea siempre uno de los ministerios con mayores modificaciones de crédito a su favor. Pero lo que está sucediendo en 2022 sí es extraordinario.
Según el último Extracto de ejecución del Presupuesto, publicado por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), el gasto realizado por el Ministerio de Defensa hasta septiembre supera en 2.803,19 millones de euros lo presupuestado para todo el año, que, oficialmente, eran 10.155,27 millones. No obstante, el presupuesto real (valorando la miríada de partidas ocultas) rozaba los 21.000 millones.
Esto supone (hasta septiembre) un aumento del 27,6% respecto a las cuentas iniciales. En términos absolutos, el exceso en los nueve primeros meses de 2022 es mayor que en cualquier año completo de los últimos 22 (no hay registros anteriores a 2001). Es un crecimiento solo superado en porcentaje, y teniendo en cuenta la anualidad completa, por los registrados en 2012 (43,53%), 2015 (40,47%), 2014 (33,95%) y 2013 (32,51%). Esto porcentualmente hablando, si se tiene en cuenta solo la cantidad excedida, 2022 ya es un año de récord.
La suma del exceso de gasto militar desde 2001 hasta septiembre de 2022 da una cifra total de 29.704,70 millones de euros. De media, durante los últimos 22 años, el presupuesto final de Defensa es un 22,46% superior al inicial.
Defensa es el ministerio con mayor exceso de gasto
En comparación con otros ministerios, el dirigido actualmente por Margarita Robles es, con mucho, el más beneficiado por las modificaciones presupuestarias en lo que va de 2022. Por detrás está el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (+1.995,15 millones de euros); también el de Hacienda y Función Pública (+1.610,85 millones); el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (+1.471,58 millones); Sanidad (+1.160,48 millones), y el de Industria, Comercio y Turismo (+1.061,22 millones).
El gasto total por encima de lo estipulado inicialmente, contando todos los ministerios, es de 13.046,83 millones de euros. En porcentaje, Defensa se lleva un 21,49% del pastel, Transportes un 15,29% y Hacienda el 12,35%.
Es habitual que este ministerio sea de los que más eleva su presupuesto respecto a lo inicialmente consignado. En 2021, por ejemplo, la diferencia a su favor fue de 1.441,12 millones de euros, solo por debajo del de Asuntos Económicos y Transformación Digital (2.985.38 millones) y del de Transición Ecológica y Reto Demográfico (2.733,97 millones).
Un año antes, en 2020, el gasto militar extra fue de 848,82 millones de euros. Por delante, por cuestiones obvias (se pasó lo peor de la pandemia), se situaron las carteras de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social (39.743,4 millones) y Sanidad, Consumo y Bienestar Social (2.635,19 millones). También fue mayor la desemejanza en Hacienda (11.490,4 millones) e Interior (1.156 millones).
En 2019 (sin virus que obligara a tomar medidas excepcionales), la de Defensa se situó segunda en el ranking de las carteras que gastaron más de lo presupuestado: 993,26 millones de euros, por los 1.126,10 millones de Interior (el único por encima).
El gasto militar oculto
En lo que concierne a las modificaciones presupuestarias hay, además, un gasto militar oculto. A él se refiere, en uno de sus habituales estudios, Juan Carlos Rois, antimilitarista y colaborador de Grup Antimilitarista Tortuga (en cuya página web se ha publicado el informe citado), Alternativas Noviolentas o En Pie de Paz. El análisis de Rois, aunque se refiere a agosto de 2022, supone una guía perfecta para encontrar esas partidas escondidas, pero claramente relacionadas con la Defensa.
La principal es la que tiene que ver con los sueldos de la Guardia Civil. En el Avance Comentado del Presupuesto de Gastos del Estado se especifica que el incremento en el gasto del Ministerio del Interior (348,44 millones de euros) se debe en gran medida al aumento de los salarios, tanto de los miembros de la Guardia Civil (128,95 millones) como de los de la Policía Nacional (65,4 millones). El primero es un importe directamente imputable a lo militar, habida cuenta de que, tal y como apuntan en la web oficial de la Guardia Civil, es “un Cuerpo de Seguridad Pública de naturaleza militar”.
A colación de lo anterior, se registra un aumento en las Aportaciones al Mutualismo Administrativo de 18,72 millones de euros. Hay otras dos partidas, las de los Organismos Autónomos Militares, que, aunque dependan del Ministerio de Defensa, tampoco se incluyen en el presupuesto oficial. Sus referencias se incorporan en el apartado de Ejecución del Presupuesto. Organismos.
En concreto, el gasto de más en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial Esteban Terradas (INTA) es de 867.000 euros, mientras que en el Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas) alcanza los 154.000 euros.
Incorporando estas cuatro nuevas partidas a los 2.803,19 millones de euros de gasto extra, la suma final alcanza los 2.951,88 euros de exceso. Y todavía se podrían sumar otras cantidades, subraya Rois en su informe de agosto, pero para ello habría que hacer una estimación, puesto que no están desagregadas.
Se refiere a las clases pasivas (pensiones) destinadas a los militares y sus familias, y al incremento en la aportación del Estado a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), debido, sobre todo, “a las inyecciones económicas a empresas militares, principalmente Navantia”, subraya.