El caso de los discos duros de Bárcenas avanza en los juzgados tras su reapertura. Las acusaciones esperan aportar nuevos elementos de prueba que supuestamente contradicen las actuaciones del PP recogidas en su norma interna de funcionamiento sobre material informático, según fuentes cercanas a la causa. Es decir, tratarán de poner en evidencia que el PP vulneró esa norma al destruir, justo al comienzo de la investigación de la contabilidad B del partido, los discos duros utilizados por el extesorero.
Esta era una de las preguntas que se hacía la Audiencia Provincial de Madrid en el auto que ordenó la reapertura de la causa: ¿Tiene el PP una forma de proceder para destruir los discos duros de los ordenadores o sólo lo hizo con los de Luis Bárcenas? El tribunal reprochó a la entonces titular del Juzgado de Instrucción número 32, Esperanza Collazos, el archivo del caso sin ni siquiera investigar los hechos.
La reapertura ha llevado a la imputación por primera vez de un partido, en aplicación de la reforma del Código Penal impulsada por Alberto Ruiz-Gallardón en 2012, que incorporaba también a los sindicatos en el régimen general de responsabilidad penal. El extesorero ha sido llamado a declarar este miércoles como testigo. Ese mismo día también están citados como testigos la entonces secretaria de Bárcenas, el jefe de Seguridad de Génova en aquel momento -cuñado de Bárcenas- y el abogado del partido.
Al día siguiente, declararán el PP y su actual tesorera y gerente, Carmen Navarro, como investigados -la nueva denominación de los imputados- por los delitos de daños informáticos y encubrimiento. Las acusaciones van a trabajar en esa línea: demostrar que el PP borró los discos duros con el consciente propósito de obstruir la acción de la justicia, encubriendo los presuntos delitos que el partido y sus dirigentes hubiesen cometido en el pasado, cuando se hizo evidente que el extesorero podría cumplir su amenaza de tirar de la manta si ingresaba en prisión. Bárcenas entró en la cárcel el 27 de junio de 2013, los discos duros fueron borrados el 3 de julio y compareció ante el juez Ruz el 15 de julio, con una extensa documentación sobre la presunta contabilidad b.
Según informó el propio PP en un comunicado, “la tesorera, al igual que el resto de los citados, ratificarán que los ordenadores del PP, con los que supuestamente trabajaba Bárcenas, no contenían información, puesto que, como él mismo dijo, cambió y se llevó el disco duro”. El PP añade: “La información que había en dichos ordenadores estaba contenida en el pendrive que entregó al juez Pablo Ruz, tal y como consta en su declaración judicial del 15 de julio de 2013”.
El presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha asegurado no saber «absolutamente nada» de la destrucción de estos discos duros y considera que la reapertura de la causa, promovida por Izquierda Unida, la Asociación Justicia y Sociedad y la confederación política Los Verdes- tiene “bastante poco sentido”.