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La desnudez del pacifista ante la guerra

Pensando en la situación de Ucrania y en la paranoia de Putin, habría que preguntarse por qué razones nunca se ha hecho nada para que se apliquen tratados que habrían permitido construir un continente más pacífico

Comentarios
  1. Claro que aumentar el gasto militar es útil. Sirve para incrementar el beneficio de la industria militar. Sirve para seguir siendo obedientes a la derecha, al militarismo, al imperialismo, al enfrentamiento. Todo ello mediante e uso de la violencia legal: Matar y destruir para después reconstruir con nuestros impuestos. Gracias por tu escrito Vicenç

  2. ¿Rebelarse las gentes de a pié?; pero si están más dormidas, manipuladas y robotizadas que nunca…
    Si han salido ahora a la calle es porque lo manda la tele del sistema.
    ¿Los grupos políticos? Si sirven todos al capital, a los señores de la guerra.
    Viví la década de los 80, la del pacifismo, de la gente que pensaba, que opinaba, que salíamos a la calle. Coincidió con la caída, más bien la empujaron, de la URSS, el peón USA, Yeltsin, ya estaba preparado para suceder a Gorbachov en una oscura maniobra conspiranoica, al tiempo que aparecieron en escena y ya sin rival ni complejo alguno los representantes del capitalismo desbocado: Thatcher/Reagan y como bien dices todxs se apuntaron al caballo ganador.
    Ahí empezó el principio del fín. Así lo senti yo y la verdad es que desde entonces no hemos hecho más que recular, recular y recular…..
    ————————————–
    La situación era evitable. El presidente ruso Vladímir Putin llevaba varias semanas, si no meses, instando a una negociación con las potencias occidentales. La crisis se venía intensificando en los últimos meses. Hubo intervenciones públicas frecuentes del líder ruso en conferencias de prensa, encuentros con mandatarios extranjeros y discursos televisados, reiterando las demandas de Rusia, que en realidad eran muy sencillas. La seguridad de un Estado solo se garantiza si la seguridad de otros Estados, en particular aquellos que están ubicados en sus fronteras, está igualmente respetada. Por eso Putin reclamó con insistencia, a Washington, Londres, Bruselas y París, que se le garantizara a Moscú que Ucrania no se integraría a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). La demanda no era una excentricidad: la petición consistía en que Kiev tuviera un estatus no diferente al que tienen otros países europeos, tales como Irlanda, Suecia, Finlandia, Suiza, Austria, Bosnia y Serbia, que no forman parte de la OTAN. No se trataba por lo tanto de evitar la “occidentalización” de Ucrania sino de prevenir su incorporación a una alianza militar formada, como se sabe, en 1949, con el objetivo de enfrentar a la antigua Unión Soviética y, desde 1991, a la propia Rusia.
    La otra demanda rusa, también muy atendible, era que, como quedó establecido en 2014 y 2015 en los acuerdos de Minsk, las poblaciones rusohablantes de las dos “repúblicas populares” de la región ucrania del Donbás, Donetsk y Lugansk, recibieran protección y no quedasen a la merced de constantes ataques de odio como desde hacía casi ocho años. Esta demanda tampoco fue escuchada. En los acuerdos de Minsk, firmados por Rusia y Ucrania con participación de dos países europeos, Alemania y Francia, y que ahora varios analistas de la prensa occidental reprochan a Putin haber dinamitado, estaba estipulado que, en el marco de una nueva Constitución de Ucrania, se les concedería una amplia autonomía a las dos repúblicas autoproclamadas que recientemente han sido reconocidas por Moscú como ”Estados soberanos”. Esta autonomía nunca les fue concedida, y las poblaciones rusohablantes de estas regiones siguieron soportando el acoso de los militares ucranios y de los grupos paramilitares extremistas, que causaron unos catorce mil muertos…
    https://canarias-semanal.org/art/32228/telesur-ignacio-ramonet-la-nuena-edad-geopolitica

  3. ¿sólo 35 intervenciones EEUU? imposible.
    Atilio Borón: Desde hace más de tres siglos Estados Unidos busca imponerse a terceras naciones mediante acciones políticas, económicas y militares en función de sus intereses estratégicos.
    Desde entonces suman más de 300 las veces en que las fuerzas de la nación norteña intervinieron, ocuparon y realizaron diferentes operaciones, según un informe del Servicio de Investigaciones del Congreso de Estados Unidos actualizado hasta 2002, por lo que faltan acontecimientos posteriores.
    Ningún otro país del mundo ostenta tan ominoso récord, algo digno de ser tenido en cuenta en momentos en que la aplastante mayoría de los medios de comunicación y las redes sociales controladas por el imperio se empeñan en demonizar a Rusia, reflexionó el intelectual argentino Atilio Borón.
    Expertos alegan que Estados Unidos en los últimos años implementa nuevas formas de intervención ligadas a la guerra no convencional, que es también una manera de agredir a otro Estado, pero sin el empleo directo de las fuerzas armadas, al menos en una primera etapa.
    Esta modalidad implica el apoyo económico, político y militar de movimientos subversivos internos y solo usan las tropas estadounidense si las fuerzas del gobierno local agredieran a quienes responden a sus órdenes.
    BOICOTEAR A RUSIA ES OBLIGATORIO, MIENTRAS QUE BOICOTEAR A ISRAEL ESTÁ CASTIGADO

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