Internacional
La Flotilla Global Sumud denuncia “al menos 13 explosiones” y cortes de comunicación en su travesía
Israel, después de vincular la misión humanitaria con el terrorismo de Hamás, ha recomendado a los activistas que entreguen su ayuda humanitaria en puertos israelíes y se marchen.
La Flotilla Global Sumud –iniciativa humanitaria con el fin de romper el bloqueo israelí de Gaza– informó ayer de «al menos 13 explosiones» y del vuelo de «drones no identificados», además de «interferencias en las comunicaciones» en su travesía hacia el enclave palestino en el Mediterráneo.
La organización denunció en un mensaje de su cuenta oficial de Telegram que las explosiones se escucharon «en y alrededor de varios barcos de la Flotilla», además de reportar que múltiples tripulantes vieron «objetos que fueron lanzados sobre al menos 10 barcos desde drones o aeronaves, provocando daños».
La Flotilla internacional había informado previamente del sobrevuelo de «más de 15 drones» a baja altitud sobre el barco Alma, la misma embarcación que fue atacada durante su escala en Túnez y que las autoridades tunecinas consideraron una «acción predeterminada».
«No se han reportado víctimas. El alcance de los daños será completamente evaluado a la luz del día», agregó el comunicado.
La Flotilla internacional dijo que se trata de «operaciones psicológicas» para frenar su navegación y afirmó que la presencia de drones tiene la intención de «intimidar y potencialmente recabar inteligencia para Israel».
La misión marítima condenó estos días los «intentos» israelíes por «criminalizarla» después de que Israel afirmara, siguiendo su inevitable argumentario, que se trata de una «iniciativa yihadista» apoyada por el grupo islamista Hamás.
A principios de este mes, cuando la flotilla zarpó desde Barcelona, el ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir, anunció que quería declarar «terroristas» a los activistas humanitarios y arrestarlos en consecuencia.
El Ministerio de Exteriores de Israel advirtió ayer que la flotilla debe atracar en puertos israelíes para transferir la ayuda humanitaria que transporta, en lugar de hacerlo directamente en la Franja de Gaza.
La misión rechazó cualquier acusación e insistió en que la flotilla reivindica su «derecho a entregar ayuda, proteger a los voluntarios y desafiar el asedio» con su misión, que calificó de «transparente y no violenta».
«El derecho internacional es claro: los civiles, incluidos los que participan en misiones humanitarias, están protegidos por la Convención de Ginebra», señalan desde la flotilla. «Cualquier ataque a esta misión constituiría un crimen de guerra y un crimen de lesa humanidad. También violaría las medidas provisionales vinculantes de la Corte Internacional de Justicia, que exigen a Israel que permita y facilite la entrega de ayuda humanitaria en Gaza», añaden.
Los activistas hicieron un llamamiento a todos los países que están participando en la Asamblea General de Naciones Unidas para que los protejan y exigieron que «se abra un corredor seguro ya».
La Flotilla está integrada por 51 barcos, según la página de rastreo de la misión, incluidos los seis atracados en Grecia que esperan unirse a las delegaciones que salieron de España, Túnez e Italia para proseguir todos juntos su travesía hacia Gaza.