Sociedad
Los abogados del hombre que murió tras ser inmovilizado por un policía: “Han criminalizado a Abderrahim incluso después de muerto”
Entrevista al equipo legal del hombre de 35 años muerto por asfixia, en Torrejón de Ardoz, tras ser inmovilizado durante minutos por un policía municipal de Madrid. Dos semanas después, no le han entregado el cuerpo a la familia.
El 17 de junio, Abderrahim, de 35 años, murió asfixiado tras ser inmovilizado durante minutos por un policía municipal de Madrid que estaba fuera de servicio y al que supuestamente iba a robarle el móvil. En los vídeos grabados por vecinos, se puede observar al agente, junto a un compañero jubilado, que no lo suelta a pesar de estar inmóvil y de las súplicas de los transeúntes para que lo dejara. Ocurrió en Torrejón de Ardoz (Madrid). Tres días después comenzaron sus fiestas populares sin que la muerte violenta de un vecino llevase a su cancelación ni que el Ayuntamiento convocase un minuto de silencio por una vida rota.
El tratamiento mediático se ha centrado en la nacionalidad de la víctima (“magrebí”), sus antecedentes policiales o penales (“presunto ladrón”) y su estado de salud mental o de consumo de drogas. Según la jueza de instrucción, se trata de un homicidio imprudente, y ha dejado en libertad provisional al agente, de 59 años, a la espera del juicio. Entrevistamos al equipo de defensa legal de Abderrahim. Por petición de los abogados, la entrevista se ha realizado a través de un cuestionario escrito. Ha atendido a La Marea el abogado penalista Rubén Vaquero Arribas.
¿Quién era Abderrahim?
Abderrahim era el hijo de su madre. Y nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a arrebatarle la vida. Esa verdad debe quedar clara, sin matices ni justificaciones.
¿Qué pasó la noche en que murió a manos de un policía fuera de servicio?
Abderrahim no murió. Fue asesinado. Existen vídeos que documentan de forma inequívoca cómo dos personas, una de ellas identificada como agente de la Policía Municipal del Ayuntamiento de Madrid, sometieron a Abderrahim, privándole de cualquier opción de defenderse, a una cruel maniobra de estrangulamiento que terminó con su muerte por asfixia. No hablamos de interpretaciones ni opiniones, hablamos de una realidad registrada, visible, directa y objetiva. Lo que muestran esas imágenes son los hechos y no admiten duda ni eufemismo.
¿El mataleón forma parte de los protocolos policiales?
Esta pregunta debería de hacérsela a la Policía Municipal de Madrid, pero asesinar a personas por la calle no es un protocolo policial en ningún país. En España tampoco.
¿La nacionalidad de Abderrahim fue un factor en los actos?
En los actos cometidos contra Abderrahim está por determinar, y debemos ser muy prudentes al respecto. Sí es claro que está siendo un factor determinante por parte de grandes medios y ciertos sectores políticos. Hay medios que han lanzado un juicio paralelo contra la persona que ha perdido la vida y no contra el policía municipal que mató a Abderrahim. Desde el primer momento, han intentado deshumanizarlo, reducir su vida a un perfil sospechoso, a una amenaza, a una cifra sin valor. Para ellos la vida de Abderrahim vale menos por su origen, por su nombre, por su fe y por su color de piel. Es una falta de humanidad, es xenofobia, es racismo.
¿Qué se sabe sobre los dos policías que lo retuvieron?
Preferimos no responder a esta pregunta de momento.
¿Qué dice la causa judicial que no sabíamos?
Por respeto al curso del procedimiento, este no es el momento de entrar en valoraciones. Sí podemos afirmar que existen suficientes testigos como para sostener la verdad de lo sucedido gracias a quienes, con valentía, deciden arriesgar su libertad y su integridad grabando estos hechos. No es un accidente, sino una realidad que no podrá ser silenciada: Abderrahim fue asesinado.
¿Qué dice la autopsia?
El médico forense que levantó el cadáver concluyó que la causa del fallecimiento fue una anoxia, es decir, una falta total de oxígeno en el organismo, consecuencia directa de un proceso de estrangulamiento. El informe forense preliminar descarta otras causas naturales y señala de forma clara que el mecanismo letal fue la asfixia mecánica por compresión del cuello.
¿Ha podido la familia recuperar el cuerpo?
Tristemente aún no. Es fundamental contar con el resultado definitivo de la autopsia. Sin embargo, pese al tiempo transcurrido, seguimos sin recibir ninguna notificación al respecto, lo que no hace más que prolongar el profundo sufrimiento al que están sometiendo a esta familia. No es permisible que no se inviertan los medios necesarios para devolver el cuerpo inmediatamente a su familia. Basta ya de prolongar el sufrimiento a quien no lo merece.
¿Cómo lo está viviendo la familia de Abderrahim?
No se puede vivir un hecho así sin un dolor inhumano. Dolor por perder a un hijo, a un hermano. Pero también dolor por ver cómo desde ciertos medios y sectores se justifica su muerte, como si fuera merecida. Como si su vida no valiera nada. Una y otra vez esta familia ha tenido que escuchar que su hijo era una amenaza, una cifra prescindible. Lo han despojado de humanidad. Lo han criminalizado incluso después de muerto. Eso no es solo cruel. Es inaceptable. No solo no se les ha protegido, sino que además se les ha revictimizado, haciéndoles revivir el dolor públicamente, negándoles hasta día de hoy el derecho al duelo, al respeto y a la justicia. No podemos permitirlo. No basta con contar muertos y seguir adelante. Esta muerte tiene que significar algo. Tiene que sacudir conciencias. Tiene que obligar a mirar de frente. Porque mientras vidas como la de Abderrahim sigan tratándose como descartables, esta sociedad seguirá siendo injusta, racista y profundamente rota.
Este país se va pareciendo cada vez más a la democracia avanzada de Estados Unidos.