¿Y qué pasa en las calles?

Aunque no sean tan sonoros y mediáticos, no ocupen las portadas de los grandes medios -Banco Santander mediante-, los colectivos que luchan por una vida digna siguen estando presentes. Me dispongo a citar a algunos de los que este enero han salido a la calle.

Tratamientos para todos

Centenares de personas protestaron sobre los recortes en Sanidad durante una marcha convocada en Madrid y en algunos puntos de la geografía española, encabezada por la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C. Mientras se sigue peleando para conseguir el tratamiento, mueren doce enfermos al día. Las personas afectadas por esta enfermedad continúan con su encierro en el Hospital Doce de Octubre, exigiendo que se faciliten fármacos con criterios médicos y no económicos. Por su parte, la policía foral de Navarra impidió el encierro de los afectados en el Hospital Virgen del Camino, procediendo a su desalojo como puede verse en este vídeo.

Ciutat Morta

Pilar Garrido, activista de la oficina de vivienda de Madrid, cuenta que “se mantienen las luchas de siempre, las más tematizadas”. La gente está volcada en el proceso municipalista y está dejando un poco de lado las calles. “No hay grandes movilizaciones, sino más bien el mantenimiento de las luchas de los colectivos que llevan años en ellas”, comenta Pilar. En esa línea, ha habido convocatorias en apoyo a los presos anarquistas de la conocida como Operación Pandora. Este mes ha sido también un mes de actividad en apoyo a Alfon. Tras conocer su condena de cuatro años de cárcel, cientos de personas se manifestaron en Madrid y en otras localidades exigiendo la libertad del joven vallecano y el fin de los montajes policiales, como el de Patricia Heras, conocido como 4-F y recogido en el documental Ciutat Morta.

En Barcelona tuvo lugar una convocatoria de velas con cirios en la Plaza de Sant Jaume, tras el pase de la cinta tanto en el canal 33 -con 5 minutos de censura- como en otras decenas de locales. Mariana Huidobro, madre de Rodrigo Lanza -uno de los detenidos en el montaje policial-, tomó la palabra al final del acto: “Ahora que estamos aquí recuerdo los meses en los que gritábamos que queríamos justicia ante las puertas del Ayuntamiento, pero había un muro, un gran muro, que no podíamos atravesar. Nunca me hubiera imaginado que podríamos llegar hasta donde estamos ahora, gracias a todas, gracias a toda la gente preciosa y bonita que nos ha ayudado”.

Fuera racistas de nuestros barrios

Los vecinos del barrio Chamberí -uno de los más activos en los movimientos sociales- llamaron a la unidad contra el racismo, la xenofobia, la homofobia y cualquier muestra de intolerancia promovida por grupos racistas neonazis. Pilar explica que este es “uno de los puntos en los que más activos está el barrio y donde más apoyos se encuentran”. En esta línea, tuvo lugar una gran manifestación, que marchó ante un gran despliegue policial. Al final de la marcha, se leyó un comunicado por parte de una portavoz: “Bajo su falsa solidaridad actúan igual que los nazis en la Alemania de los años 30, con las ayudas de invierno”, en referencia a los repartos de comida “sólo para españoles” que el colectivo lleva meses realizando en el barrio, como puede verse en su página de Facebook. Los vecinos del barrio han denunciado que se han producido varias agresiones a personas migrantes por parte de este colectivo ultraderechista, como la de que tuvo lugar a un joven chileno de 22 años, según se recoge en este comunicado.

La Invisible

Mientras se pidió el cierre del Hogar Social neonazi en Madrid, colectivos de la Casa Invisible en Málaga reclamaron al Ayuntamiento la cesión del uso del edificio. Esta marcha se convocó a raíz de que el consistorio ordenase el pasado diciembre la clausura cautelar “por cuestiones de seguridad” de este edificio, de titularidad municipal y con protección arquitectónica. La casa ha organizado una campaña de crowdfunding para recaudar fondos y poder corregir las deficiencias del inmueble.

Pan, techo y libertad

Las Marchas de la dignidad se movilizaron también para clamar contra la Ley Mordaza en más de veinte ciudades del Estado. Cientos de personas recorrieron el centro de la capital en protesta por la reforma del Código Penal. Barcelona, Zaragoza, Valencia, León, Murcia o Valladolid también protestaron por la que se considera una norma que nos lleva a tiempos anteriores a la democracia. Los convocantes incluso aseguraron que se trata de una norma peor que la Ley Corcuera, aprobada en los años 90. Sin embargo, la activista Pilar Garrido cuenta que hubo pocos asistentes en Madrid para “la que está cayendo”: “Ya no sólo hablo de los que estamos inmersos en otras luchas o las que están militando en otros lugares, que quizá tienen menos tiempo, sino mi vecina de al lado, a la que también le afecta”. A la convocatoria acudieron otros colectivos como Cocacola en Lucha y la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C. Desde la plataforma No Somos Delito, una de las convocantes, afirman que “estas reformas en justicia forman parte de un paquete de medidas en trámite parlamentario como la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita o la Ley de Enjuiciamiento Criminal, todas ellas dirigidas a criminalizar las libertades civiles, castigar la protesta social pacífica y especialmente, las situaciones de pobreza”.