Internacional
El Gobierno de Israel se planteará la anexión de Cisjordania en su próxima reunión
La amenaza fue proferida por el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir. Esta nueva invasión sería una respuesta al reciente reconocimiento del Estado palestino por parte de Reino Unido y Francia, entre otros países.
Desde que Israel empezó la sangrienta operación de castigo contra Gaza tras los atentados del 7 de octubre de 2023, trece nuevos países han reconocido el Estado palestino. El gobierno de Netanyahu ha recibido esa noticia con una rabia desmedida, calumniando y amenazando a las naciones que han dado ese paso. Como respuesta, los elementos más ultras de su gabinete creen que ha llegado el momento de extender el caos de Gaza a toda Palestina: su ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, anunció que planteará formalmente la anexión de Cisjordania en la próxima reunión del gobierno israelí.
En una publicación en X, Ben Gvir, urgió a la «inmediata aplicación de la soberanía sobre Judea y Samaria». Es decir, a llevar el Estado israelí hasta su propio domicilio, ya que él mismo vive como colono en los territorios ocupados. Ha llamado a esta operación «contramedidas» al reconocimiento del Estado palestino de una cada vez más amplia mayoría de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Bezalel Smotrich, otra de las voces más influyentes y más ulraderechistas del gabinete de Netanyahu, apoya la idea de continuar el genocidio gazatí en tierras de Cisjordania para «eliminar de la agenda la estúpida idea de un Estado palestino para siempre». Esa despectiva forma de referirse al Estado palestino es habitual también para el primer ministro: hace solo una semana calificó estos reconocimientos como «un absurdo premio al terrorismo». Cabe recordar que atendiendo a sus órdenes cerca de 65.300 personas han sido asesinadas en Gaza.
Mientras perfilan sus planes anexionistas, la situación en Gaza se deteriora hasta límites inconcebibles. La huida de la capital gazatí está dejando «escenas desesperadas», según los informadores de Al Jazeera que aún están trabajando sobre el terreno (Israel ha asesinado a 12 colaboradores del canal y, en total, a más de 250 periodistas en la Franja). Los hospitales funcionan bajo mínimos y allí hablan de «un baño de sangre». La anestesióloga Saya Aziz, del hospital Al Shifa, afirmó a la cadena que la situación era «catastrófica» y califica lo que está viendo como «el horror absoluto». «No creo que nadie haya vivido algo parecido», declaró.
El hospital Al Shifa es el más importante de la Franja de Gaza y su director, Mohammed Abu Salmiya, afirmó ayer que teme por su vida tras el ataque israelí que el sábado mató a su hermano y a los tres hijos de este. «Yo podría haber estado entre los muertos», dijo a EFE. Israel aseguró que su hermano pertenecía a Hamás y que planeaba un ataque inminente contra las tropas hebreas que se han adentrado en la Ciudad de Gaza. «Esto es una mentira y una calumnia que pretende justificar la matanza de civiles», afirmó el médico.
El Ejército israelí bombardeó la vivienda de la familia de Abu Salmiya, ubicada junto a la playa, una de las zonas más pobladas a raíz de las numerosas olas de desplazamiento forzadas por los ataques de Israel. Las imágenes de la carretera de la costa, colapsada de vehículos y personas a pie, han dado la vuelta al mundo en los últimos días. Según la ONU, más de 250.000 habitantes se han sumado al éxodo palestino, aunque mucha de esta gente no sabe exactamente a dónde ir. «Llevamos dos años viviendo así. Ya no tenemos dinero para seguir moviéndonos. Hemos dejado atrás todas nuestras pertenencias, incluso a nuestros hijos. No sé dónde están ni adónde se han ido. No sabemos adónde vamos, pero no nos vamos de Gaza. No tenemos adónde ir», relató una mujer que ha sido obligada a dejar su refugio en una escuela de la ciudad.
El embajador de Palestina en la ONU, Riyad Mansour, afirmó que el reconocimiento de su país es algo de agradecer, pero que no es suficiente para detener el genocidio. A su juicio, es imprescindible aplicar una severa política de sanciones para frenar a Netanyahu. Y hacerlo, además, inmediatamente. Pero Mansour no es optimista al respecto: «Veremos más crueldad en las próximas semanas, quizás un mes o dos, antes de que el mundo pueda decirles: “Ya basta… No pueden continuar en este camino de locura, les vamos a imponer todas las sanciones posibles, toda la presión posible, para detenerlos”».