Internacional
Jadiya Ali, traductora saharahui: “Es crucial hablar de la hipocresía de los Estados occidentales”
Cincuenta años de ocupación ilegal de un territorio no serían posibles sin la «silenciosa complicidad» de la comunidad internacional. «Enarbolan discursos de defensa de los derechos humanos y del derecho internacional mientras, en la práctica, sostienen al ocupante», denuncia Jadiya Ali.
;)
En el último número de La Marea nos propusimos dedicar nuestro dossier principal al 50º aniversario de la ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos y al papel que España tuvo en aquella traición. Medio siglo después, ya son varias las generaciones de saharauis que han nacido en el exilio. Es el caso de Jadiya Ali, traductora y trabajadora de una ONG y que nació y aún vive en los campamentos de refugiados de Tinduf, en Argelia. Su voz forma parte de una serie de testimonios saharauis recogidos para nuestro dossier.
«A cincuenta años del inicio de la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, es crucial hablar de la hipocresía incesante con la que los Estados occidentales y muchos otros en nuestro propio continente gestionan este conflicto», señala Jadiya, exponiendo un discurso que no difiere demasiado del que esgrimen los habitantes de otros países golpeados por guerras, genocidios, hambrunas o catástrofes. Allí, muy pocos esperan nada ya de Europa después de tantas promesas inclumplidas. «Enarbolan discursos de defensa de los derechos humanos y del derecho internacional mientras, en la práctica, sostienen al ocupante priorizando intereses económicos y estratégicos, entre otros, por encima de la legalidad y la justicia», continúa Jadiya.
El Sáhara Occidental, como Palestina, también es testigo de cómo las resoluciones de Naciones Unidas se quedan en papel mojado. Incluso de cómo las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea se renegocian entre los países implicados para vaciarlas de contenido. El comercio está por delante de los derechos, y «esta silenciosa complicidad –señala Jadiya– legitima la represión sistemática que lleva a cabo el régimen marroquí sobre la población saharaui en los territorios ocupados, donde se niega la libertad de expresión en todas sus formas, se criminaliza la identidad saharaui y se vulneran los derechos humanos de forma continua».
Pero lamentarse por unos Estados cooptados por los poderes económicos no es suficiente. Jadiya va más allá: «Es igualmente urgente recordar que la responsabilidad no recae solo en los gobiernos, sino también en los ciudadanos de esos países, quienes tienen el poder y el deber de exigir un posicionamiento claro y coherente con la legalidad internacional: el reconocimiento del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la independencia».
Su reivindicación interpela directamente al pueblo español, al que un día pertenecieron sus antepasados. Su implicación es necesaria para «poner fin a medio siglo de ocupación ilegal, que divide a un pueblo entero entre campamentos de refugiados y territorios ocupados separados por el segundo muro más largo del mundo, que está sembrado con casi 10.000 minas antipersona y antivehículo. No es solo una cuestión de justicia histórica hacia mi pueblo, sino de dignidad humana y de respeto a la legalidad y al derecho internacional»
Ali, que vive en los campamentos, considera urgente cuestionar el modelo de cooperación y ayuda humanitaria, que a menudo «se diseña sin escuchar a quienes la reciben y sin tener en cuenta la naturaleza política del conflicto, reproduciendo dinámicas de dependencia y silenciando la voz del propio pueblo saharaui». Esos recursos, además, «no siempre responden a las necesidades reales de la comunidad».
«Descolonizar el modelo actual de prestación de ayuda humanitaria –explica Ali– supone poner en el centro la participación de la comunidad afectada, en este caso la saharaui». A su juicio, es necesario «entender que la asistencia no puede ir por separado de la causa fundamental: la necesidad de una solución justa y definitiva que resida en el respeto al derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia. Solo de esta forma la cooperación internacional y la ayuda humanitaria dejarán de ser un parche momentáneo para convertirse en verdaderas herramientas para poner fin a esta injusticia».
Testimonios: Laura Casielles | Edición: Manuel Ligero
Esta entrevista con la traductora Jadiya Ali forma parte del trabajo realizado para elaborar el dossier que ‘La Marea’ le ha dedicado al Sáhara Occidental en su último número. Puedes comprar la revista aquí o suscribirte para seguir apoyando el periodismo independiente.