Competencia detecta insuficiente “presión competitiva” en la subasta eléctrica

MADRID // La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha confirmado las razones que la llevaron a invalidar la vigésima quinta subasta del CESUR, que estableció que el precio de la luz debía aumentar un 11%. En un informe publicado este martes que, según afirman, todavía debe completarse con los datos que han solicitado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (aún no entregados), reiteran que “concurrieron “circunstancias atípicas” que impidieron que se desarrollara en un entorno de suficiente presión competitiva”.

En ningún momento a lo largo de este documento se hace referencia a una presunta manipulación, ni por parte de las eléctricas, ni por ninguno de los otros agentes que concurrieron en la subasta. Si los datos que aún tiene que aportar la Comisión Nacional del Mercado de Valores avalan estas primeras conclusiones de la CNMC, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, podría enfrentarse a un problema legal con las cinco grandes eléctricas que conforman la patronal, UNESA.

Y es que, según aseveró en una entrevista concedida al diario ABC, publicada el pasado 22 de diciembre, Soria criticó la “burda manipulación” que, según su opinión, se produjo en la subasta eléctrica, además de asegurar que existía “mucha preocupación en los cuarteles generales de las eléctricas” dado que no sabían sobre la base de qué argumentos “podían decir de entrada que la subasta había sido transparente, competitiva y no manipulada”.

Seis circunstancias atípicas

Tal y como afirma la CNMC en el documento, el informe aún no está completo y la CNMC “continúa investigando las circunstancias en que se desarrolló la subasta y el comportamiento de los agentes que participaron en la misma”. A pesar de ello, lo que sí han querido desarrollar son las circunstancias atípicas en las que se basaron para invalidar esta subasta, que suman un total de seis.

Entre estos factores, la Competencia afirma que se registró “un volumen calificado agregado antes de iniciarse la subasta muy inferior al de otras subastas con volumen subastado similar”. Un volumen que, según han constatado, “es el más bajo desde que se celebra la subasta CESUR con las actuales reglas. Además, en esta subasta se advirtió “un conocimiento por parte de los agentes, en rondas muy tempranas, de que el exceso de oferta se encontraba en tramos inferiores al tramo ciego (definido como aquel en el que el exceso de oferta es superior al 200%)”. Según se detalla en el informe, ya se había detectado al finalizar la tercera ronda, “algo que no se había producido antes del final de la ronda 5 en las subastas celebradas desde 2010”.

Este precoz conocimiento tuvo como consecuencia que la vigésima quinta subasta se cerrara en la séptima ronda, mientras nunca se había producido antes de la ronda 12. Según la CNCM, esto provocó que el precio de la electricidad se estableciera en los 61,83 euros por megavatio/hora; es decir, un 7% superior a los precios registrados en los contratos equivalentes en los mercados a plazo que tuvieron lugar el día anterior a la subasta del CESUR.

Tal y como se explica en el informe publicado por la CNCM, “en este contexto de precios elevados, la vigésimo quinta subasta CESUR habría proporcionado una única referencia de precio (61,83 €/MWh) a trasladar directamente a la parte del coste de la energía de la Tarifa de Último Recurso (TUR) durante todo un trimestre, dando lugar al denominado ‘efecto evento’ por incluir en la fórmula el precio de una única subasta”.

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