Política

“El municipalismo permite cambiar cosas y levantar proyectos más rápidamente que otros niveles”

Laura Pérez Castaño es cuarta teniente de alcalde y directora del Área de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI en Barcelona

Comentarios
  1. La permisividad de algunos Ayuntamientos clama al cielo, se están perdiendo todos los valores educacionales que una vez tuvimos; dejar que la juventud haga lo que quiera, pintarrajeándolo todo, destruyendo el mobiliario público, inundando las aceras (que son para que circulen los peatones) con patinetes y bicicletas, que no se respete a los ancianos, que tienen que bajarse de las ceras para que pasen ellos, eso nos lleva directamente al precipicio; libertad no es libertinaje, y una infancia libertina no puede asegurar un buen futuro; hay que educar, y disciplinar, con amor, por supuesto, pero sin ceder ante los pataleos infantiles. El ocio y el esparcimiento es bueno, en su justa medida, pero cuando se dejan de lado las obligaciones de educar de los padres, dejando a los niños a cargo de los abuelos, no siempre por causas que lo justifiquen, mal vamos.

  2. Algunos quieren cargarse las comunidades autónomas, que a fin de cuentas son como pequeños Estados dentro del Estado español; creo que se equivocan, los centralismos no funcionan, las grandes ciudades tampoco, son insanas, por la contaminación que generan, y tienen un nivel de violencia superior al de los pueblos y las ciudades más pequeñas, si aumentan de tamaño es porque el ser humano busca una vida más cómoda, que trabajar la tierra es duro, y las comodidades modernas le atraen como la miel a las moscas; pero no hay vida más sana que la de los pueblos, cuando se cuidan, que en España, al menos en mi comunidad, eso no pasa; las basuras lo inundan todo, porque los españoles no somos demasiado limpios, el que sea que se entienda. Los municipios, con sus Ayuntamientos, nos permiten administrar lo nuestro, lo cercano, y deberíamos poner el acento en cuidarlo y preservarlo para las generaciones venideras; cosa esta que no se puede hacer desde las grandes ciudades en las que están instalados los gobiernos comunitarios. El municipio y el Ayuntamiento es un bien de todos, la casa común, cuidémoslo, pero no nos durmamos en los laureles de la comodidad, hagamos que funcionen, exigiendo a nuestros gobernantes que no cedan al chantaje político del voto, para que hagan lo que deben hacer aunque el sillón peligre. Saludos.

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