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Dossier #LaMarea95 | Las izquierdas en América Latina

¿Qué lecciones podemos extraer del ejemplo al otro lado del Atlántico? ¿Nos pueden servir para llegar a algún consenso en un mapa, el de España, recuperado por el PP con el apoyo de la ultraderecha de VOX?

Comentarios
  1. Los terminos » izquierda» y » derecha» son demasiado categóricos. Debido a éso, cuando los politicos se adhieren ciegamente a las definiciones absolutas de los términos derecha e izquierda, caen inmediatamente en el Fundamentalismo y de allí
    en la total irracionalidad. Es decir, acaban convirtiendo sus teorías político- económicas en religiones laicas y las obras de sus teóricos en Biblias sacrosantas e intocables. Por total irracionalidad, entiendo la negación de la realidad.

    Éso, justamente éso, es lo qué ocurrió en la URSS y los otros países socialistas. Ésos pueblos vieron cómo
    su dirigencia politica daba la espalda a la realidad y vivía en un mundo de ensueño, pero, inexistente. Y éso ocurrió a pesar de qué Lenin, en 1922, despues de 5 años dueño de un poder absoluto y viendo fracasar uno tras otro sus planes (qué eran lo más cercano a una » izquierda categorica»), se dio cuenta de la causa de los problemas: el dogmatismo, el apego ciego a la religión laica. Entonces , demostrando una gran honradez intelectual, creo el NEP- el «New Economic Plan», qué esencialmente consistía en la renuncia explícita, tanto al Comunismo cómo al marxismo.
    Hay dos izquierdas en LA. La mayor parte de la » izquierda» Latinoamericana, es moderada. Pero, hay otra, la de los Partidos Comunistas. Éstos operan con ideologias pre NEP, es más, niegan éste acontecimiento histórico. Pero, ésto no tiene ninguna importancia práctica, pues, salvo Cuba, los PCs no tienen poder politico en ningun país de LA. Cómo a Cuba con los Castro le va muy mal y éso se conoce, los PCs no tendran nunca poder político en LA.
    En cuánto a sí las izquierdas europeas tendrían algo especial qué aprender de las de LA, no lo creo. Mas bien creo qué, si quieren sobrevivir, ambas deben abandonar el marxismo y,sobre todo, a los mil y un » interpretes» de Marx qué han aparecido con los años.
    En general, la gente qué es sinceramente de izquierda tiene una característica esencial: se procupa sinceramente por el bienestar de la gente y en especial el de los trabajadores. En consecuencia, y aunque parezca una erejia, aconsejo a esos amigos a qué lean a Adam Smith, en lugar de Marx. ¿ Como? ¿ leer al padre del liberalismo en lugar de leer a Marx? ,Sí, éso, pues, Marx extrajo de las obras de Adam Smith, le robó a Adam Smith, todo lo qué dice en favor de los obreros en el Capital y otra de sus obras.
    También hay qué recordar a los amigos sinceros de la izquierda, qué no encontrarán ni en Marx ni en Lenin, ni en ningún
    post marxista tipo Habermas, Debray, Derrida, etc. una línea acerca de cómo administrar, racional y eficazmente un país comunista. Ése hecho les explotó en la cara a Lenin y a Trotsky, mejor no repetir la experiencia.
    P.D. Conozco de cerca el socialismo real, porque estudié y viví 6 años en un país socialista Europeo.

  2. A cualquier cosa se le llama hoy izquierdas.
    Hasta el extremo de que incluso hay gente que denomina izquierdas al partido, mal llamado, demócrata de EEUU, cuando exactamente igual que los republicanos de aquel país ámbos sirven al capital.
    Además, y igual que pasa en este país, la gente tiene poco fundamento o dicho con otras palabras carece de ideología. Tan pronto vota a la derecha como a gobiernos, digamos más progres, pero de izquierdas nada.
    Como no sea Cuba…
    El problema es que no hay valores, si alguna vez los hubo se han perdido, y a ello se une la bestial manipulación de la que somos objeto y el desinterés de la mayoría por informarse por medios independientes.
    ———————————————-
    ¿Por qué no te callas Borbón?
    Aquel día de noviembre de 2007 en que el rey español Juán Carlos de Borbón
    intentó hacer callar al presidente venezolano Hugo Chávez, le hizo una gran favor a la causa antiimperialista latinoamericana. En realidad, ese gesto, marcó claramente un antes y un después en las relaciones entre Latinoamérica y la España monárquica actual.
    El rey no pudo soportar que se mencionara, en un tono de igual a igual, que los pueblos latinoamericanos ya no se sientan vasallos de nadie. A buen seguro que el Borbón no contaba con la extraordinaria respuesta que, a pocas horas de gestarse su deplorable gesto, provocó entre millones de ciudadanos y ciudadanas de todo el continente latinoamericano, e incluso en otros países del mundo.
    La intención de este libro es dejar constancia de la dimensión del enojo, la voluntad de no doblegarse y la tozuda coherencia de los pueblos para seguir zafándose de todo colonialismo.
    «¿Por qué no te callas, Borbón?», Edit. Txalaparta.

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