Durante el año pasado, la calidad del aire empeoró respecto a 2020 y 2021; el aire contaminado afectó a la totalidad de la población española según los parámetros de la OMS; el 80% de la ciudadanía respiró aire contaminado según los nuevos límites que ahora se discuten en la Unión Europea; y el cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de la mala calidad del aire. Estos son algunos de los datos de “extrema gravedad” que Ecologistas en Acción ha presentado hoy en su Informe estatal de calidad del aire 2022.
Estas conclusiones parten del análisis de las 780 estaciones de control de la contaminación diseminadas por todo el territorio español, divididas en 132 zonas. “Hemos comparado los resultados con la normativa legal vigente, los parámetros establecidos por la OMS, mucho menos laxos que los legales actualmente, y con los nuevos límites que se discuten a nivel europeo, que se ubican entre los actuales y los propuestos por la OMS”, ha explicado Miguel Ángel Ceballos, coordinador del informe.
Uno de sus principales apuntes ha sido remarcar que el año pasado fue el más cálido desde que se tienen registros homogéneos, 1961. “La gran sequedad provocó un fuerte incremento de los episodios de polvo procedente de África y las tres grandes olas de calor del verano hicieron que subieran los niveles de ozono atmosférico”, ha explicado el experto. De esta forma, el cambio climático no es la causa de la contaminación, pero sí es un factor a tener en cuenta ya que dificulta la lucha contra esta.
Según el estudio, durante 2022 se produjo un repunte de la contaminación respecto a los dos años previos, “algo especialmente importante en el caso de las partículas, donde se dieron los niveles más altos de la última década”, tal y como ha apuntillado el propio Ceballos. Este hecho se explicaría por el retorno a la actividad motorizada que se redujo durante los años de la pandemia.
Datos preocupantes independientemente del baremo
“Si atendemos a las recomendaciones de la OMS, durante el año pasado la totalidad de la población española hemos respirado aire contaminado. Si nos fijamos en los límites vigentes actuales, serían 7,6 millones de personas, es decir, uno de cada cuatro españoles”, ha cifrado el miembro de Ecologistas en Acción. Esto supone un incremento de dos millones de afectados más respecto a 2021.
En cambio, si se atienden a los nuevos límites que ahora se debaten en las instituciones europeas, el 80% de la ciudadanía habría estado expuesta a unos niveles de contaminación atmosférica que habría superado lo permitido.
Por otra parte, la superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación alcanzó los 95.000 kilómetros cuadrados, una quinta parte del territorio, la cifra más baja de la última década, tal y como recoge el informe.
“La principal fuente de contaminación en las áreas urbanas, donde se concentra la mayor parte de la población, es el tráfico motorizado”, ha afirmado el propio Ceballos. Asimismo, en determinadas áreas fabriles y en el entrorno de las grandes centrales termoeléctricas son estas fuentes industriales las que condicionan de manera decisiva la calidad del aire. Por su parte, el transporte aéreo y marítimo tienen gran repercusión en la calidad del aire del entorno de aeropuertos y puertos.
Ceballos ha añadido que, a nivel geográfico, Barcelona volvió a incumplir el límite legal permitido de dióxido de nitrógeno y otra treintena de zonas rebasaron los objetivos de las partículas y el ozono. “En realidad, según las recomendaciones de la OMS, más del 60% de la población española estuvimos respirando más dióxido de nitrógeno que el permitido”, ha puntualizado el mismo Ceballos.
25.000 muertes prematuras en España por la calidad del aire
Además, el ozono sigue siendo el contaminante que presenta una mayor extensión y afección a la población, y el más estrechamente ligado al cambio climático. “Durante 2022, sus niveles repuntaron respecto a los dos años de la pandemia como consecuencias de las olas de calor, aunque sin alcanzar en general las concentraciones habituales de los años anteriores”, recoge el informe presentado por Ecologistas en Acción.
En la presentación del documento también se encontraba Paco Segura, responsable del Área de calidad del aire de la organización ecologista. “Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, cada año fallecen prematuramente 25.000 personas en España por enfermedades agravadas por la mala calidad del aire”, es lo primero que ha explicitado.
Así pues, la problemática multiplicaría por 15 los accidentes de tráfico. “Hablamos de una cantidad disparatada para la poca atención que se le presta. Debería tratase como un problema sanitario, de salud pública, de primer orden”, ha reivindicado Segura.
Coste en salud y económico
A ello se suma que en los picos de contaminación se producen unas 10.000 muertes, según el Instituto de Salud Carlos III: “En cuanto hay unos niveles altos de contaminación, a los dos o tres días se nota un incremento de los ingresos hospitalarios y aumento de la morbilidad y mortalidad”, ha remarcado este experto.
Desde Ecologistas en Acción, conscientes que esta realidad afecta sobre todo a menores, la tercera edad, personas con enfermedades crónicas y mujeres embarazadas, midieron los niveles a las puertas de 160 colegios para comprobar la calidad del aire que respiran los más pequeños. Tal y como ha explicado Segura, “en Madrid hay centros donde los chavales respiran el doble del límite legal permitido de dióxido de nitrógeno, así que los resultados son francamente preocupantes”.
De la misma manera, el Banco Mundial cifra que los costes sanitarios y laborales derivados de la contaminación atmosférica ascienden a 50.000 millones de euros cada año, un 3,5% del PIB español, sin considerar el coste de los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales. “Podemos perder hasta la quinta parte de los cultivos a causa del ozono troposférico”, ha incidido Segura.
La ciudadanía, desinformada
Este integrante de Ecologistas en Acción también ha criticado la nula información, o de difícil lectura, que la ciudadanía recibe sobre la calidad del aire. “Estamos hablando de la principal causa de muerte a nivel mundial, 4,2 millones de personas y 300.000 en Europa, y sin embargo las Administraciones apenas facilitan información a su ciudadanía. Según el eurobarómetro el 68% de los españoles considera que es poca o nada la información que le llega sobre la calidad del aire”, en palabras del experto.
Nuria Blázquez, responsable de Internacional en Ecologistas en Acción ha remarcado que las nuevas políticas respecto a la contaminación ambiental se pondrán en marcha a nivel europeo bajo la presidencia española del Consejo. “Nuestro gobierno, sea el que sea, tendrá una responsabilidad enorme y esperemos que lidere una directiva ambiciosa alineada con los límites estipulados por la OMS”, ha dicho.
Propuestas para paliar la situación
A continuación, la miembro de la organización ecologista ha reivindicado un plan de emergencia que ayude a reducir la contaminación mientras se produzcan los picos tan mortíferos. “Pero también debemos luchar contra la contaminación estructural. Necesitamos medidas de coordinación entre territorios para reducir el transporte rodado y apostar por la movilidad sostenible, potenciar un urbanismo de proximidad y la producción limpia”, en sus propios términos.
Las zonas de bajas emisiones contempladas en la Ley de Cambio Climático aprobada el Ejecutivo central, asimismo, obligaba a unas 150 ciudades grandes y medianas a implementarlas. “Ahora no llegamos a ni a la decena de municipios que las han puesto en marcha. Se trata de un problema de salud pública, algo que no debería estar politizado. Muchas ciudades han recibido fondos Next Generation de Europa para estas zonas, y ahora están en peligro”, ha concluido la misma Blázquez.
