Medio ambiente | Sociedad
El fuego rebaja la presión en Castilla y León pero sigue avanzando en Ourense
La provincia orensana mantiene siete incendios activos que han calcinado más de 67.500 hectáreas. Pedro Sánchez se desplazó ayer a Zamora y fue recibido entre aplausos e insultos.
La bajada de las temperaturas, el aumento de la humedad y el refuerzo de los medios han permitido una mejora notable de la situación de los incendios en Castilla y León, que mantiene 16 de gravedad 1 y 2, con la vista puesta en Porto (Zamora), en el Parque Natural del Lago de Sanabria y en la zona norte de León.
El fuego zamorano, que se originó por un rayo, ha pasado a las provincias de León y Ourense. En esta última se mantienen activos siete incendios que suman más de 67.500 hectáreas quemadas, después de que los equipos de extinción lograsen estabilizar durante la noche el que afectaba a Vilardevós-Vilar de Cervos. También en Zamora lograron esta noche perimetrar el fuego y evitar que las llamas llegasen a los cascos urbanos de los 12 pueblos evacuados, pero siguen avanzando por la parte alta del Parque Natural del Lago de Sanabria.
A media tarde de ayer, y después de una jornada en la que pudieron trabajar los medios aéreos, un cambio de viento complicó la situación, pero los trabajos se han centrado en los cañones de la Forcadura y del Tera y en la Sierra de San Justo, y en evitar con fuego técnico que llegase a Vigo de Sanabria.
El resto de fuegos en Zamora, en Molezuelas de la Carballeda, Puercas, Castromil y Mahíde, evolucionan bien y solo el primero permanece en nivel 1, tras haber bajado a nivel cero Puercas y Mahíde, que además está controlado.
Precisamente a Molezuelas se trasladó ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que fue recibido por un pequeño grupo de vecinos entre aplausos e insultos. Llegó al lugar en helicóptero, acompañado del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y permaneció aproximadamente una hora en la localidad.
El alcalde de Molezuelas, Alexandre Bertín Satue, ha aprovechado la visita del presidente para pedirle expresamente apoyo para recuperar todo lo quemado y la reactivación de la zona. Este regidor socialista ha agradecido que Sánchez se haya «preocupado un poco por los problemas» que tienen y espera que ahora Sánchez se ponga de acuerdo con el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y «se muevan un poco más» para reconstruir el entorno.
Allí el fuego fue provocado de forma intencionada, ha matado a dos personas y ha calcinado unas 31.500 hectáreas de las provincias de Zamora y León.
Preocupa el norte de León, con mejora en Picos de Europa
La evolución de los fuegos en León también ha sido notable en las últimas horas, si bien los servicios de extinción reconocen que no tanto como esperaban.
Se mantiene la preocupación por los fuegos de Fasgar y Anllares del Sil, sin perder de vista Barniedo de la Reina, que con pueblos ya realojados tanto en el Valle de Valdeón como en Tierra de la Reina, está en territorio del Parque Natural Picos de Europa.
La buena evolución del incendio de Yeres, que afectó al espacio natural de Las Médulas –Patrimonio de la Humanidad–, permitió ayer bajarlo de nivel 2 a 1, y el de Llamas de Cabrera está estabilizado al 90 %, y con realojo de numerosas localidades, mientras se lucha contra los fuegos de Gestoso y Caín de Valdeón.
En León permanecen desalojadas todavía 2.500 personas de 43 localidades.
Salamanca se enfrenta al fuego de Jarilla
La situación de los incendios forestales en Castilla y León se completa con el fuego de Jarilla (Cáceres), que el lunes entró en Salamanca a través de Candelario, y en el que ayer trabajaron medios aéreos para contenerlo, sin que por el momento presente riesgos para el municipio.
Mientras, en Palencia se elevó a nivel 2 un fuego en Cardaño de Arriba, efecto de los contagios con los incendios de León, después de que se normalizara la situación en la zona de Guardo, tras mejorar la evolución del fuego leonés de Canalejas, que ha bajado a nivel 1.
Para esta jornada se espera que, con las temperaturas bajas y la humedad, se pueda seguir avanzando en el control de los fuegos, pendientes de los cambios bruscos de viento.
La crisis medioambiental se ha cobrado ya miles de hectáreas en Castilla y León, y tres muertos: dos jóvenes voluntarios que fallecieron en las labores de extinción del fuego de Llamas de Cabrera, en Nogarejas, y un bombero forestal que murió en el vuelto de su autobomba en Compludo, ambos en León.