Internacional

El ejemplo de Suecia: cómo aislar a la ultraderecha

Suecia es el único país de su entorno que ha conseguido formar gobierno de espaldas al partido ultra.

Comentarios
  1. Sarta de palabras sin fundamento. Absurda y malintencionada actuación tiene aquí el aprendiz de führer. Lástima de humanidad que ha parido a estos seres abyectos, peligrosos y llenos de odio. Nuestro futuro está en peligro y desgraciadamente nuestra debilidad no la va a proteger por mucho tiempo un acuerdo tan endeble como el que tiene el gobierno sueco.

  2. …Hoy los musulmanes son los nuevos judíos. Se les acusa de ser peligrosos, de ser terroristas, de ser un riesgo para Occidente. En la mente de muchos europeos se plantea el sentimiento de amenaza, el “ellos o nosotros”. El miedo atávico al otro, al diferente, al extranjero.

    Aquel que olvida su historia está condenado a repetirla. El miedo y el odio pueden conducir a la justificación de la violencia y la barbarie. La ultraderecha asciende en Europa, y con ella el cuestionamiento de los derechos fundamentales y de la dignidad humana.

    Europa no ha cambiado tanto. Pocos se declaran abiertamente racistas o antisemitas desde la caída del nazismo y la difusión masiva de los crímenes del Holocausto. Pero numerosos estudios (Moreno-Feliú, 1994; Casaús Arzú, 2017; Kinvall, 2017; Marín, 2017; García, 2017) muestran que aunque se niegue o se disfrace, Europa lleva el racismo en lo más profundo y oscuro de su alma. El surgimiento y auge de formaciones políticas de ultraderecha no es la causa del problema sino su consecuencia.
    https://arainfo.org/la-sociedad-europea-ante-el-espejo/

  3. Suecia no es ejemplo de nada.
    Suecia es un país en manos de un gobierno enemigo, que ha declarado la guerra contra la mayoría de la población. Un gobierno «fascista-feminista» que puso a una africana musulmana al cargo del ministerio de cultura, y ésta se dedicó a destruir las piezas de los museos diciendo que «los blancos no tienen cultura».
    Suecia es un país en estado de guerra, rendido ante bandas africanas y musulmanas que atenta con granadas contra una policía desarmada, y que está más ocupado en censurar la realidad y en «quitar plataformas a la ultraderecha» que en atajar los problemas reales.
    Suecia es ahora lo que Venezuela hace un lustro: un Estado claramente fallido y en proceso de descomposición, y aunque la gente avisaba de la que se venía para que se corrigiera, los tiranos desnortados de izquierdas son de «sostenella y no enmendalla», un cáncer maligno cuya única medida es pagar a corifeos y palmeros como los de aquí para que canten las maravillas del régimen, hasta que ya no se pueda ocultar más la realidad y recurran al manido «eso nunca fue socialismo».
    Dicen los cuñados de bar que la maldición de un país es tener petróleo, pero por causas equivocadas. Tener petróleo atrae a la organización criminal conocida como la «Internacional Socialista», que enseguida te arma una revolución y ponen a un tirano que se carga el país y a su gente mientras la IS roba la riqueza como una descosida. Por eso todos los países con petróleo estaban «curiosamente» en manos de tiranos socialistas.
    Y la prensa criminal que es traidora a su país y colaboradora del expolio protesta con ruindad para que no les quiten la teta, aunque la hayan dejado seca con su avaricia desmedida cortoplacista.

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