Falta de respuesta política ante las denuncias del trabajador del Servicio Exterior en huelga de hambre

Ha pasado un mes desde que Juan Ramón Martín Menoyo, contable en la Oficina Comercial de Riad (Arabia Saudí), iniciara una huelga de hambre indefinida para protestar contra los abusos y arbitrariedades del Servicio Exterior español. Una huelga «justificada y comprensible», según apuntaron tanto sindicatos como otros compañeros de la diplomacia española y que, sin embargo, sigue sin contar con respuesta oficial y apenas eco en los medios de comunicación.

«Sigo recibiendo apoyos de gente anónima con los que no contaba», cuenta Juan Ramón, que se reconoce «algo más cansado». Está en contacto constante con los médicos, que le realizan frecuentes análisis para evaluar su situación. Es lo que menos parece preocuparle. «Sigo difundiendo la huelga y la situación lamentable del servicio exterior, y me siguen llegando correos de compañeros y compañeras contándome situaciones de abusos e irregularidades muy similares a las que yo he visto aquí», relata.

Tibieza

Desde las distintas formaciones políticas, el apoyo ha sido tímido, casi testimonial. Podemos remitió una contestación de lo más escueta a la carta de Juan Ramón explicando el porqué de su huelga de hambre. «Seguimos con atención tu caso, así que no dudes en seguir informándonos. Y mucho ánimo», escribió la Secretaría de Relaciones Internacionales de la formación morada. En conversación con La Marea, la respuesta es idéntica. Podemos muestra su preocupación por que «todos los trabajadores y trabajadoras del Servicio Exterior de nuestro país tengan todos sus derechos reconocidos», y rehúsan hacer más declaraciones.

Desde Equo, la respuesta a Juan Ramón fue así de escueta: «Gracias por tu email. Moveremos y difundiremos tu petición en nuestras redes», escribió la organización ecologista. Fuentes del partido ecologista se extienden algo más sobre el asunto: «Cuando un trabajador toma la decisión de iniciar una huelga de hambre para defender sus derechos es una clara señal de que algo va mal», señalan. «Hay que reclamar mayor transparencia institucional de los temas de personal en los servicios de acción exterior. En este sentido, el personal laboral se encuentra en clara situación de desventaja en comparación con el personal diplomático: los procesos son más opacos, en muchas ocasiones son puesto designados “a dedo” y no tanto basados en méritos profesionales. Esta es una reivindicación histórica por parte del personal, sobre quien se han aplicado en mayor medida los recortes sufridos en los últimos años», concluyen.

Por parte de Izquierda Unida, Ezker Anitza-IU ha emitido un comunicado en el que muestra su «solidaridad» con Menoyo, y en el que anima a sumarse a la recogida de firmas en la plataforma change.org en su apoyo.  Respecto a la militancia, muchos son los que se han manifestado a nivel individual. «Me consta que los militantes se están moviendo para que la organización se moje», cuenta Juan Ramón. «Muchos de ellos están publicando grandes muestras de apoyo en el foro de IU. Aparecen con seudónimos o nombres de usuario, lógicamente». Por ello, Juan Ramón les ha pedido abiertamente en el mismo foro que hagan una muestra de apoyo personal «con nombres y apellidos».

La Marea se ha puesto, asimismo, en contacto con el PSOE para conocer su opinión sobre el caso, sin obtener respuesta.