Internacional
Mykola Kuleba: “Tal y como funciona en Ucrania la gestación subrogada para extranjeros, cumple con todos los elementos del tráfico de personas”
El excomisionado presidencial para los derechos de los niños y niñas de Ucrania sostiene que "Ucrania está en el abismo de convertirse en el país en el que comprar bebés a precio de rebajas y en el que las mujeres se tengan que vender para no pasar hambre".
En 2014, Mykola Kuleba se convirtió en el Comisionado presidencial para los derechos de los niños y niñas de Ucrania después de años trabajando con los hasta 100.000 menores que vivían en las calles de Kiev en aquellos años. Ocuparía esa responsabilidad institucional, una especie de Defensor de la Infancia, hasta 2021. Un año después, comenzaría la invasión rusa y él fundaría Save Ukraine, una ONG dedicada a rescatar a los miles de menores que Rusia ha secuestrado en estos tres años de guerra. Hablamos con este licenciado en Ciencias Económicas por videoconferencia sobre la gestación subrogada, un negocio sobre el que es una de las voces más críticas de su país.
En 2020, pidió que se aboliese la gestación subrogada en Ucrania pese a que es una práctica que cuenta con el respaldo de buena parte de su sociedad. ¿Por qué lo hizo?
Tal y como funciona en Ucrania la gestación subrogada para extranjeros, cumple con todos los elementos del tráfico de personas y de la explotación de las mujeres que se quedan embarazadas, de los bebés –que no siempre tienen vínculo genético con las familias que los compran– y sobre las que, además, el gobierno no sabe absolutamente nada. ¿Quiénes son las familias que se los llevan? ¿Qué pasa después con estas criaturas?
La legislación sobre este asunto es muy laxa y se están vendiendo niños sin que el Gobierno de Ucrania tenga ningún control sobre ellas, ni sobre los niños ni sobre lo que hacen con las mujeres que se quedan embarazadas.
Te daré ejemplos. Un hombre soltero de Suecia compró aquí un bebé. En su país, estaba perseguido por quince casos de pedofilia. A su vuelta, fue encarcelado y ahora el bebé se supone que está con sus padres, aunque no sabemos cómo ni dónde.
Nuestras instituciones no tienen siquiera el derecho a investigar dónde están estos niños. En los casos de adopción, la legislacion nos permite hacer seguimiento de sus casos, pero no en los de la subrogada.
¿Qué otro tipo de irregularidades se cometen?
Nuestra legislación prohíbe que las personas solteras puedan recurrir a la gestación subrogada, pero las clínicas suelen organizar matrimonios falsos entre hombres extranjeros y mujeres ucranianas que se divorcian tras dar a luz al bebé para que ellos se lo puedan llevar.
«Ucrania está en el abismo de convertirse en el país en el que comprar bebés a precio de rebajas y en el que las mujeres se tengan que vender para no pasar hambre»
La Fiscalía ucraniana también encontró numerosos casos de falsificación documental.
Efectivamente, no hay control sobre el material genético de los embriones, por lo que no tiene por qué haber vínculo biológico entre los hipotéticos padres y los bebés. Las clínicas, a menudo, falsifican la documentación de las pruebas de ADN y las embajadas y consulados no siempre lo verifican. Nos hemos encontrado con familias que han sido ellas mismas las que se han hecho los análisis antes de abandonar el país y se han encontrado con que no tenían ninguna relación biológica con el bebé.
Se hizo conocido un caso de una pareja china que tenía toda la documentación en regla de la clínica y cuando la embajada de su país le pidió una prueba, dio negativo. Esto es tráfico de personas y está ocurriendo desde hace mucho tiempo.
¿Cómo definiría el trato que reciben las mujeres que se quedan embarazadas?
Hay una desprotección absoluta de las mujeres. Por ejemplo, si los compradores deciden que ya no quieren el bebé una vez que la mujer está embarazada, ella tiene que abortar. Ni siquiera puede quedarse el bebé. Además, les pagan poquísimo, como si fuesen solo unas incubadoras, aprovechándose de sus necesidades económicas. En otros países en los que la gestación subrogada es legal, las mujeres y los bebés tienen derechos, pero aquí no tienen ninguno.
¿Cómo está afectando la guerra al negocio de la gestación subrogada?
Desde que comenzó la invasión, tenemos cada vez más familias en unas condiciones económicas extremadamente vulnerables. Y no sólo económicas, en todos los sentidos. Así que Ucrania está en el abismo de convertirse en el país en el que comprar bebés a precio de rebajas y en el que las mujeres se tengan que vender para no pasar hambre.