En la universidad desde las 8 am a las 8 pm

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Beatriz Roca // Acabé mi carrera (Licenciatura en Biología en la UAM) en 2003. Después de buscar durante tres años una beca para poder hacer el doctorado e investigar (porque trabajo de bióloga no encontraba, y vi el doctorado como la única oportunidad de ejercer en investigación), en 2007 me dieron una beca FPI para realizar el doctorado en la UCM (2 años de beca y 2 de contrato, en aquellos años). Súper contenta, como si me hubiera tocado la lotería, dejé mi trabajo (también precario y que no tenía que ver con la biología) para hacer la tesis.

Durante el primer año tenía que estudiar el máster para poder presentar después la tesis: antes se hacía en 2 años, los cursos de doctorado primero y después se leía la tesina (DEA). Con la entrada de los másteres oficiales (plan Bolonia) había que estudiar el máster completo y (a pesar de que tenía algunas asignaturas muy similares a algunas de la carrera, no se podían convalidar, según me dijeron) realizar el trabajo de TFM, que equivalía a la tesina, en 1 año (cuando antes eran 2).

La beca FPI cubría los gastos de matrícula del máster. El caso es que las clases eran de 15 a 20h (de lunes a viernes, asistencia obligatoria, por supuesto), trabajos para las asignaturas, prácticas, y por la mañana tenía que realizar el trabajo de investigación en mi departamento, así que la gran mayoría de los días estaba en la universidad desde las 8h a las 20h. A todo esto mi padre, enfermo de cáncer, muere en el mes de noviembre de ese curso. En total creo que falté 3 días al máster y a mi trabajo por la muerte de mi padre.

En septiembre de 2008 leí mi TFM, porque no me dio tiempo a acabar la investigación para leerlo en la convocatoria de junio. Con lo que me quedé ese año sin vacaciones. Eso sí, de la nota de mi TFM (del que tengo varias copias digitales y escritas y que utilizo ahora cuando doy clase) me acuerdo muy bien, un 10. Orgullosa estoy de cómo lo hice y de mi nota, por supuesto.

En fin, muchísimo esfuerzo y trabajo, como para no indignarte con Cifuentes y Pablo Casado. Todo lo que cuentan son mentiras y/o tratos de favor uno detrás de otro, pero tienen el cuajo de mentirnos a la cara y tratarnos de imbéciles.