Un 1º de mayo sin unión y con fuertes críticas a UGT y CCOO

Miles de trabajadores se han manifestado este jueves por todo el país para celebrar el 1º de mayo pero, a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, no lo han hecho en una marcha unitaria. En Madrid, las centrales sindicales han protagonizado la protesta principal, a la que esta vez no se han unido la CGT ni otras organizaciones, que han impulsado manifestaciones alternativas.

CCOO y UGT han logrado reunir en la capital una asistencia menor que en años anteriores, hasta el punto de que, durante el discurso de sus líderes madrileños, apenas se ha llenado de gente la mitad de la Puerta del Sol, a pesar de que los convocantes cifran el número de manifestantes en 60.000. Mientras, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez se han trasladado a Bilbao, donde han denunciado el «fracaso» de las medidas de austeridad.

En la marcha madrileña han estado presentes también plataformas como Recortes Cero, partidos como Equo o IU e incluso las Juventudes Socialistas de Madrid, que han avanzado al grito de «viva la lucha de la clase obrera». Entre los manifestantes, Alberto, un joven estudiante de filología que portaba una bandera roja, señalaba que hay «más motivos que nunca» para manifestarse. «Nos espera un futuro bastante turbio, con reformas laborales que nos llevan al exilio y a la precariedad, bajando costes laborales y quitando derechos», ha lamentado.

En cuanto a la acción de los sindicatos en la lucha contra las medidas de austeridad, Alberto ha resaltado la mala actuación de las cúpulas de las centrales. «La parte buena es que el sindicalismo de base, dentro de CCOO y UGT, está haciendo muy buen trabajo», ha concluído. Más adelante, Alfredo, trabajador y miembro de UGT, coincidía con el joven: «Hace falta una reflexión y una remodelación muy profundas que cambien los sindicatos desde abajo».

Pese a todo, este sindicalista opina que es tiempo de estar en la calle. «Están desmantelando el Estado del bienestar y los servicios públicos y los trabajadores estamos claudicando ante el mercado«, ha analizado. «Tengo suerte de tener unas condiciones aceptables en mi empleo, pero a mi alrededor todo es precariedad, esto no puede seguir así», ha concluído.

Ya en la Puerta del Sol, el secretario general de CCOO en Madrid, José Ricardo Martínez, ha criticado la herencia de Esperanza Aguirre en la capital, que ha dejado «destrozada» y «hundida». «Hace tiempo que es hora de cambiar de políticas, éstas han de hacerse en base a las necesidades de los ciudadanos, no de los mercados», ha reivindicado.

Por su parte, Jaime Cedrún, ha recordado a los mártires de Chicago y ha mencionado a los «millones de trabajadores y trabajadoras que se manifiestan hoy por todo el mundo». El líder sindical ha denunciado además la «lacra» de la siniestralidad laboral, que, ha señalado, ha repuntado en los últimos años. Cedrún ha concluído con una directriz: «donde no hay organización de los trabajadores es donde hay que estar».

En su peor momento de popularidad (en 2010, el 71% de los ciudadanos tenía “poca” o “ninguna” confianza en los sindicatos, y todo apunta a que este porcentaje ha descendido) y con un paro del 26%, CCOO y UGT han abierto sendos periodos de reflexión y, en ambos casos, apuntan al sindicalismo de proximidad como salida a su crisis.