Cañamero dice que su insumisión a la justicia no es una chulería, sino una protesta

SEVILLA // La Guardia Civil ha detenido esta mañana al secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego Cañamero, en su domicilio de El Coronil (Sevilla) en torno a las ocho de la mañana. El arresto se ha producido por orden judicial, al no haber comparecido ante el juez para que explicara su participación en una concentración en 2008 en una finca de frutales de La Rinconada (Sevilla). Tras su paso por el juzgado, el juez le ha dejado en libertad con cargos a media mañana.

La detención no ha llegado por sorpresa. El Juzgado de Instrucción número 12 de Sevilla ya había ordenado, en mayo de este año, la búsqueda, detención y personación del secretario general del SAT por no comparecer hasta en cuatro ocasiones en el Juzgado, entre los meses de febrero y marzo de 2012.

Desde que anunciara, hace tres años, su intención de declarse insumiso ante la justicia, Cañamero ha sido detenido en tres ocasiones por no comparecer ante el juez. La última detención se llevó a cabo hoy. Alrededor de las ocho de la mañana Cañamero era detenido por una pareja de la Guardia Civil junto a su vivienda en el municipio sevillano de El Coronil.

En esta ocasión Cañamero no fue esposado ni trasladado a los calabozos, como sí ocurrió en la detención del pasado mes de junio. «Ya me tratan como a Mario
Conde, pero yo no he robado nada», decía con sorna mientras esperaba su puesta en libertad con cargos. La jueza del Juzgado de Instrucción 8 de Sevilla le imputa, junto a siete miembros más de este sindicato andaluz, dos delitos, uno por insultos y otro de amenazas, así como destrozos por valor de 3.653, 16 euros en la finca de La Jarilla. Los hechos se remontan al 24 de noviembre de 2008, cuando el SAT ocupó la finca en protesta por la no contratación de una cuadrilla de militantes del sindicato. «Allí no se rompió nada ni se insultó a nadie», aseguraba hoy Cañamero.

Mientras esperaba la puesta en libertad en los pasillos de los juzgados, una mujer, de mediana edad, que acudía a un juicio como testigo, se le acercó. «Perdone, le he visto en la tele, ¿está aquí por lo del sindicato?», le dijo la señora, que hace poco meses tuvo que cerrar su empresa inmobiliaria. Tras la respuesta afirmativa de Cañamero, la mujer, en un tono de enfado, replicó que «verás como a los banqueros no los detienen. Se están dando con todo, con los trabajadores y con las empresas».

La jueza también obliga a Cañamero a personarse en los juzgados los días 9 y 23 de cada mes. El dirigente sindical ya anunció que no comparecerá y se reafirmó en su decisión de insumisión total ante la justicia. «No es una chulería, es una protesta, porque no puede ser que este sindicato tenga a más de 140 procesados y más de 60 detenidos a sus espaladas».

Según Cañamero, «muchos jueces, no todos, cumplen órdenes políticas» pero advirtió que «con el SAT no podrán acabar, porque no se puede terminar con algo natural, vinculado con la gente sencilla».

Cañamero ha justificado su postura reiteradamente desde entonces. Asegura que los militantes del SAT «sufren una fuerte represión» como consecuencia de su afiliación, por lo que decidió practicar una «insumisión judicial».

El SAT se ha hecho popular en los últimos meses por liderar dos protestas que tuvieron una gran repercusión mediática. La primera fue el 7 de agosto: 400 jornaleros tomaron 30 carros de comida de dos grandes supermercados de Écija (Sevilla) y Arcos de la Frontera (Cádiz). La segunda fue una marcha que recorrió todas las provincias andaluzas durante varias semanas, hasta llegar a Sevilla, el 7 de septiembre.