Desde la televisión pública, a favor del Toro de la Vega

Cuando la calle es un clamor, cuando la sociedad reclama masivamente un cambio en el trato que damos a los animales, cuando el 70% de los ciudadanos se muestra contrario a la tauromaquia, Mariló Montero, presentadora de la televisión pública, no duda en mostrar su apoyo absoluto al Toro de la Vega, que incluso califica de «fiesta maravillosa», y que es el mayor exponente del maltrato institucionalizado hacia los animales.

Este martes, Mariló Montero comentó en directo las imágenes del festejo en su programa La Mañana , minutos antes de que comenzara un debate absolutamente desigual, con el supuesto objetivo de que las partes mostraran sus distintos puntos de vista sobre el Toro de la Vega, y al que PACMA acudió como el único defensor de la prohibición del festejo.

Quizá no se le puede pedir a Mariló Montero que sea imparcial, pero al menos sí respetuosa con los espectadores y los ciudadanos a los que se debe, y que son, además, quienes pagan su presencia en TVE. El debate no solo debería haber sido proporcionado, sino también fiel a la realidad.

Claramente posicionada a favor de esta barbarie, la presentadora faltó al respeto a los defensores de los derechos de los animales, menospreciando las imágenes conseguidas con esfuerzo por el Partido Animalista – PACMA para documentar y denunciar ante el mundo la violencia durante la celebración del Toro de la Vega.

Ni siquiera valoró las declaraciones de su reportera, en directo desde Tordesillas, que aseguraba que «hay mucho hermetismo hacia los medios de comunicación». «Ni siquiera nos dejan que podamos grabar las lanzas», aseguró. Mariló Montero tampoco comentó o criticó en ningún momento que los propios mozos del pueblo son los que impiden a los medios grabar imágenes del lanceamiento del toro y de su muerte. Obvió estas cuestiones para centrarse en su defensa de este festejo, rechazado por la mayoría de ciudadanos e injustificable moralmente.

No es tolerable que una presentadora de una televisión que pagamos todos, tanto los numerosos detractores del Toro de la Vega, como los pocos defensores del mismo, trate por tonta a la audiencia, señalando al principio del festejo que hasta ese momento el toro no había sido agredido. Tratando, en definitiva, de justificar la barbarie que iba a suceder en la vega de Tordesillas minutos después. Defendió en todo momento a quienes empuñaban lanzas y no a quienes pedimos el fin de la violencia y el maltrato.

TVE debería tener en cuenta la creciente sensibilidad de la sociedad a favor de los derechos de los animales. Debería comportarse como un reflejo del sentir de la población, y no como un púlpito para la defensa de los intereses de unos pocos.

A los miembros del Partido Animalista y a las personas que abogamos por el fin del Toro de la Vega, no nos desalienta que la televisión pública haga campaña en defensa del Toro de la Vega, pero nos preocupa como ciudadanos que esto se permita.

Nosotros seguiremos centrándonos en que los responsables últimos, PP y PSOE, dejen de lavarse las manos y tomen decisiones valientes para acabar de una vez por todas con esta ignominia.

El Toro de la Vega es el principal exponente de las injusticias que padecen los animales en España. Tordesillas se ha construido a sí misma una identidad propia, irremediablemente relacionada con el maltrato animal. De ellos y de los políticos que autorizan el festejo depende que esto pase a la historia.

¿Hasta cuándo van a seguir ignorando las exigencias de la sociedad? ¿Qué necesitan para plantearse de verdad acabar con esta barbarie? ¿Qué más tenemos que hacer los ciudadanos para ser escuchados?

Es un clamor social el que pide que se respete la vida y se eliminen de nuestras tradiciones festejos sangrientos como este.

Seguiremos luchando por ello. Estamos convencidos de que el martes se celebró, un año menos, el Toro de la Vega. Su fin nos acercará al comienzo de otra etapa para los aniamles en nuestro país.

La autora del texto, Laura Duarte, es portavoz de PACMA