JOSÉ FORT (L’HUMANITÉ)// El presidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro, acaba de conceder oficialmente asilo político al antiguo agente de la CIA Edward Snowden,actualmente bloqueado en la zona de vuelos internacionales del aeropuerto Cheremetievo en Moscú. Nicolás Maduro subrayó que la actuación de Snowden se dirigía a revelar la «verdad» y le ofreció acogida y seguridad. Durante la noche, también Nicaragua se propuso para acoger al joven norteamericano.
La decisión de Venezuela será celebrada en todo el mundo por las fuerzas democráticas y progresistas. También provocrá un viento de cólera y odio en la Casa Blanca. La primera potencia economica y militar no podrá ya hacer lo que le dé la gana en una parte del mundo, Amércia Latina. Otra región, Europa, ha confirmado su alineamiento con el imperialismo de los Estados Unidos al desviar el avión presidencial boliviano.
Esta decisión de Venezuela se ha tomado con toda seguridad después de consultar con varios países suramericanos y se trata de una nueva prueba que ilustra los cambios puestos en marcha en esta región. Los tiempos han cambiado, el campo de la libertad es más fuerte que nunca pero debe prepararse para afrontar los golpes bajos que sin duda le va a asestar el gobierno norteamericano, sus servicios especiales y sus redes de apoyo locales.
Este artículo ha sido publicado por la web del diario L’Humanité