Internacional
Israel intensifica su acoso a la flotilla Global Sumud
La misión humanitaria se acerca a aguas palestinas con la intención de romper el bloqueo naval israelí. La Armada hebrea se acercó a los barcos de la flotilla y realizó «maniobras peligrosas e intimidatorias» durante la noche, según denuncian los activistas.
La flotilla Global Sumud se encuentra aproximadamente a 120 millas náuticas de la costa de Gaza. Ha entrado en un área considerada como «zona de ataque». El Ejército de Israel podría proceder a un ataque militar directo en cualquier momento, pasando a otra fase en su estrategia de intimidación sobre la misión humanitaria.
Desde la flotilla denuncian el continuo hostigamiento realizado por Israel, que ya ha puesto en marcha a su Armada para cortar el paso a los activistas. «Anoche, buques de guerra israelíes realizaron maniobras peligrosas e intimidatorias contra los buques de la flotilla Alma y Sirius», declaraban en su último comunicado.
Los barcos israelíes «desactivaron las comunicaciones, rodearon agresivamente embarcaciones civiles y obligaron a los capitanes a realizar maniobras evasivas para evitar una colisión. Estas acciones hostiles pusieron en grave peligro a civiles desarmados de más de 40 países», afirman desde la Global Sumud.
A pesar de estas «agresiones imprudentes», los integrantes de la misión continúan su rumbo «con determinación». Hacen hincapié en el carácter pacífico de su labor y en su derecho a navegar por «aguas internacionales» para «entregar ayuda a una población que enfrenta la hambruna y el genocidio».
Los activistas Thiago Ávila y Lisi Proença participaron desde sus respectivas embarcaciones en una rueda de prensa online en la que explicaron los últimos incidentes relacionados con el acoso de Israel a la flotilla. Ávila calificó estas maniobras como «guerra psicológica». Después de que las naves israelíes se aproximaran a la flotilla, las cámaras instaladas en los barcos y sus sistemas de comunicación dejaron de funcionar, refirió Proença.
La relatora de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, también intervino en la rueda de prensa para subrayar el carácter «absolutamente legal» de la misión humanitaria. «Gaza es un territorio ocupado de forma ilegal y lleva 17 años sufriendo un bloqueo», explicó. «El Estado de Israel ha sitiado a 2 millones de habitantes que viven atrapados en un gueto, creado en 1948, que los separa del resto del territorio [de Palestina]. Pero desde 2007, además, ha restringido el acceso de comida, combustible, medicinas y otras formas de ayuda humanitaria. La situación ya era dramática antes».
A juicio de Albanese «comerciar con Israel ya no es aceptable». La relatora de la ONU, destacó la ola de solidaridad despertada entre los trabajadores portuarios para colaborar en la misión de detener el genocidio. «Todos los puertos deberían estar sellados» para Israel, recomendó. «Gaza es un matadero», añadió poniendo cifras a la magnitud de la «deshumanización» a la que ha sido sometida su población: «Han asesinado a 20.000 niños palestinos. Imaginen qué pasaría si asesinan a 20.000 niños israelíes. A 20.000 niños italianos. A 20.000 niños estadounidenses. A 20.000 niños franceses…».
Para la relatora de Naciones Unidas, la misión de la Global Sumud va mucho más allá del reparto de ayuda humanitaria. «Sé que eso es una gota en el océano», admite. El acto de llegar hasta Gaza, a sus ojos, será equivalente a «derribar las puertas de un campo de concentración hace 80 años». Significa, además un desafío a la comunidad internacional para que haga sus deberes: «Hay que continuar la movilización. Presiona a tus representantes políticos estés donde estés. Presiona a tu gobierno para que envíe una flota. Europa necesita enviar flotas [militares] para romper el bloqueo».
En cuanto al envío de barcos como el Furor, con el que España espera dar asistencia a los activistas, la acción es vista con escepticismo desde la flotilla Global Sumud. Uno de sus coordinadores, Saif Abukeshek, explicó cuál ha sido el procedimiento del buque italiano que los escolta cuando ha habido problemas con alguna embarcación: «El Gobierno italiano, en vez de navegar junto a la flotilla hasta alcanzar las orillas de Gaza, ha participado, de alguna manera, en el sabotaje. Dicen que si la gente quiere abandonar la flotilla, ellos estarán ‘felices de ayudar’. Pero la ayuda que necesitamos es para detener el genocidio».
La ministra española de Defensa, Margarita Robles, aclaró hoy en Barcelona cuál es la misión encomendada al patrullero marítimo Furor: el barco se quedará «un poco antes» de llegar a la zona de exclusión marcada por Israel y solo en caso de «absoluta necesidad», si hubiese «labores de salvamento», podría intervenir.
Robles, en lugar de señalar la ilegalidad que está cometiendo Israel al bloquear unas aguas territoriales que no le pertenecen, recomendó a los activistas que actúen con prudencia y «responsabilidad».
«Yo no soy quien para decirle a la flotilla [lo que tiene que hacer]. Es importante la labor que hacen, pero en este momento tienen que valorar que pueden poner en riesgo la vida de muchas personas», ha insistido la ministra.
Según Robles, los responsables de la flotilla «saben lo que tienen que hacer, saben que asumen una situación de riesgo». Al margen de eso, «ya es su responsabilidad el riesgo que asumen personalmente y el riesgo en el que pueden poner a otras personas», añadió.
Toda esa gente de la flotilla tienen un par de pelotas. Les deseo de todo corazon que consigan romper el bloqueo.