Los socios/as escriben

La nacionalidad de personas y cosas

Nacionalizar las cosas afecta a nuestra percepción del mundo. Supone una utilización irregular y a menudo sirve para excluir otras identidades. «Cuanto más asimilamos el discurso dominante, más difícil será protestar por nada», escribe Christine Lewis.

Comentarios
  1. Creo que el artículo parte de una falsa equiparación del adjetivo, que puede indicar simple relación u posesión, con la nacionalidad. De hecho se usa para la nacionalidad partiendo de un significado más general, y no al revés. Los idiomas no siempre son comparables, porque pueden obedecer a lógicas distintas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.