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La alfalfa del desierto
España tiene 175.000 hectáreas de alfalfa, un cultivo en alza por la demanda de Arabia Saudí y que amenaza con colapsar acuíferos en Aragón y Castilla y León
Estos últimos años hemos conocido y denunciado el fenómeno del “acaparamiento de tierras”, que realizan grandes empresas y estados que a través de diferentes acuerdos con países principalmente africanos, logran quedarse con las mejores tierras, donde existen más recursos hídricos, para cultivos dirigidos a abastecer su propio mercado.
Aquí podemos encontrar países europeos, pero también países con economías emergentes como es el caso de Arabia Saudí. Este fenómeno tiene impactos brutales en el derecho a la alimentación y en la propia soberanía alimentaria de los pueblos, por la menor producción de cultivos dirigidos a la alimentación de la población local, la expulsión de campesinos/as, la pérdida de biodiversidad y esquilmación de reservas hídricas esenciales, etc..
Pero este fenómeno no es exclusivo de países africanos, sino que aquí mismo en nuestro país empezamos a vivir este fenómeno, eso sí en una forma más sofisticada, más subcontratrada…
Así vemos como en los últimos años en diferentes comarcas cerealistas, se está implantando y creciendo exponencialmente el cultivo de alfalfa, que una vez deshidratada se exporta principalmente a Arabia Saudí, como insumo básico para su enorme industria ganadera.
Se trata del nuevo dorado para estas empresas, que han visto como la cifra de hectáreas dedicadas ha llegado el año 2012 a 175.000 en todo el Estado, siendo Aragón y Castilla León las principales productoras.
Pero en realidad se trata de enormes monocultivos en manos de empresas que necesitan una gran cantidad de consumo de agua, ya que un 78% de alfalfa en este país se cultiva en regadío con un consumo medio de agua se sitúa en unos 7.000 m3/ha, poniendo por tanto en peligro acuíferos, cuencas… y llevando a la aparición de nuevos conflictos por el agua entre los mismos agricultores que pierden capacidad de riego para sus cultivos tradicionales.
Pero nada de esto importa, se trata de hacer negocio, así este año España producirá aproximadamente 1,9 millones de toneladas y se destina a mercados exteriores 1,1 millones, empujados por la gran demanda de países del Golfo Pérsico como Emiratos Árabes o Arabia Saudí, convirtiéndonos en uno de sus principales suministradores, pero incluso desde el propio sector empresarial advierten de la propia insostenibilidad económica debido a la dependencia del Golfo tiene sus aspectos negativos, ellos marcan el precio y marcan también la demanda, algo que puede cambiar en cualquier momento.
Pero el fin del cuento ya lo sabemos y alguien debería explicar al Ministerio de Agricultura y distintas consejerías de agricultura involucradas en el desarrollo de este modelo exportador, por qué Arabia Saudí importa alfalfa, y es que ellos en los años 90 decidieron cultivar alfalfa para alimentar a su mega industria ganadera y, al poco tiempo, como no podía ser de otra forma en un país que escasez de agua, los acuíferos colapsaron, perdieron el 60 % de su agua fósil, y decidieron “subcontratar” la producción a otros países.
Pero claro, aquí nos sobra el agua.
[Javier Guzmán, es director de VSF Justicia Alimentaria Global]
Sí, se trata de hacer negocio, no importa si el perjuicio que causa es cinco veces peor.Se trata de hacer negocio l@s de siempre: cuatro tiburones. (en otros continentes, multinacionales, terratenientes y paramilitares hace años que están expulsando o asesinando a los pequeños agricultores)
Este gobierno mientras tanto, a la espera de lo que le ordenen hacer los señores tiburones. Para eso estamos.
Muy sensato lo que propones, Mosca.
hay una ley de aguas que deberia controlar el uso de pozos para la agricultura. y no lo hace. y se riega mas de lo necesario, buscando l maxima productividad por superficie… pero si se buscara la maxima productividad se podrian plantar grandes extensiones de alfalfa y hacer riegos puntules para mantener el cultivo, y dejar que las raices de esta planta, que se desarrollan en profundidad, haga su funcion, fertilizando a la vez el suelo en nitrogeno y materia organica… todo se puede hacer de diferentes maneras, y la alfalfa es una planta muy interesante por varias razones: una vez plantada el cultivo dura varios años; se asocia con bacterias que fijan el nitrogeno atmosferico, evitando necesidad de fertilizacion; largas raices que fertilizan el suelo en profundidad y permiten a la planta subsistir con la sequia… por supuesto que regandola y fertilizandola se puede conseguir que crezca mas y hacer mas cortes, pero un uso razonable de este cultivo me parece excelente para zonas secas… el clima mediterraneo se caracteriza por su ausencia de pluviometria en lo meses mas soleados y calidos, quiza una solucion podria pasar por recoger parte del agua de lluvia para utilizarla en momentos de maxima necesidad… algibes, como en epoca arabe…