Análisis | Opinión

Vayámonos de puente, sí, a nuestra memoria

"Ante tal exhibicionismo de irresponsabilidad, solo me queda confiar en la memoria. Individual y colectiva", escribe la autora: "En que hagamos memoria de aquel silencio, de aquel frío, de aquel temor que lo anegaba todo aquellos días".

Comentarios
  1. Mas que frivolizar con ir de puente o a la discoteca hay que pensar en cuanta gente va a los centros comerciales para estar caliente en invierno ya que no pueden permitirse el lujo de calentar bien su casa. Y encima les recomendamos ventilar sus casas, con el gasto extra en energía que eso supone

  2. No, Alfonso, la situación no es la misma. Cuando en marzo algunos políticos y periodistas irresponsables recomendaban acudir a manifestaciones, aun no había muerto nadie ni sabíamos exactamente las terribles consecuencias de los contagios. Ahora si lo sabemos.

  3. Estupenda, y profunda, reflexión. Por favor, no esperes a jubilarse para dedicar algún tiempo a la literatura. Aunque con lo que te gusta viajar no sé yo….

  4. Agonía (desde la ventana de una UCI)

    Ya no me están sirviendo, ni alcanzando las palabras.
    Tampoco me ayudan la esperanza, el optimismo;
    el tragicómico deseo que alude a la fe, la creencia.
    Se maquilla en la promesa, o se refugia en la ilusión.
    Desaparecen, irremediablemente, ante la nada

    que avanza inmisericorde, cruel y despiadada
    sacudiéndonos en la pequeñez de lo que somos;
    esa insignificante existencia en la que nos atiborramos
    de cosas fútiles y nimias, como queriendo llenar los vacíos de la vida.

    Así me encuentra esta agonía inesperada en el final de mi historia,

    de mi obra inconclusa, de todo lo pendiente, lo siempre inacabado;
    …y triste por las sombras que, para tantos, van llegando en la mitad, apenas,

    de sus vidas, yermas, llenas de un bullicio atronadoramente sordo.

    Quejarnos rasgando vestiduras hechas de hipocresías, mentiras, engaños;

    o pretender recuperar aquellos valores… tan perdidos hace… tanto tiempo,

    de los que apenas nos queda el recuerdo y la nostalgia, y el silencio

    de saberlos apenas fantasias de un pasado que ya ni es nuestro;

    irreparablemente muertas por el ensordecedor ruido del progreso,

    del encandilamiento de los reflejos del poder y el dinero, y de la fama.

    Vanidad de habernos creído superiores y dueños de ese mundo hecho para nosotros.

    Y aquí estoy, mirando la libertad por la ventana. Acompañando el vuelo de los pájaros,

    viendo amarillear las hojas en este otoño de sol; de luz apagada y radiante a la vez,

    a través de una mirada moribunda aunque aún no sea el momento,

    el doloroso momento de la despedida, cuanto toda la realidad se contrae en ese último suspiro.

    Y la resignación y la impotencia por no haber sabido construir el mundo que los sueños,

    la utopía y el coraje fueron postergando, aplazado en aras del paraíso prometido,

    de la quimera y los cofres de oro y plata al final del arco iris.

    Hoy, revivo en la memoria de mi piel la ausencia de tu cuerpo junto al mío,

    la nostalgia por aquella increíble travesía a través de la palabra atravesando nuestros cuerpos

    A través de los mares del amor, de la utopía, del deseo y… hoy, de esta agonía

    Carlos Nieto

  5. Completamente de acuerdo, la situación sigue siendo la misma que en marzo, cuando políticos y periodistas, irresponsables, recomendaban acudir a manifestaciones.

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