Los presidentes territoriales piden la dimisión de Rubiales mientras la calle grita: “No es un pico, es una agresión”

“No es un pico, es una agresión”, han coreado cientos de personas este lunes en Madrid, convocadas por la Comisión 8M, casi como un nuevo recordatorio a quienes mientras tanto, en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), debatían qué hacer con Luis Rubiales. «Después de los últimos acontecimientos y los inaceptables comportamientos que han dañado con gravedad la imagen del fútbol español, los presidentes solicitan que, de manera inmediata, D. Luis Rubiales presente su dimisión como presidente de la RFEF», ha explicado en un comunicado la Comisión de Presidentes de Federaciones de ámbito Autonómico y Territoriales de la RFEF.

La decisión, aunque se ha producido de manera unánime, llega más de una semana después de que Rubiales besara sin consentimiento a la jugadora Jenni Hermoso –unos hechos que no cita– y obvia las peticiones de las futbolistas con respecto al entrenador, Jorge Vilda, quien aplaudió al ahora presidente suspendido por la FIFA tras la comparecencia en la que se negó de manera reiterada a dimitir.

«Felicitamos efusivamente a la Selección femenina de fútbol por su triunfo en la Copa del Mundo. Valoramos el significado y el legado del éxito para el deporte español. Presentamos nuestra admiración y agradecimiento a un grupo de jugadoras irrepetible y extendemos nuestra felicitación a todas aquellas personas que construyeron, a lo largo de los años con empeño, el crecimiento del fútbol femenino«, añade el texto de los presidentes autonómicos, que no menciona en ningún momento a la jugadora afectada.

«Jenni, hermana, aquí está tu manada», han gritado también en la manifestación celebrada en Madrid, a la que han acudido, entre otras dirigentes políticas, la ministra de Igualdad, Irene Montero, la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz y la ministra de Educación, Pilar Alegría.

Reestructuración de los cargos orgánicos a cargo de Rocha

El comunicado de los dirigentes territoriales asegura que han pedido al presidente interino, Pedro Rocha –puesto por el propio Rubiales–, que retire «de inmediato la última comunicación en nombre de la Federación con FIFA y UEFA». Se refieren a la carta que Andreu Camps, secretario general de la RFEF y uno de los hombres de confianza de Rubiales, envió al máximo organismo del fútbol europeo, en la que acusaba al Gobierno de intervencionismo.

Por otra parte, el texto incide en «una profunda e inminente reestructuración orgánica en cargos estratégicos de la Federación para dar paso a una nueva etapa de gestión» en el fútbol español: «Por último –concluye el comunicado–, la Comisión de Presidentes ha otorgado su respaldo unánime a D. Pedro Rocha para que lidere una nueva etapa donde el diálogo y la reconciliación con todas las instituciones del fútbol sea la línea a seguir. Nos ponemos a disposición del CSD y de todas las instituciones implicadas para seguir construyendo juntos la candidatura al Mundial 2030».

La posición de los presidentes autonómicos ha sido adoptada el mismo día en que la Fiscalía ha anunciado que abrirá diligencias contra Rubiales por el beso no consentido a Hermoso y otro día más en que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) continúa sin tomar una decisión al respecto.

Proceso de consulta y escucha a las jugadoras

Desde la Comisión 8M señalan «los valores y estructuras patriarcales que siguen rigiendo el fútbol y que perpetúan que las mujeres futbolistas no sean tratadas en igualdad de condiciones que sus compañeros». Y explican en este otro comunicado: «Más allá de la nefasta gestión de la agresión a Jenni Hermoso y la falta de transparencia y rendición de cuentas de la Real Federación Española de Fútbol, las futbolistas llevan años denunciando prácticas machistas y lgtbifóbicas que se traducen en agresiones, malos tratos, falta de recursos y de oportunidades, pero fueron ignoradas».

Por ello, añaden en el texto, exigen que la RFEF inicie un proceso de consulta y escucha a las jugadoras y técnicas de la selección y de todos los clubes para iniciar «un cambio que garantice la igualdad y el respeto a la libertad sexual de las mujeres».