El preconcurso de acreedores anunciado ayer por la cooperativa Mondragón ha provocado que algunos medios de comunicación aprovechen la situación para criticar el modelo cooperativista.
A través de un caso particular, El País publica un editorial titulado «Un modelo cuestionado«, y ataca de este modo a un movimiento que bebe sus fuentes en la más antigua tradición colaborativa y asamblearia. Por el contrario, a nadie se le ha ocurrido cuestionar el modelo de sociedad anónima o sociedad limitada cuando alguna de esas miles de empresas ha caído en concurso de acreedores.
Se obvia, además, un dato que desmiente esta crítica indiscriminada: las cooperativas resisten mejor a la crisis que el resto de empresas. Así, aumentaron el empleo un 6,8% en el cuarto trimestre de 2012 respecto al mismo periodo anterior, y acabaron el año con 286.912 trabajadores, según datos del Ministerio de Empleo.
La cooperativa MásPúblico, empresa editora de la revista La Marea, nació con el objetivo de hacer un periodismo libre de intereses empresariales y políticos. Ningún fondo de inversión está detrás de nosotros, ningún anunciante puede condicionar nuestros contenidos. La propiedad de la empresa es de los trabajadores y los socios de la cooperativa. Todos tenemos nombres y apellidos. Una persona, un voto. Este modelo de negocio nos blinda, nos hace pobres, pero libres.
El desarrollo de las empresas depende de muchas cosas, de múltiples condicionantes que van más allá del modelo de negocio elegido. Lo que sí es seguro es que la opción de la cooperativa garantiza nuestra independencia y nos implica más como sociedad. Asimismo, contribuye a que la economía no quede sólo en manos de esos pocos que deciden el futuro de todos.
Ahora lo importante es apoyar a los 5.600 trabajadores de Fagor que ven amenazados sus puestos de trabajo y a todos aquellos que impulsaron el proyecto en sus inicios, apostando por hacer las cosas de otro modo. Desde la redacción de La Marea, nos solidarizamos con todos ellos.
El periodismo tal como lo hemos conocido también está en crisis. Cuando las empresas de comunicación encadenan ERES, pérdidas y créditos bancarios, es más necesario que nunca cambiar de modelo. En La Marea apostamos por el cooperativismo.