Crónicas | Sociedad

El Ingreso Mínimo Vital o cuando lo vital, primero, es que llegue

Un estudio de Oxfam Intermón y Future Policy Lab calcula que esta prestación sólo es accesible para un 16% de las personas con derecho a ella. Civio denuncia la falta de transparencia del Gobierno en torno a esta ayuda contra la pobreza severa.

Comentarios
  1. Hace más de 6 meses que estoy esperando una respuesta para recibir mi IMV tramitado en tiempo y forma además de cumplir todos los requisitos.
    En mi expediente se puede ver «En Trámite» sin moverse siquiera, me han informado por teléfono que no tienen suficiente personal para tanta demanda y que espere un año que es lo que están tardando cuando el plazo legal máximo son 6 meses, es un crueldad lo que hacen generando situaciones de extrema vulnerabilidad. Ya hice mis reclamaciones al INSS, Defensor del Pueblo en Madrid y Barcelona tanto presencial como online a ver si realmente hacen algo de verdad para dar soluciones y no más problemas.

  2. Precariedad, represión y hostigamiento al sindicato SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores)
    Óscar Reina, secretario general del Sindicato: somos el sindicato más represaliado de Europa. Llevo 8 años siendo portavoz del SAT y esta es la octava vez que me detienen. Una vez por año. Por temas sindicales por temas políticos. Nos hemos encontrado con persecuciones judiciales, políticas, programas contra esta organización por defender causas justas, derechos en los centros de trabajo.
    Esto nos reafirma en que tenemos razón. Aquí estamos con la cabeza alta porque tenemos la conciencia tranquila y las manos limpias.
    Seguimos luchando, aquí no se rinde nadie.
    (Izquierda Diario)
    Igual que UGT y CCOO, no?

  3. «Los pobres no reciben ayudas porque no las piden»

    Menuda TROLA. Este gobierno lleva 5 años dando más ayudas a los ricos y empresaurios que a gente sin ingresos ni derecho al escudo social.

    Lo peor es la delincuencia que va generando el proceso actual de meter a todos esos pobres en los más oscuros y paupérrimos guettos de ciudades-dormitorio. Pero para eso estan los medios, para acusar de todo lo que pasa a la población pobre y embrutecida, como lo de Barbate.

  4. Pedro Gullón: “Las dos grandes amenazas para la salud pública son el cambio climático y la desigualdad social”
    El nuevo director general de Salud Pública explica en una entrevista en GM que, en estos primeros meses, espera avanzar en el plan de reducción del tabaquismo y en la creación de la Agencia Española de Salud Pública.

  5. Lo más saludable para mente y cuerpo sería trabajo digno para todxs. Y si esto es mucho pedir en un mundo humano sometido por la tecnología en manos del capital que haya renta mínima o ingreso mínimo vital para todxs lxs españolxs, estoy a mil leguas de Vox/PP; pero me parte el corazón ver pidiendo en la calle a personas de diferentes Comunidades del Estado español que van buscando trabajo de Comunidad en Comunidad. Para ellos no hay ayudas de Cáritas, que en realidad Cáritas las recibe de la UE, ni de las ONGs. de ayuda al inmigrante. Son personas con fortaleza que aceptan la realidad y tratan de mantener el ánimo alto; pero ya no son jóvenes y la edad y la precariedad pasan factura a la salud.

  6. El sistema capitalista y la extrema derecha.
    Ya decía Durruti que eran inseparables.
    La extrema derecha instrumentaliza las tractoradas del campo con convocatorias paralelas ‘asindicales’ (El Salto)
    Se puede trazarse una línea entre el grupo formado por fagocitados por la extrema derecha y el de organizados en sindicatos y cooperativas agrarias.
    Los primeros se definen como ‘apolíticos’ y en un enmarañado decálogo de 12 puntos acaban defendiendo las grandes explotaciones que degradan el territorio y envenenan el agua, reniegan del cambio climático y de la UE; los segundos pretenden vivir dignamente trabajando en el sector primario y exigen unas instituciones que regulen mirando al pequeño productor, en vez de al grande y al distribuidor. Todo esto ha convertido a las tractoradas de hoy en un lío y ha desdibujado reclamaciones legítimas.
    “Estamos viendo una instrumentalización de Vox del campo”, resume José Manuel de las Heras, de la Unión Campesina de Castilla y León.
    Considera que el “detonante” del movimiento que está habiendo en toda Europa es que “se ha juntado todo: la nueva PAC, la guerra de Ucrania que encareció la mayoría de inputs (abonos, fertilizantes, etcétera) y las sequías”. Esto provocó que “la última cosecha se ha afrontado con unos gastos tremendos y, ahora mismo, el cereal, ante las importaciones, no vale nada.
    Más de 500 baserritarras (granjeros, en castellano) alaveses han llegado al polígono de Jundiz, en Gasteiz, convocados por la Unión Agroganadera de Álava. El sitio escogido no es baladí: delante de dos grandes cadenas de distribución, Eroski y Mercadona. Entre sus reclamaciones destaca la de “frenar la especulación y la compra de tierra por parte de agentes de fuera del sector agrario y de fondos de inversión”, así como la exigencia de “impedir la instalación de energías renovables en terrenos agrícolas”, no porque no crean que las renovables son necesarias, apuntan desde el sindicato.
    Joan Caball, coordinador de la Unió de Pagesos explica sobre la convocatoria catalana que viene del sector primario, no de la extrema derecha y que la Unió de Pagesos es una organización “democrática, con 50 años de existencia, que defiende el país, la cultura y el territorio”.

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