Mas reduce el 9-N a un simulacro de consulta y apunta a unas plebiscitarias

BARCELONA // El president de la Generalitat, Artur Mas, ha anunciado este martes por la mañana que el Govern «sigue adelante» con el plan de votar el próximo 9 de noviembre, pero ha explicado que se llevará a cabo un proceso de participación que no estará amparado por el decreto de convocatoria ni la ley de consultas, suspendidos por el Tribunal Constitucional tras el recurso del Gobierno central.

Esta consulta alternativa se llevaría a cabo de acuerdo a «los marcos legales preexistentes», que Mas no ha explicitado –para no hacer el trabajo fácil al Estado, ha apuntado- que dan competencias a la Generalitat para fomentar la participación ciudadana. «Habrá locales abiertos, habrá papeletas y habrá urnas«, ha sentenciado Mas, que ha explicado que se movilizarán 20.000 voluntarios y se utilizarán locales propiedad de la Generalitat, y ha pedido la colaboración de los 920 ayuntamientos que aprobaron mociones a favor de la consulta. Según ha explicado Mas, se creará un Consejo General de Participación que supervise la “transparencia” del proceso, y los resultados provisionales se anunciarán al día siguiente, el 10 de noviembre. No ha dado más detalles sobre una consulta alternativa que no convence al resto de fuerzas del bloque soberanista.

El president de la Generalitat, quien ha constatado que el consenso político con el resto de fuerzas proconsulta está «agrietado», ha mantenido que “la consulta del 9N, incluso si se hubiera mantenido el decreto intacto, no se hubiera podido considerar la consulta definitiva”, y ha apuntado a unas elecciones de carácter plebiscitario: «La consulta definitiva sólo se puede hacer con unas elecciones que los partidos conviertan en unas elecciones vía referéndum, con una lista conjunta y un programa conjunto». En este sentido, el president ha augurado que “la consulta del 9N es la consulta anticipada antes de la definitiva».

Guiño a ERC

Mas se dirige de esta forma a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para que acepte entrar en una lista conjunta, y apunta que no convocará elecciones anticipadas si los partidos no están de acuerdo en convertirlas en plebiscitarias. “Quiero escuchar a los partidos. Yo no podré convocar unas elecciones refrendarias, eso no existe en el ordenamiento jurídico. Deben ser los partidos los que me convenzan que estas elecciones servirían para hacer el referéndum. Si no es para hacer el referéndum, ¿qué necesidad hay?”, ha declarado.

El desacuerdo del resto del bloque soberanista con el plan del Govern ya se hizo patente este lunes por la noche, después de la reunión que mantuvieron en el Palacio de Pedralbes. A la salida, el presidente de ERC Oriol Junqueras, apostaba en Twitter por una declaración unilateral de independencia: “El Govern nos sitúa en un escenario de participación nuevo y no pactado, que en ningún caso puede sustituir la consulta”. Junqueras instó a “construir una mayoría parlamentaria para hacer una Declaración de Independencia e iniciar el proceso constituyente de la República catalana”.

El diputado de la CUP Quim Arrufat, en una asamblea convocada en la media noche en la plaza de Sant Jaume, llamó a volver a la mesa de negociaciones para llevar a cabo la consulta. “Hace falta madurez política por parte de todos y dejar los tacticismos”, afirmó Arrufat, quien acusó a CiU de apropiarse del proceso soberanista: «La consulta pende de un hilo porque se la ha adjudicado una sola de las partes, que no es garantía de que votemos el 9N».

Antes de que Artur Mas compareciese en rueda de prensa, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha calificado de “excelente noticia” que no se lleve a cabo la consulta inicialmente planteada.