La Princesa recibe con escepticismo el cambio de planes para el hospital

MADRID // “Nos hemos convertido en la cara más visible de la lucha por la sanidad pública. Creen que si callan a La Princesa, callarán a los demás hospitales”. Julia Barreda, celadora del hospital de La Princesa, ha acudido puntualmente esta tarde a la primera concentración reivindicativa tras hacerse público el cambio de planes para el futuro del centro porque asegura desconfiar “al 90%” de la palabra del consejero. Ha sido esta mañana cuando el consejero madrileño de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ha declarado que “La Princesa ni se cierra, ni se desmantela sino que mejora”, a cambio del “ahorro” de 20,6 millones de euros en 2013.

«Trabajando con los profesionales, hemos comprobado que es perfectamente compatible que, simultáneamente, La Princesa continúe trabajando de la misma forma que hasta ahora con los vecinos de la zona”, ha declarado Lasquetty, en un intento por alejar el “consenso” al que ha llegado con la Junta de Centro (organismo presente en la reunión formado por los jefes de servicio y la junta técnico-asistencial) de la idea de “marcha atrás”.

Lo cierto es que el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, anunció el 31 de octubre -dentro de un paquete de reformas que apuntan hacia la privatización- la reconversión de este hospital en un centro “superespecializado” para mayores de 75 años, así como la eliminación del servicio de urgencias y consultas externas, entre otros. Tras la rueda de prensa de esta mañana, supuestamente, se mantendrán todos sus servicios actuales y se añadirán 29 programas específicos de atención a la población mayor.

Pero lo que para unos es una batalla ganada, para otros no es más que una estrategia para acallar el movimiento de lucha de cara a la huelga de médicos, convocada a partir del próximo lunes 26 hasta el jueves de forma permanente. A las 18.00 horas, en la puerta principal, un centenar de personas se ha reunido para llevar a cabo el ya tradicional rodeo del edificio.

Poco antes de empezar, María Luisa Bailez, delegada sindical de auxiliares de enfermería y miembro de la Junta de Centro, trataba de calmar a muchos de los pacientes, que estaban más exaltados que nunca. “Nos están engañando y os lo estáis creyendo”, le ha dicho Rosa Elfau, paciente durante 30 años del hospital. “No hemos arreglado nada. No podemos cesar en la lucha, porque es lo que pretenden”, insistía Elvira Muñoz, vecina del barrio que ha acudido a las dos concentraciones diarias “desde el primer día”.

Por su parte María Luisa trataba de explicar que “la consejería ha adquirido un compromiso que se verá reflejado el lunes en las enmiendas y en diciembre en la aprobación de los presupuestos”. La delegada sindical ha asegurado que el hospital “ha ganado la batalla y ha salido reforzado, pues se ha ampliado la cartera de servicios”. A la petición de los vecinos y pacientes de “un documento escrito”, Bailez ha respondido que “no lo tendremos nunca porque no ha sido una negociación, pero tenemos su palabra”.

A la concentración de este miércoles le ha seguido el encierro de profesionales en el salón de actos, que se mantiene hasta este jueves a las 14.00 horas, momento en el que ha sido convocada una asamblea de trabajadores para decidir el futuro de las reivindicaciones. “Mañana decidiremos si seguimos con el encierro, si quitamos lo carteles o los cambiamos por otros o simplemente si continuamos como hasta ahora, en la calle dos veces al día. Hemos conseguido mucho y no tenemos que creernos nada hasta no verlo hecho realidad”, ha insistido Julia mientras portaba la pancarta en la que se podía leer “La sanidad pública no se vende, se defiende”.