No hubo sorpresas, aunque sí cierto sabor agridulce. La sociedad de la nieve obtuvo 12 premios Goya en la gala de los premios del cine español de 2024, celebrada en Valladolid. La historia de los 16 supervivientes del accidente en Los Andes de 1972 arrasó en las categorías técnicas, pero también lo hizo en las más importantes. Juan Antonio Bayona consiguió anoche su cuarto galardón como director (el primero lo recogió como mejor director novel) y, por primera vez, una de sus obras ha sido reconocida como la Mejor película del año.
La sociedad de la nieve, megaproducción que competirá en los Oscar en dos categorías (Mejor Película Internacional y Mejor Maquillaje y Peluquería), ha contado con un presupuesto de alrededor de 60 millones de euros, lo que la convierte en la película más cara del cine español. Al recoger el Goya a la Mejor dirección, Bayona destacó cuánto le costó encontrar financiación y cómo durante 10 años tuvo que escuchar que “no era posible, que no se podía hacer una película en español con este nivel de ambición”.
“Se equivocaron”, remarcó el director barcelonés, y agradeció que, cuando estaba a punto de tirar la toalla, vinieran “al rescate los compañeros de Netflix”. Con esta película, la plataforma estadounidense de streaming ha logrado su primer Goya.
A pesar del tono de reproche que salpicó algunas de sus afirmaciones, Bayona enfatizó que su casa “es el cine español” y que se siente orgulloso de pertenecer a esa “familia”. Refiriéndose a los supervivientes de la llamada tragedia de los Andes, también conocida como el milagro de los Andes, el cineasta estableció el siguiente símil: “Pienso en esta gente en la montaña dados por muertos y que pudieron salir trabajando juntos y esa es la idea que siempre he tenido del cine español, que juntos, todos, podemos conseguir lo que queramos”. Para ello, pidió más recursos que hagan posible desplegar “todo el talento que tenemos”.
Más contundente en tono y forma fue la defensa del cine español de Pedro Almodóvar, quien participó en la gala junto a las protagonistas de Todo sobre mi madre para celebrar los 25 años de la película que ganó, entre otros premios, un Oscar. El director manchego contestó, sin citarle, al vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo (Vox), que un día antes había llamado “señoritos” a los productores de cine: “Le voy a decir lo obvio: el dinero que los cineastas recibimos como anticipo lo devolvemos con creces al Estado”.
«En el cine también se acabó»
La voz de Almodóvar no fue la única en defender al cine español, pero sin duda las principales reivindicaciones se centraron en condenar los abusos de poder y la violencia sexual contra las mujeres. “En el cine también se acabó”, dijo Ana Belén al inicio de la gala, que copresentó junto a Javier Calvo y Javier Ambrossi.
“Las mujeres del cine, como todas, no queremos intentos para vivir. Es urgente que todos exijamos certezas de igualdad y eso pasa por condenar todos los abusos y la violencia sexual. Y por revisar de manera profunda las estructuras que lo permiten”, argumentó Ana Belén. En la misma línea se pronunció la vicepresidenta de la Academia de Cine Susi Sánchez: “Se acabó el abuso de poder”.
Estibaliz Urresola Solaguren también aprovechó su turno de agradecimiento al recoger el Goya a la Mejor dirección novel por 20.000 especies de abejas para reivindicar el trabajo de las directoras que la preceden y que construyen una cadena de la que dijo sentirse parte. “Es un orgullo para mí que cada vez seamos más y tengamos más fuerza para decir que se acabó, que no queremos más violencia ni acoso, ni el cine ni en ninguna parte”, afirmó. Su película, una producción independiente, era la otra gran favorita de la noche junto a La sociedad de la nieve. Finalmente, obtuvo tres galardones de los 15 a los que optaba.
“Lo que está sucediendo en Gaza es un genocidio”
“20.000 especies de abejas es una película que habla sobre la importancia de nombrar las cosas, y quería también aprovechar para nombrar lo que está sucediendo en Gaza, que es un genocidio, y que tenemos que pedir a nuestros gobiernos que lo detengan”, dijo su directora.
Urresola no fue la única participante en la gala que recordó la negativa de Israel a declarar el alto el fuego. Varios artistas exhibieron pegatinas con el lema “Stop comercio de armas. Alto el fuego ya” rodeando la palabra Gaza, escrita sobre una sandía, la fruta que se ha convertido en un símbolo de Palestina por compartir los colores de su bandera.
Desde el mismo inicio, hubo gestos a favor del pueblo palestino. Ana Belén posó en la alfombra rosa mostrando la palma de su mano, en la que lucía la pegatina. Por su parte, Alba Flores arrancó su intervención diciendo “Buenas noches y paz para Palestina, por favor”, una petición que recibió un cerrado aplauso.
También hubo referencias a la guerra de Ucrania y a la situación que se vive en Argentina tras la llegada al poder de Javier Milei. A esta se refirieron el Mejor actor revelación, Matías Recalt, por su interpretación de Roberto Canessa en La sociedad de la nieve, el presidente de la Academia, Fernando Méndez-Leite, y Malena Alterio, Mejor actriz por su papel en Que nadie duerma.
Dos Goya para Robot Dreams
Tampoco sorprendió a nadie que Robot Dreams, dirigida por Pablo Berger, se llevara el Goya al Mejor largo de animación, categoría en la que competirá en la próxima edición de los Oscar. Sí fue inesperado que se convirtiera en el Mejor guion adaptado por su versión cinematográfica del cómic de Sara Varon.
El goya al Mejor cortometraje de ficción fue para Aunque es de noche, dirigido por Guillermo García López. La historia de dos niños que viven en la Cañada Real, el mayor asentamiento irregular de Europa, situado a pocos kilómetros de Madrid, es ficción, pero su director no oculta la voluntad de documentar y denunciar la situación que se sufre en uno de sus sectores, donde más de 4.000 personas viven sin suministro eléctrico desde 2020. “Una flagrante violación de los derechos humanos”, en palabras de García López.
La estatuilla al Mejor cortometraje documental fue para Ava, de Mabel Lozano, por su trabajo sobre la explotación sexual de mujeres con discapacidad.
Cerrar los ojos, de Víctor Erice, recibió un único Goya, el concedido a José Coronado en la categoría de Mejor actor de reparto. Creatura, de Elena Martín Gimeno, triunfadora hace una semana en los Gaudí, los premios del cine catalán, se fue de vacío.
Los Goya también premiaron dos trabajos en los que se habla de Alzheimer. Por un lado, Mientras seas tú, el aquí y ahora de Carme Elías fue reconocida como la Mejor película documental por el retrato que hace la directora Claudia Pinto del día a día de la actriz catalana, que fue diagnosticada con esta enfermedad hace cuatro años. Por otro, La memoria infinita (Chile), de Maite Alberdi, obtuvo el Goya a la Mejor película iberoamericana. El presentador de esta categoría, el actor y director mexicano Gabriel García Bernal, aprovechó su intervención para reivindicar la importancia de luchar contra la crisis climática. Fue el único en hacerlo.
Actualización: 18h