Un amplio grupo de diputados y senadores del PP han mostrado su beligerancia ante el anuncio de la retirada de la ley del aborto y han alertado del cisma que podría producir esta decisión en el seno del Partido Popular. Julieta de Micheo, Javier Puente, Angel Pintado, Margarita Durán, Lourdes Méndez Monasterio, María Navarro Viscasillas, Ana González García, José Eugenio Azpiroz, Antonio Román o Beatriz Elorriaga son algunos de los miembros del grupo del PP más conservador que han mostrado en público y privado su implicación con la aprobación de la ley del aborto de Alberto Ruiz Gallardón. A pesar de la postura oficial del Grupo Popular en el Congreso, fijada por Rafael Hernando, sobre la ley del aborto -sobre la que declaró que: “en este momento no hay ninguna novedad”-, la noticia de la retirada de la ley ha provocado mucha inquietud y malestar entre el grupo de diputados más conservadores.
Lourdes Méndez Monasterio, diputada del PP por Murcia, y una de las máximas ideólogas de los argumentarios por la derogación del aborto en el grupo parlamentario del Partido Popular, declaró en una entrevista en 13TV que no cree que se vaya a retirar la ley del aborto y que se tiene que tratar de un globo sonda inspirado por algunos intereses partidistas, aludiendo a las fuentes del gobierno que citó Lucía Méndez en su artículo en El Mundo que anunciaba la retirada de la ley. La diputada dejaba entrever el enfrentamiento que existe en el seno del Partido Popular entre un grupo del que ella es uno de los máximos representantes, que abogan por el aborto cero y la completa derogación del aborto como un derecho, y la facción más liberal que encabeza Soraya Sáenz de Santamaría y diputadas como Celia Villalobos.
La diputada conservadora por Murcia llegó a declarar que quien no esté de acuerdo con la reforma de la ley del aborto «a lo mejor» tiene que irse del Partido Popular: “Este tema va en los estatutos, va en el programa… y ahí es donde hay que discutir estos temas. Si hay personas disidentes que no están de acuerdo con una postura del Gobierno han de ir a esos foros, y en esos foros no ha existido ningún debate de este tema. Y si se va a esos foros internos y no se está de acuerdo, a lo mejor hay que irse del partido”.
Méndez Monasterio declaró que no es posible llegar a un consenso con partidos que tienen una posición radical en el aborto, porque considerar el aborto como un derecho de la mujer es, para ella, una postura radical. Ese es el posicionamiento ideológico del grupo de parlamentarios por la vida que aglutina a multitud de miembros del PP que tras la noticia de la posible retirada de la ley del aborto han criticado en público al Ejecutivo. Ayer contamos cómo Ángel Pintado, senador del PP, había declarado que la retirada del proyecto sería un engaño de Rajoy a los electores y pedía al presidente del Gobierno que espabilara y no cediera ante las presiones. A esas críticas se han unido otras senadoras y diputados, como Margarita Durán, senadora por Baleares, quien consideraba que esta noticia tenía que ser un globo sonda y confiaba en el cumplimento de los compromisos adquiridos con la ley del aborto porque. si no, “el incumplimiento del programa sería muy grave” , además la senadora del PP que consideró que el ejecutivo no había calibrado la reacción que tendría entre sus senadores la retirada de dicha ley.
El enfrentamiento entre las dos sensibilidades ideológicas llegó incluso a las redes sociales, cuando el diputado Borja Semper consideró un acierto la retirada de dicha ley, lo que provocó varias contestaciones de miembros de su partido. Entre ellas, la del diputado del PP por Cantabria, Javier Puente, quien contestó a Semper que muchos miembros del PP estaban a favor de Gallardón y del programa electoral y los estatutos que recogían la derogación de la actual ley del aborto. Javier Puente en declaraciones a La Marea ha defendido que «la vida es el principal de los derechos, y allí donde esté defenderé la vida del nasciturus. Es un derecho natural”. Por ello ha recalcado que seguirá defendiendo a su partido, sus estatutos y el programa electoral del PP que en su página 108 aboga por cambiar la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida.
Parlamentarios por la vida
El germen de este cisma en el Partido Popular pivota alrededor de un lobby católico en el interior de la formación, la Acción Mundial de Parlamentarios y Gobernantes por la Vida y la Familia. El pasado mes de julio se celebró en el Congreso de los Diputados el seminario de esta asociación, una organización mundial que fue constituida en Chile en el año 2007 por la promulgación de la ley del aborto de Bachelet. En la actualidad está presidida por el senador español del Partido Popular, Ángel Pintado, y su Secretario General es el Diputado español del Partido Popular, José Eugenio Aspiroz. Como resultado de la reunión, donde se felicitó al Gobierno de Mariano Rajoy por la reforma de la ley del aborto, se publicó la Declaración de Madrid, un documento en el que se desgranaban los objetivos de la asociación de parlamentarios por la vida. La declaración que consta de 10 puntos gira en torno a una idea principal que se recoge en su punto 3: “Reclamamos que la defensa de la vida humana desde su inicio con la concepción sea objetivo prioritario en la acción de gobernantes y legisladores en todo el mundo”.
