Economía | Internacional
Las empresas que se lucran en el Sáhara ocupado
Acciona, Indra, Repsol y Santander son algunas de las grandes compañías españolas que hacen negocio en el Sáhara Occidental.
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Este reportaje forma parte del dossier de #LaMarea108, dedicado al Sáhara Occidental. Puedes conseguir la revista aquí o suscribirte para recibirla y apoyar el periodismo independiente.
«Quiero dar la bienvenida a todos los participantes, especialmente a nuestros socios españoles». Así saludaba, en vídeo, el ministro de Industria y Comercio de Marruecos, Ryad Mezzour, al Foro de Inversiones Marruecos-España celebrado en el Sáhara Occidental, en la ciudad de Dajla, en junio de 2022. El medio promarroquí en español Atalayar difundió este mensaje y un spot promocional del acto.
Los principales recursos explotables del Sáhara Occidental son la pesca y los fosfatos. También la energía renovable, a través de parques solares y eólicos, es otro sector en crecimiento. Algunas empresas españolas se lucran o lo han hecho en el pasado sin el consentimiento de sus habitantes, como constató en 2024 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea al anular el acuerdo de pesca y agricultura entre la UE y Marruecos por vulnerar los principios de autodeterminación en el «territorio no autónomo» del Sáhara Occidental.
¿Qué empresas operan hoy en estos territorios? Según sus informes anuales, la multinacional Indra cuenta con negocios en el Sáhara Occidental y Marruecos a través de tecnologías de la información y de gestión del tráfico aéreo, entre otros. A las preguntas de La Marea, la empresa semipública se limitó a señalar que su actividad en Marruecos «en distintos sectores de su economía es conocida, dentro una actividad internacional más amplia».
En 2009, obtuvo varios contratos estatales para implantar tres estaciones de la red de comunicaciones por satélite para la gestión del tráfico aéreo «en la zona sahariana del sur del país, en los aeropuertos de las ciudades de Laayoune, Es-Semara y Dakhla», recoge la página web de Indra (usando la nomenclatura francesa). Desde 2002, provee servicios de navegación aérea a Marruecos.
Desde el sector energético, Repsol y Cepsa –ahora Moeve y fuera del Ibex 35–, representan al menos el 85% de todos los productos derivados del petróleo que llegaron al Sáhara Occidental ocupado en 2023, según la organización Western Sahara Resource Watch (WSRW). «Si Cepsa y Repsol cesaran su actividad [en este territorio], la ocupación no se podría sostener», afirma Anselmo Fariña, de la Asociación Canaria en Solidaridad con el Pueblo Saharaui, en el documental Ocupación S.A. (2020). «Marruecos no tiene ninguna capacidad de refino. Por lo tanto, tiene que importar el petróleo y lo hace de España», añade.
La respuesta de Cepsa a WRSW fue: «Suministramos hidrocarburos para su distribución en el territorio saharaui, que está totalmente permitido». Repsol no respondió. La petrolera del Ibex 35 inauguró en febrero de 2024 una planta de polipropileno en Tánger, junto con su socio belga Ravago.
Acciona, junto con Moeve, forma parte del grupo de empresas que han accedido a la inversión prevista de unos 30.200 millones del Gobierno marroquí en seis proyectos de hidrógeno verde en la costa del Sáhara Occidental, según se anunció este marzo. Con anterioridad, Acciona ha puesto en marcha instalaciones en Marruecos, además de en el Sáhara Occidental. Se ha encargado del diseño, construcción, gestión y mantenimiento de la mayor desalinizadora de África, en Casablanca. Aunque está fuera del Sáhara ocupado, la planta estará «alimentada íntegramente por la energía renovable procedente del parque eólico de Bir Anzarane», dice la web de Acciona (también en francés). Lo que no menciona es que Bir Enzarán, fuente de la energía, está en el Sáhara Occidental ocupado. El proyecto de desaladora, prevista para 2028, ha sido financiado en parte por Caixabank, la sociedad público-privada española Cofides y Attijariwafa, banco marroquí participado en un 5,1% por Santander.
Attijariwafa, el primer banco de Marruecos y el tercero de África del norte, cuenta con 13 oficinas en el Sáhara ocupado, según su web. El Santander llegó a tener casi un 15% de su control.
Vínculos con Marruecos
Otro tipo de empresas analizadas están en una zona gris. Operan en Marruecos pero no podemos saber con seguridad si usan o no productos extraídos del Sáhara. Una de ellas es ACS. La empresa estatal marroquí OCP (Office Chériffien de Phosphates) es quien extrae y exporta los fosfatos saharauis y marroquíes. ACS, a través de su filial Intecsa Industrial, logró en 2019 dos contratos en Marruecos de OCP, valorados en 255 millones, para la puesta en marcha de dos plantas de ácido sulfúrico en Jorf Lasfar, al sur de Casablanca. Según ACS, el ácido sulfúrico será utilizado como materia prima para la producción de fertilizantes fosfatados granulados.
Otras empresas del Ibex operan en Marruecos sin mención en sus informes anuales a actividades en el Sáhara, según ha podido comprobar La Marea. Una de ellas es Amadeus, dedicada a tecnología para la industria de viaje. Opera Amadeus Maroc S.A.S., con un 30% de participación y sede social en Casablanca. Por su parte, Acerinox tiene cuatro empleados en el país norafricano. Arcelor Mittal tuvo 808 millones de dólares en ventas en 2024 en Marruecos y cuenta con dos plantas productoras de acero en el norte marroquí: en Nador y Jorf Lasfar. Inditex fabrica sus textiles en el país y tiene 35 tiendas, 13 de ellas de Zara (recientemente ha inaugurado en Israel), fuera del Sáhara Occidental.
La única empresa del Ibex 35 que esta investigación ha encontrado que hace responsabilidad social corporativa para beneficiar a los refugiados saharauis es la fabricante de piscinas Fluidra. Su fundación ha instalado piscinas en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia. Mientras, la empresa opera en Marruecos con 23 empleados y 2,9 millones de euros en beneficios obtenidos en el país africano en 2024.
