Crónicas | Opinión

Ciencias sociales y del comportamiento, tan necesarias, tan olvidadas

"Se nos reclaman respuestas que no pueden improvisarse porque también las ciencias sociales y del comportamiento necesitan equipos consolidados y esfuerzos presupuestarios sostenidos", reflexionan las profesoras del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla.

Comentarios
  1. Educación, adoctrinamiento y más negocio, por Antonio Martínez Lara.
    Hace unos diez años concluí, y desde entonces así me pronuncio, que vivimos en una sociedad des educadora, a la que la escuela – por dependiente – poco puede oponer. Cada día se duda menos que hoy todo se compra y todo se vende, que es más importante “tener” que “ser”. Desde esa realidad, se entiende bien que se entre a la escuela o a la universidad, más por la nota o el título al que se aspira, que por aprender para ser la persona o el/la profesional que la sociedad debiera esperar. Acercándonos más al sistema escolar, observamos con mayor crudeza esa mercantilización y desconsideración. Ante la nueva matriculación, la familia, en lugar del posible conocimiento del colegio cercano, encontrará campaña publicitaria, de centros de una a otra punta de la ciudad, ofreciendo la educación como si fuera una lavadora. En las últimas temporadas “se llevan más los plurales”, la oferta de los concertados que – por el contra – tienden a excluir a alumnado con necesidades educativas especiales o que no pueden pagar la “cuota voluntaria”.
    No me voy a parar explicando las cuotas sin pagar del principio de la pandemia y su dudosa voluntariedad. Quizá convenga más entrar en la letra pequeña de los concertados “plurales”. Es menos prominente – y por ello – poco conocido el ideario, con frecuencia católico, que luego quizá emerja con algún trágala dogmático que, como el creacionismo, estimula el mismo. Para la familia que colabora en la educación de su prole con valores realmente comunes, entre otras cosas porque si son constitucionales, la pluralidad real será sin distingos de sexo, religión, clase,.. surgirá el rechazo. Hay otros valores que, como el respeto a la diversidad personal, al medio ambiente y la elección de la proximidad, que se ensalzan en la teoría por la gran mayoría. Luego, por el contrario, son igualmente despreciarlos en la práctica ante las mismas criaturas. Mal se podrá justificar en conciencia la contaminación ambiental del atasco de coches a la entrada del supuesto buen colegio. Tampoco será fácil explicar de manera coherente la marcha hacia ese colegio lejano, abandonando el próximo al que acude el vecindario menudo y amigo.
    https://laicismo.org/recomendado-educacion-adoctrinamiento-y-mas-negocio-por-antonio-martinez-lara/246161

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