La actitud del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, al besar a la jugadora Jennifer Hermoso sin su consentimiento después de que la Selección ganara el Campeonato del Mundo ha generado una enorme polémica. Hoy, después de que medios de comunicación de varios países se hicieran eco de su acción y que el mismo ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, le pidiera explicaciones, Rubiales ha admitido en un vídeo que «seguramente» se equivocó.
Sin embargo, sus declaraciones han sido ampliamente criticadas ya que Rubiales minimiza su acción y argumenta que se produjo en «un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió. De manera muy espontánea, repito, sin mala fe por ninguna de las dos partes», una afirmación sin sentido ya que fue Rubiales quien dio el beso a Hermoso tras sujetarle la cara con ambas manos, algo que no gustó a la futbolista, según declaró en el vestuario.
Poco después, se viralizaba otro vídeo en el que se veía cómo Rubiales había celebrado la victoria de la Selección agarrándose los genitales en el palco.
Esta exhibición de machismo por parte del presidente de la Federación Española de Fútbol no es, ni mucho menos, una excepción en un deporte que, aunque se ha modernizado bastante en muchos aspectos, en otros sigue viviendo en tiempos pretéritos. Tanto en el fútbol español como en el internacional, son múltiples los ejemplos de actitudes retrógradas hacia las mujeres, protagonizadas por entrenadores, dirigentes, futbolistas o periodistas. A continuación, un somero resumen de algunos episodios recientes que han tenido lugar en la esfera pública.
“Nos falta que cojamos a una mayor de edad y cargárnosla todos juntos”
Ayer mismo, durante la celebración del Mundial, el entrenador de la Selección, Jorge Vilda, aseguró que eran “campeones”. Twitter se volvió a encender para decirle que eran “campeonas”.
También ayer domingo, tras el partido de la La Liga Hypermotion (Segunda División española) entre el Sporting de Gijón y el Mirandés, el entrenador de los asturianos, Miguel Ángel Ramírez, aseguró que “el gol es como las chicas en la discoteca, cuanto más te acercas a ellas, más se alejan, y cuando no les das bolilla te tocan así por detrás y te dicen ‘oye, qué’”.
Muy sonado, por lo dicho y por la inacción del equipo, fue el audio, desvelado en enero del año pasado por la Cadena SER, en el que el entrenador del Rayo femenino decía: «Este staff es increíble, pero nos faltan cosas. Nos falta, sigo diciéndolo, hacer pues, una como los de la Arandina (dos futbolistas fueron condenados por una agresión sexual a una menor), nos falta que cojamos a una, pero que sea mayor de edad para no meternos en ‘jaris’, y cargarnosla ahí todos juntos. Eso es lo que realmente une a un staff y a un equipo. Mira a los de la Arandina, iban directos a un ascenso».
En mitad del Mundial recién terminado, The Guardian publicó un artículo en el que una jugadora de la selección de Zambia aseguraba que si su entrenador, Bruce Mwape, quería acostarse con alguien, tenían que decir que sí: “Es normal que el entrenador se acueste con las jugadoras de nuestro equipo”, afirmó.
Poco después se supo que Mwape estaba siendo investigado por, supuestamente, frotar los pechos de una de sus jugadoras.
“La mujer fue creada para ser bonita y atraer al sexo contrario”
Lo de Jesús Gil y Gil en un jacuzzi rodeado de mujeres en bikini es algo que hoy debería resultar extemporáneo. Sin embargo, aunque ya no se vean imágenes así en prime time, el machismo sigue muy instalado en las altas instancias del fútbol.
En la primera edición del Balón de Oro femenino, en 2018, la ganadora fue la noruega Ada Hegerberg. Tras recoger el trofeo, el animador de la gala, el DJ Martin Solveig, le preguntó si sabía perrear.
Una de las jugadoras clave para que España ganara este Mundial, Salma Paralluelo, también vivió un momento desagradable cuando fue homenajeada por la Sociedad Deportiva Huesca tras proclamarse campeona del Mundo sub-17. No hubo ni saque de honor ni saludo a los capitanes, como suele ser habitual, y se vio a Luismi Lasaosa, hermano del entonces presidente de la entidad, pidiendo que el acto terminara rápido: “Se lo das y vale, venga”. El Huesca repitió el homenaje.
El presidente del Steaua de Bucarest fue mucho más lejos en 2018 al afirmar que la mujer «fue creada para ser bonita y atraer al sexo contrario» y que era «un error» que se las dejase jugar al fútbol.
Joan Laporta, presidente del Barcelona, recibió muchas críticas cuando, en 2021, y tras hacerse una foto con una aficionada, le dijo: «Gracias, nena, cuando cumplas 18, llámame». La protagonista publicó posteriormente una aclaración en Twitter asegurando que tenía 30 años y que el máximo mandatario blaugrana había hecho una broma porque su tía le había pedido una foto para «la nena», que es como siempre la llama.
Más recientemente, en 2022, y justificando el fichaje del delantero polaco Robert Lewandowski, que estaba a punto de cumplir los 34 años, Laporta comentó que «su mujer es nutricionista, cuando tienes una mujer que te controla…».
“Rubia de bote…”
Varios jugadores han protagonizado algunos momentos criticables que se han hecho públicos. Por ejemplo, el exportero del Betis Antonio Adán, después de una victoria de su equipo ante el Sevilla en 2018, cantó “mi novia es sevillista y es una puta más”.
Aunque resulta imposible recuperar las imágenes, tal y como denunciaron desde el Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia, los jugadores de la Selección Española le cantaron “rubia de bote, cómeme el cipote” a Dnoe, una reportera del programa Estas no son las noticias, que estaba intentando entrevistarles cuando estos ya estaban en el autobús del equipo.
“Mal la mujer, porque tiene que tener preparado chándal A y chándal B”
Las palabras del periodista de la COPE Manolo Lama asegurando que las que se quejaban por el beso de Rubiales a Hermoso lo hacían porque no les habían besado a ellas, es también el último ejemplo de varios casos de machismo en el periodismo deportivo.
En la misma cadena, y en la retransmisión de un Betis-Sevilla, se refirieron a que el entrenador sevillista, Julen Lopetegui, vestía un chándal que estaba mojado. Uno de los comentaristas dijo lo siguiente: “Mal la mujer, porque tiene que tener preparado chándal A y chándal B planchado”. “Ahí, di que sí, yo estoy contigo”, respondió el exjugador del Betis y comentarista Poli Rincón.
Hoy estaría bien conocer la opinión del histórico periodista radiofónico José María García acerca de la victoria de la Selección Española. En su momento, aseguró que «lo único más plomizo que una etapa ciclista es ver un partido de fútbol femenino. Es una mentira. No tienen fuerza. ¿Qué porcentaje de jugadoras de Primera llegan a portería desde el saque de esquina?”.
En 2015, la Red Equo Mujeres denunció al comentarista deportivo Javier Mérida, después de que éste, en una tertulia en el programa deportivo La Futbolería de Radio Marca Sevilla, dijera que “si con dos copas le pegas una guantá a tu mujer, eso no es una agresión ni es nada”.
Actualización, 22 de agosto a las 11:30
