Sociedad

Una nueva normalidad educativa

Save the Children y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria recomiendan la apertura de los centros educativos antes de septiembre y ofrecen pautas para una vuelta segura

Comentarios
  1. Todo ésto está muy bien; pero nuestro sistema educativo es mediocre, segrega socialmente y no promueve la igualdad de las personas. Revertir esa situación es luchar hoy contra corriente y este gobierno ha preferido hacer lo que los gobiernos vienen haciendo desde décadas: mantener un sistema cada año más segregado socialmente.
    » El principio esencial del sueño igualitario es la educación. Su más equitativo y generoso instrumento es la educación pública, con la pedagogía de la justicia y la solidaridad. El mal más terrible que puede instalarse en la consciencia democrática es, por el contrario, el cultivo solapado e hipócrita de la diferencia y la desigualdad”.
    “El permitir que el poder económico pueda determinar la calidad de la enseñanza o, lo que es más sarcástico, que el Estado subvencione con dinero público ciertos intereses ideológicos de un buena parte de colegios más o menos elitistas parece, en principio, no solo una aberración pedagógica sino una clamorosa injusticia».
    Así de claro lo ha dicho EMILIO LLEDO, pero nadie quiere escuchar a los filósofos.

  2. Se podrían tomar medidas de auténtica mejora, especialmente después de la amarga y estresante experiencia del Coronavirus, relativas a las RATIOS, al CALENDARIO, a HORAS LECTIVAS de materias esenciales, a ESPACIOS, a OPTATIVIDAD, a la atención de la DIVERSIDAD, lo que dejaría un escenario despejado para la adquisición de PLANTILLAS. Todo en un marco cambiante, como nunca, por los posibles brotes víricos.

    Inversión y Voluntad!!

    El Gobierno da dinero a las Comunidades Autónomas pero no deroga la LOMCE. Así, sigue permitiendo que cualquier cambio no sea una mejora sustancial al tener que caber en un Ley antipedagógica. Los recursos tecnológicos para la educación a distancia que se prevén serán el foco de inversión y no servirán porque estarán en un contexto inadecuado. Hay que DEROGAR la Ley.

    Las Comunidades Autónomas que habían tomado la decisión de trabajar en un calendario pedagógico, como Cantabria, parten con ventaja a la hora de reconstruir el panorama tras la pandemia. Su experiencia para compatibilizar educación y trabajo, conciliar vidas laborales y educativas, les servirá mucho para planificar más eficazmente el próximo curso.

    Las brechas digitales, de alumnado y profesorado, no se eliminan con la compra de ordenadores. Se requiere capacidad y actitud, posibilidades reales para enseñar y aprender de otra manera. Lo hemos comprobado durante estos meses del final del presente curso. ¿Cuántos compañeros han usado medios tecnológicos adecuados?, ¿cuánto alumnado ha dispuesto en casa de tiempo, espacio y tecnología suficientes? Las brechas digitales son solo uno de los numerosos tipos de brechas con las que se conviven en los centros educativos, que si no son atendidas los ordenadores no servirán para nada. Si no evaluamos la situación podemos devaluarla hasta conseguir lo contrario de lo que pretendemos por aquello de «lo que no se evalúa se devalúa»…

    Muchos adolescentes, quines han podido pagarlas (ejemplo de brecha económica), han acudido a academias o a clases particulares porque ya lo hacían antes de la pandemia o porque las han necesitado a raíz de la pandemia. El caso es que han aprobado copiando porque en las academias les han enseñado a hacer exámenes que pedíamos los docentes, incluso durante el tiempo de duración del los exámenes. Una parte importante del alumnado de bachillerato con evaluaciones suspensas ha aprobado el curso con notas altas gracias «al milagro del covid». En primaria, las madres y padres se han puesto las pilas en sociales, naturales, mates y lengua como nunca…

    Las Consejerías de Educación deberían echar humo de trabajo este verano, empezando este mes, con los resultados de la experiencia de la pandemia en la mano. Nada de trabajar en el vacío ni de especular en utopías cibernéticas. Esta pandemia ha sido toda una clase, aprendamos de ella, saquemos los errores que han aflorado a miles en nuestro sistema educativo, malo ya antes del covid, y transformémoslos en posibilidades de mejora.

    Yo he aprendido que no sé manejar los tiempos delante de un ordenador. Puedo pasar horas buscando y creando vídeos, textos, ejercicios varios para mi alumnado. Luego puedo pasar horas para explicárselo y, desde luego, paso muchas horas para corregirlos. Por no hablar de la imaginación despreciada e inutilmente gastada en ciertos alumnos que sus familiares o su dinero les hacía la tarea, y en otros casos en los que no he podido conectar con ellos (por idioma, por recursos, por enfermedades)…Tengo cita en la óptica y estoy considerando la cita en psicología…Ah, se me olvidaba que también tengo familia, a la que le he dedicado menos tiempo que nunca!!

    La Educación Pública no debe ser una máquina de hacer informes, no debe ser una máquina de crear desigualdades sociales, no debe ser una máquina de trabajadores frustrados, alienados, deprimidos. No debe ser una máquina!! En otros países sirve para mejorar las expectativas de la juventud, para satisfacer a las familias, para ayudar a ser personas. Ha de ser realmente la piedra angular sobre la que construir una sociedad mejor a la que tienen derechos todas y cada una de las personas que vivimos aquí. La educación es un derecho básico, que no se nos olvide a la ahora de priorizar la reconstrucción tras el covid-19.

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